sábado, 23 de julio de 2011

Erreztaleku

De las tres cumbres principales de la cordillera del Pagasarri, Erreztaleku es la más baja y también la más desconocida. Su perfil apenas se distingue, a diferencia de la vistosa cumbre del Ganeta, con sus antenas; y frente al aluvión de visitantes que cada fin de semana tiene el Paga, no será fácil que nos tropecemos con algún senderista en sus inmediaciones. Quizá ahí reside uno de sus atractivos, en poder recorrer una parte de nuestros montes disfrutando de un entorno tranquilo y solitario.

La excursión que proponemos nos sirve además de pretexto para internarnos por algunos parajes desconocidos para la mayoría de aficionados, así como para recorrer buena parte del cresterío, con impresionantes vistas al sur, el patio trasero del Paga y quizá su zona más montañera y salvaje.


DISTANCIA: 6,8 kms
            DESNIVEL: 390 m. (300-690) CENTENARIO (Ganeta)
DIFICULTAD: Baja 5 (2-3-0)
            ITINERARIO: circular  Inicio y final: Igertu
            VIAS: Pista de tierra y sendero
ACCESOS: En coche, bien desde San Adrián-Larraskitu, bien desde Rekalde, hay que tomar Larraskitubidea hacia arriba, y después Pagasarribidea pasando por el bar Athletic, hasta llegar al parking de Igertu. (Haciendo a pie este último tramo, se puede llegar a San Adrián o Rekalde en las múltiples líneas de Bilbobus)
TRACK: http://es.wikiloc.com/wikiloc/view.do?id=2786497
            Más información:
Mapa Pagasarri del Ayuntamiento
            Guía Cartográfica de Bizkaia mapa 33
                         




Parking y camino en Igertu
Nos situamos en el collado de Igertu, punto de inicio habitual para muchas de nuestras rutas, a donde habremos llegado a pie o en coche, en unos 2 kms. desde el núcleo urbano de Bilbao. Desde este agradable enclave debemos continuar la carretera asfaltada, dejando a la izquierda el parking y a la derecha una laderita con unos bancos. Desde el primer momento, tenemos bonitas perspectivas sobre el valle de Bolintxu, donde de buena mañana suelen agarrarse las nieblas, configurando un bonito paisaje.

 Pasamos una pequeña cantera que suele utilizarse como aparcamiento (derecha) y dejamos después a la izquierda el desvío señalizado hacia la ermita de San Roque. Tomamos por la derecha (BARRERA) una ancha pista de gravilla, atravesando una puerta y comenzando la ascensión. Estamos en plena subida al Pagasarri, ruta que compartiremos durante un buen trecho.

Zapaburu
Las primeras rampas de lo que se conoce como ‘Cuesta del silencio’ presentan cierto desnivel, en especial hasta llegar a la curva donde se encuentra la fuente de Zapaburu. A partir de aquí la pendiente se suaviza y avanzamos casi en línea recta, con perspectivas cada vez más amplias hacia el noreste. Llegamos así al cruce de ARTABE, donde desechamos la pista de la izquierda y el Camino Viejo, que tenemos de frente partiendo de una escalerita. Ahora tomaremos la pista que sigue por la derecha y que, tras el paso de la curva, es prácticamente llana, dandonos unos minutos de descanso.

Llegamos así a un nuevo cruce, junto al profundo arbolado y zona recreativa de GANGOITI, con un panel informativo. Tenemos que dejar los dos caminos que siguen por la derecha y continuar por el de la izquierda, que es el que presenta mayor desnivel. Subimos esta rampa, divisando por la derecha, cada vez más abajo, las dos vías que hemos desechado. El esfuerzo ha merecido la pena, porque hemos terminado la parte más dura de la ascensión, alcanzando más o menos los 550 metros de altitud.

El Serantes desde el Ahorcado
Cuando la pista describe una pronunciada curva (conocida como ‘del AHORCADO’, sin que aún sepa por qué), abandonaremos la ruta del Paga. Desde aquí tenemos una bonita vista hacia el norte, donde contemplamos el Serantes recortandose en el horizonte. Si nadie la ha roto (cosa nada rara por estos parajes), hay una cruz de señales, en la que se indica la dirección hacia Artigas, justo internandonos por el fondo de la curva. Aunque la señalización resulte discutible, es ése el camino que debemos tomar.

Senderillo hacia el cordal
A partir de ahora, seguiremos un senderillo al principio poco visible bajo un tupido arbolado, flanqueado por una valla de alambre. Tras un tramo casi recto y en muy ligera subida, desembocamos en el mismo cordal del Pagasarri, un camino ancho y verde por donde discurre un gasoducto marcado por balizas amarillas. Tenemos que tomar este camino hacia la derecha, alejandonos de las visibles antenas del Ganeta.
 
