viernes, 27 de julio de 2012

Elordi

Como hemos comentado en otras ocasiones, aparte de las clásicas ascensiones al Pagasarri o a sus cimas más cercanas, el entorno de nuestro monte más emblemático nos ofrece parajes menos conocidos, laderas, valles, caminos o arroyos que merece la pena conocer y disfrutar.

La ruta que proponemos en este caso discurre por la falda de Arnotegi, en la vertiente que mira a Bolintxu, por donde podemos completar un recorrido tranquilo y sencillo, cuya primera parte se recoge en el libro ‘Montes de Bilbao’. Además de tomar contacto con rincones muy poco frecuentados, el trazado puede customizarse a gusto del usuario con numerosas variantes que iremos indicando.


DISTANCIA: 5,4 kms 
            DESNIVEL: 190 m. (300-110) 
DIFICULTAD: Muy Baja 3 (1-1-1)  Dificultad de tránsito
ITINERARIO: circular   Inicio y final: Igertu
VIAS: Pistas y senderos de tierra
ACCESOS: En coche, bien desde San Adrián-Larraskitu, bien desde Rekalde, hay que tomar Larraskitubidea hacia arriba, y después Pagasarribidea pasando por el bar Athletic, hasta llegar al parking de Igertu. (Haciendo a pie este último tramo, se puede llegar a San Adrián o Rekalde en las múltiples líneas de Bilbobus)
ENLACES CON: Arnotegi por Igertu
Más información:
            Mapa Pagasarri Ayuntamiento de Bilbao
Guía cartográfica de Bizkaia mapa 33





Puerta y montes de Durango
              Como solemos hacer cuando nos movemos por estas tierras, fijamos el punto de partida en el collado de Igertu, cruce de caminos en la vía al Paga, con un pequeño aparcamiento y una agradable zona de bancos al lado. Aquí abandonamos la carretera y giramos a la izquierda, pasando junto al único caserío que queda. Desechando el sendero que sube por la izquierda, enfilamos la pista que desciende, atravesando una puerta.

En suave descenso, ya avanzamos rumbo a Bolintxu, con una bonita vista sobre los cerros que jalonan la ladera norte del Paga, empezando por el que corona la ermita de San Roque, y con el Pastorekorta poniendo fin al cordal. Si el día es claro, durante los primeros metros divisaremos al fondo la fantástica silueta de los montes de Durango.

Uzkorta y el sifón

Otoño bajo el Paga
Vamos perdiendo altura poco a poco, y la pista es pedregosa y algo incómoda, por lo que podemos atajar alguna de sus curvas por minúsculos senderillos (la herradura que se ve en el mapa se corta saliendo junto a un murete de hormigón por la derecha). A partir de aquí la pendiente casi desaparece y, tras dejar por la izquierda un camino que se dirige a un prado, encontramos enseguida una fuente con un voluminoso katilu encadenado. El pequeño riachuelo cruza el camino y por la derecha, bajo un precioso arbolado, va a reunirse con el curso del arroyo Igertu, que llega aquí procedente de la popular fuente de Zapaburu. Estas aguas, junto con otros regatos que bajan de la zona de Artabe, van configurando el arroyo Bolintxu, responsable de la espectacular riqueza natural del conocido valle.

Muy poco después de la fuente encontramos un camino que sale por la izquierda en dirección a una valla de madera (UZKORTA). Podemos ignorarlo y seguir adelante, o bien hacer una incursión para conocer las ruinas del caserío del mismo nombre.

Caserío
VARIANTE: Si abandonamos la pista y cruzamos la valla, accedemos a una encantadora campa rodeada de arbolado, en cuyo centro se encuentra el viejo edificio. Cruzando el verde en la misma dirección según venimos, salimos, franqueando una alambrada y un pequeño talud, de nuevo al camino principal en el lugar que se indica después.

Si hemos desechado la visita al caserío, apenas diez metros más adelante encontramos otro desvío por la izquierda, por el que dejamos la pista, que continúa en descenso. Pasamos una caseta del Consorcio de Aguas y continuamos con la compañía de unos postes verdes que marcan una tubería subterránea. En una amplia curva coincidimos con el punto por el que salimos de la finca de Uzkorta si hemos seguido la variante.

Malmasín desde el camino
Circulando siempre a cielo abierto, el camino va poco a poco enfilando hacia el oeste, y tenemos a la vista el perfil casi perfectamente cónico de Malmasín, simpático monte que, desde los poco más de 150 metros en que estamos, parece una cosa bastante seria. Si echamos la vista atrás, podemos también observar la alineación calcárea que forman los cerros con la cresta que se asoma a la cantera de Gangoiti.

Un último cambio de dirección y nos encontramos casi de repente en la parte superior del sifón de Bolintxu (TUBERIA). El enorme tubo (dos metros de diámetro y 236 de longitud según la página de Udal Sareak) cae por la ladera hacia el fondo del valle, para remontar por la pendiente de enfrente, en las proximidades del barrio de Seberetxe.

Sifón de Bolintxu

Situados en este punto, conviene empaparse bien del paisaje tal y como lo vemos hoy, porque justamente por aquí está previsto que pase un viaducto que unirá las dos vertientes del valle. Aparte del impacto paisajístico, el ruido y la contaminación derivados de la infraestructura ya en funcionamiento, hay que imaginar lo que supondrá el proceso de construcción, con apertura de túneles a ambos lados, tránsito de camiones y maquinaria pesada, movimiento de tierras, fijación de las laderas y encauzamiento de acuíferos…

Ya hemos comentado este asunto antes, por ejemplo en la entrada Bolintxu, y son numerosas las webs que denuncian el peligro de desaparición de un paraje único al lado mismo del casco urbano de Bilbao. De momento la crisis está dilatando el proyecto, pero por si acaso, quedémonos con lo que tenemos delante.

