domingo, 1 de julio de 2012

Montaño

La elegante silueta del Montaño se levanta solitaria entre dos mundos contrapuestos: de un lado, los barrios interiores de Zierbena, de marcado carácter rural; y por el otro, las descomunales instalaciones industriales de Petronor y la A8, que lo limita por su parte oriental. Para completar el variado panorama, también se asoma al mar por la muy cercana playa de La Arena.

Aunque sus limitados 319 m. lo convierten en uno de los montes más pequeños de Bizkaia, su cota es prácticamente neta sobre el nivel del mar. La excursión que proponemos parte del pequeño núcleo de Kardeo para completar un recorrido fácil y entretenido por la cima y los alrededores.


DISTANCIA: 7,3 kms 
            DESNIVEL: 300 m. (20-319)  CENTENARIO
DIFICULTAD: Baja 5 (2-2-1)  Rampas del 30%
ITINERARIO: circular  Inicio y final: Kardeo (Zierbena)
VIAS: Pista de cemento, bidegorri, senderos de tierra   
ACCESOS: De Bilbao a Kardeo por la A8 dirección Santander, salida Zierbena-Gallarta. Se sigue un tramo por la N-639 y se gira a la derecha por la BI-3794. Junto al cruce de La Cuesta, se gira a la izquierda dirección Kardeo. Se baja hasta el barrio y se hace media circunvalación, hasta la fuente. Bizkaibus más próximos: A3321 Portugalete-La Arena parada La Cuesta, A3335 Sestao-Muskiz parada Kardeo.
ENLACES CON  Punta Lucero
Más información:
Guía Cartográfica de Bizkaia Mapa 14



Una vez que abandonamos la carretera general en el desvío hacia Kardeo, descendemos hasta las casas y por el asfalto circunvalamos el barrio hasta llegar a un pequeño espacio donde se puede aparcar, junto a un caserío muy antiguo y una fuente. Aquí mismo arranca un camino de cemento por el que vamos a iniciar la ruta.

VARIANTE: Otro acceso clásico parte de la playa de La Arena para continuar por el bidegorri, que en unos 2,5 kms. nos sitúa en el punto que más adelante indicaremos.

Cruce con el bidegorri
Avanzamos casi siempre bajo arbolado, sobre terreno prácticamente llano entre huertas y chabolas, para cruzar poco más adelante el arroyo que da nombre al barrio y que, según dicen, siempre lleva agua. Tras un pequeño repecho, salimos a zona abierta, donde el camino atraviesa el bidegorri, que describe una curva cerrada. Tomamos ahora la vía ciclable hacia la derecha (BIDEGORRI), donde pronto distinguiremos las flechas amarillas del Camino de Santiago. La siguiente curva podemos cortarla atravesando una agradable zona verde con bancos, y continuamos un trecho en dirección norte. A nuestra derecha queda el barrio del que procedemos y algo más lejano un pequeño cerro, que en algunos sitios se llama La Quemada y en otros Cerrada de Ranes o algo así. Sobre el valle está La Cuesta, y se entrevé Punta Lucero y parte del cordal del Serantes.

Hay que estar atentos para no pasarnos el cruce que debemos tomar hacia la izquierda (DESVIO-1), con algunas marcas de marchas montañeras, tan habituales en la zona. Hasta este punto llegaríamos por el bidegorri si venimos de La Arena. Aquí tomamos otro camino cementado en ligera subida, que seguiremos durante unas decenas de metros, hasta encontrar una cruz de señales (DESVIO-2), donde giraremos a la derecha, para tomar un sendero de tierra por donde iremos ladeando el monte siempre en dirección noroeste.

Punta Lucero desde el camino
Sin apenas ganar altura, vamos pasando varias curvas, teniendo a la derecha sucesivos prados con animales, y los paisajes antes descritos, que ahora vemos con una perspectiva algo más amplia. Es este un tramo largo (como de 1 km.) que se hace algo aburrido, al final del cual empiezan a abundar pinos y eucaliptos –justo las dos especies que se suponen más dañinas para la tierra. Finalmente, llegamos a una bira, con vistas parciales hacia La Arena, medio tapadas por el cercano peñón llamado de Oceja o de Montaño, según las fuentes. Pasada la curva, surge un camino pedregoso que sale por la derecha, pero lo desechamos y seguimos de frente.

Circulamos ahora en dirección contraria al tramo anterior y con una longitud sólo un poco menor, sin apenas desnivel y acompañados de algo más de sombra, con alguna vista interesante del vecino Serantes en un poderoso chaflán. Estos caminos suelen verse frecuentados por paseantes a caballo, y no dejamos pasar la ocasión para comentar lo poco simpáticos que son siempre los jinetes, por algún motivo misterioso. Prácticamente llegamos de nuevo a la altura de Kardeo, aunque ahora con vistas a Bilbao y la autopista bastante próxima.

Desvío hacia la cima
El camino, ahora a cielo abierto, describe un par de curvas, siguiendo las cuales encontramos una desviación (DESVIO-3), con otra flecha y una plaquita roja que señala hacia Montaño. Tomamos por tanto este nuevo sendero hacia la derecha, y emprendemos un nuevo tramo casi recto, otra vez en dirección noroeste (La Arena). Salvo que uno sea muy tranquilo o le guste simplemente pasear, es posible que este amplísimo zig-zag de subida, que en el mapa se ve muy claro, acabe resultando un poco pesado; pero enseguida viene lo divertido.