Buzón del Erreztaleku
Avanzamos así unos 600 metros en dirección noroeste para, tras un corto y suave repecho, avistar por la derecha un pequeño buzón, que nos indica que hemos alcanzado la cima de ERREZTALEKU (586 m.). Recientemente se ha instalado una mesa de orientación con los montes más significativos que podemos contemplar desde aquí: las sierras cántabras al fondo, el Eretza, Sasiburu tras el valle del Kadagua, y los montes de Triano, para terminar en el Abra. Tenemos también una preciosa perspectiva sobre el sur, que iremos disfrutando más a la vuelta. Una valla con un cartel de prohibido el paso a vehículos indica que estamos en el límite de los municipios de Bilbao y Alonsotegi, porque en éste último se permite la circulación de motos y quads, como sin duda conocen los asiduos del Ganeko o Zamaia, por ejemplo.

En este punto nos volvemos por el camino para recorrer la arista, ahora en dirección al Ganeta, que no abandonaremos hasta esta segunda cima del día. Tenemos un tramo tranquilo aunque más largo de lo que parece, durante el que mantendremos una espectacular perspectiva a nuestra derecha sobre los montes al sur del Paga. Vamos viendo el pequeño macizo de Zamaia y Gongeda, con su cresta caliza, el embalse de Artiba y los prados que lo bordean, y, sobre todo, la imponente mole del Ganeko y su continuación hasta el Gallaraga.

Ganeko, Gallarraga y embalse de Artiba


Cordal desde cerca del Ganeta
El paseo nos sirve para reponer fuerzas porque, tras bastantes minutos de llaneo, nos toca superar un par de palas para alcanzar la nueva cumbre. Pasamos primero junto a una pequeña antena y tras el repecho final –el más duro- llegamos junto a las enormes antenas del GANETA (689 m.), junto a las que podemos encontrar un pequeño buzón. Estamos ya en el punto más alto del cordal del Pagasarri, con el popular monte bilbaino al este y, por el lado contrario, una bonita perspectiva del camino recorrido.

Buzón del Ganeta
Aunque podríamos descender por la pista que da servicio a los repetidores, lo más agradable es ir bajando campo a través bajo el magnífico pinar, para desembocar en las campas del Pagasarri. Según el plan que llevemos, podemos invertir el tiempo que queramos en alguna de las variadas posibilidades que tenemos a mano: coronar nuestra tercera cima del día (la muy cercana del Paga, 671 m.), visitar las neveras y la fuente de Tarín (bajando a la derecha según venimos del Ganeta) o, naturalmente, reponer fuerzas en el famoso refugio de la Paca, que tenemos a la vista.

Para variar, el descenso lo haremos por el Camino Viejo, aunque hay que advertir que si ha llovido se puede encontrar embarrado o resbaladizo en algunos tramos.

VARIANTE: En este caso, podemos optar por volver por la pista de Gangoiti, la misma que hemos subido en su mayor parte. Para ello, en el collado hay que tomar el camino de la izquierda de los dos que llegan hasta aquí. Por él seguiremos sin ninguna desviación, hasta alcanzar la curva del Ahorcado y de ahí bajar por la ruta por la que hemos llegado.

Desvío hacia el Camino Viejo
En el collado, con el refugio a nuestra derecha, encontramos una bifurcación, en la que tomamos el camino de la derecha. Es una ancha pista de piedrilla que desciende moderadamente. Pasamos una curva cerrada y poco después encontraremos a la izquierda un paso en la alambrada (CAMINO VIEJO), que debemos cruzar (en principio, también está señalizado).

Así accedemos al Camino Viejo, que en su primera parte es preferentemente rocoso y en algunas zonas regado por las escorrentías que bajan por la ladera. Terminado este primer tramo, el camino pasa a ser de tierra, bastante irregular y con hojarasca que ocupa la parte central, describiendo varias curvas en suave descenso. En ocasiones el trazado no es muy claro, pero tampoco hay problema: basta con mantener más o menos el rumbo al norte y en caso de duda, continuar siempre hacia abajo. La experiencia de descender improvisando y olvidandonos del propio camino resulta sumamente divertida, siempre que tengamos algo de cuidado con los resbalones.

En la última parte del descenso ya tenemos a la vista, abajo, el cruce de ARTABE a donde nos dirigimos, y que nos sirve de guía. Es la misma encrucijada por la que subimos, a la que llegamos descendiendo las escaleritas ya conocidas. A partir de aquí ya no queda más que desandar el camino de subida: tomamos la pista del centro, la única que baja, y que ya no abandonaremos hasta la BARRERA. Pasamos la fuente de Zapaburu y descendemos la última gran rampa, para cruzar la puerta y tomar la carretera a la izquierda, hasta nuestro punto de partida en Igertu.

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