Hora de aventuras

Hasta ahora hemos seguido un trazado sin obstáculos ni muchas opciones de hacer algo que no sea un suave paseo. Pero en los próximos minutos avanzaremos por caminos algo más montañeros y recónditos, que nos ofrecerán la posibilidad de explorar un poco al margen de las rutas habituales.

Sendero por la ladera
Cruzamos por una escalerita el tocho de hormigón donde entronca la tubería y continuamos por el lado contrario. Aunque hace unos cuantos meses se podía ver que ya se habían movido algunas tierras por la zona (parece que se han hecho catas o sondeos), creemos que todavía será fácil encontrar unos metros más adelante un estrecho pero bien marcado sendero que va recorriendo la ladera girando suavemente hacia el norte.

Por él seguimos, entre matorral y algún arbolito aislado, con Malmasín siempre a la vista y una bonita imagen de Artxanda y Ganguren de frente, durante unos 500 metros. Encontramos entonces una amplia pradera con abundantes helechos y argomas, donde suelen verse caballos.

Caballo entre las argomas
VARIANTE: Si queremos acortar la excursión podemos girar a la izquierda en este punto para seguir dirección oeste. Avanzamos por un sendero poco marcado, que al comienzo es casi llano y después va ganando pendiente de forma progresiva, hasta adentrarnos en un bosquete por donde, ya con fuerte inclinación, salimos al área de Elordi, de la que luego hablaremos. El recorrido total se reduce casi a la mitad, pero hay que tener en cuenta que hay que remontar unos 180 metros en un tramo muy corto, con desnivel final de alrededor del 40%

Tras una curva, perdemos unos metros, nos internamos bajo arbolado y el camino empieza a verse cubierto de barro. Van a ser apenas 15 o 20 metros, pero hay que advertir que, de no ser que llevemos mucho tiempo sin lluvias, este tramo resulta un tanto engorroso, porque la tierra está empapada por un arroyo próximo, con lo que el barro es blando y no es fácil encontrar algo más sólido ni siquiera en los márgenes del sendero.

Con algún kilo de más en las botas, pasamos otra curva y continuamos ya por camino más civilizado, bajo una agradable sombra, con algunas chabolas y huertas a los lados. Finalmente, accedemos a una pista amplia, que tomamos hacia la izquierda en ligera subida.

VARIANTE: En la última curva antes de llegar a la pista hay varios árboles, uno de los cuales parece emerger de unas rocas. En este punto sale por la izquierda un sendero, con unos panales de abejas a la izquierda, que nos lleva a una hermoso prado junto al cauce –normalmente seco- de otro regato. Podemos seguir esta dirección para buscar un acceso más directo a la pista citada, que enseguida tenemos a la vista, atajando unos metros y huyendo del trazado rectilíneo.

También podemos probar otra posibilidad, si no nos apetece circular mucho por pistas. Siguiendo la misma dirección (digamos paralela al arroyo) tiramos todo recto hacia arriba, atravesando un precioso bosque, para salir al camino que luego se indica. Eso sí, hay algunas zonas de tránsito algo complicado por el sotobosque y hay que remontar más de 100 metros con buena pendiente, pero se ataja la parte más monótona y la travesía resulta divertida.

Hacia Elordi

El camino describe un par de curvas, pasamos una puerta y subimos una rampa que nos sitúa en otra pista, junto a varias torres eléctricas, que discurre por la lomada de Arnotegi con buenas vistas sobre Bilbao. Aquí seguimos subiendo suavemente hasta una curva con una zona de bancos en una laderita (LANDETA GOIKOA) y una mesa de orientación. Si continuásemos subiendo alcanzaríamos la antecima donde se encuentra la antena, pero giraremos a la izquierda para continuar un tramo largo y casi llano, a la sombra de grandes árboles.

Esta parte del camino resulta tranquila y agradable, pudiendo deleitarnos con la gran variedad de especies arbóreas y observando por la derecha algunas enormes rocas de aspecto ancestral –seguro que emparentadas con otras similares que hay en el alto- que evocan antiguos desprendimientos. Por la empinada ladera que cae a nuestra izquierda, a unos 300 metros de la curva, accederíamos a este camino si hemos optado por el atajo al que nos referimos en la variante anterior.

Bancos en Elordi
Finalmente, el paisaje se abre y nos encontramos en un cruce, con un recodo con algunos bancos, denominado ELORDI, donde podemos también adentrarnos por una sendita en el agradable arbolado, o disfrutar de nuevas panorámicas sobre el barranco de Uzkorta, por donde hemos iniciado el trayecto.

Desechamos el camino que asciende por la derecha para, tras unos minutos de suave descenso, pasar una puerta y continuar los últimos metros en bajada hacia nuestro punto de partida de Igertu. Pegado al camino hay un caserío y justo al lado contrario, tras una pradera con un cobertizo, se encuentra al parecer una antigua nevera -decimos ‘al parecer’ porque nunca la hemos visto. También desde aquí tenemos una inesperada vista del Abra, con parte de sus localidades limítrofes.

Llegando a Igertu
Ya en Igertu, donde el camino desemboca en el cruce de pistas junto al parking, un par de bancos sobre un rellano por la izquierda nos recuerdan el lugar donde se encontraba el txakolí de Lloriki, toda una institución en la zona, desaparecido bajo las excavadoras hace un par de años.

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