Fin del camino
En este última parte de la ascensión, algo más corta que las anteriores, hemos ganado algo más de altura, y llegamos finalmente a un cul-de-sac, una especie de pequeña explanada de tierra con buenas vistas hacia el peñón, La Arena y la marisma del Barbadun, y parte de la costa de Castro. Aunque hay otro cartel señalando la dirección hacia la cima, no habría ninguna duda al respecto: sólo hay un pequeño pero visible senderito que sale por nuestra izquierda en claro ascenso.

Desde el sendero
La subida presenta una pendiente importante, aunque corta. La sendita trepa por la arista entre piedras y algunos arbolitos, con vistas al valle de Muskiz y Petronor omnipresente. Aunque el repecho es durillo, tampoco presenta especial dificultad, aunque hay que hacer una puntualización: si ha llovido en los días anteriores, tendremos que transitar por un barro enormemente resbaladizo que se quedará pegado a nuestras botas en cuestión de segundos, dando la sensación de que marchamos con los zapatos de Mazinger-Z. Teniendo en cuenta el desnivel, podemos asegurar que en estas circunstancias la experiencia resulta bastante ¿tormentosa? ¿divertida? ¿extravagante? Pues un poco de todo ello.

La cima, con Castro al fondo
Llegamos así al cordal cimero, con la gran ikurriña en el alto, y unos metros más adelante, ya en la cumbre (MONTAÑO, 319 m.), encontramos un lauburu colocado recientemente, creo que en 2007. Tratandose de una cima exenta, pese a su escasa altitud tenemos fantásticas vistas en todas direcciones: bajo nuestro pies –con algunos peñascos sobresalientes y una fortísima pendiente- el valle, mayoritariamente ocupado por Petronor, con Muskiz detrás y Mello al fondo. Más a la izquierda, los montes de Triano, y hacia el sur, la autopista y a lo lejos Bilbao, con la torre de Iberdrola destacando en el skyline. Siguiendo en sentido antihorario, la parte alta de Portu y el cordal del Serantes, La Cuesta y el valle de Kardeo, Punta Lucero y una vista parcial (obstaculizada por el peñón) pero muy bonita sobre Castro.

La refinería y Mello










Los mendas de Biendealtura tienen en su blog este video, con rápido barrido de vistas desde la cumbre, que sin más miramientos pirateamos a continuación:


Algún día nos animaremos a acarrear con el video y colgaremos imágenes propias para general admiración de nuestros espectadores. Algún día será...

Iniciamos el descenso por otro sendero, similar al de subida pero más suave, que discurre en la dirección contraria (sureste). De nuevo podremos toparnos con el barro, aunque normalmente en esta vertiente suele encontrarse más seco. Nos dirigimos ahora hacia una zona de pastos a la espalda de la peña San Andrés, que veremos después.

Arbol junto al camino
El sendero se interrumpe de pronto en una zona donde aflora la roca, y tenemos que seguir campo a través hacia un vallado, que atravesamos junto a una bañera-abrevadero y un gran árbol solitario, donde nos encontramos con varias posibilidades.

Junto al árbol nos encontramos primero un estrecho sendero que sigue por la derecha, cuyo trazado limpio y muy marcado nos indica sin posibilidad de error que es camino de vacas. Podemos continuar por él o seguir unos metros más adelante, para salir a una pista que, siguiendo por la derecha, nos lleva en paralelo al sendero anterior, siempre en dirección sur. Se puede elegir, pista o sendero, aunque servidor se apunta más bien al caminillo por el verde.

Peña San Andrés
Por cualquiera de las dos alternativas iremos faldeando, prácticamente en llano y describiendo una amplia curva. En unos minutos nos situamos bajo la citada peña San Andrés, un airoso promontorio rocoso que de esta forma nos resultará familiar la próxima vez que vayamos por la autopista en dirección Santander. Poco más adelante, encontramos una torre eléctrica (TORRE), punto donde, en caso de venir por el sendero, deberemos acceder a la pista anterior. Podemos hacerlo bien atravesando una alambrada, con cuidado porque no tiene puerta, bien continuando unos metros más adelante, hasta donde confluyen los dos caminos.

Tenemos que avanzar unos instantes por la pista para salir a otro camino, encima mismo de la A8, en el que giraremos a la izquierda. Seguimos así unos 20 metros en paralelo a la autopista y dejando un puente por la derecha, para torcer de nuevo a la izquierda y abandonar este tramo, un tanto ingrato.

VARIANTE: Si en vez de tomar el camino indicado por la izquierda continuamos unos 500 metros junto a la autopista, junto a un par de casetas giramos a la izquierda y tomamos un camino casi recto que en unos minutos nos conduce directamente al cruce del BIDEGORRI del principio, cerca de Kardeo. 

Camino de vuelta
Ahora seguimos un corto tramo alejandonos del estruendo de los coches, en parte bajo arbolado, para llegar al cruce señalizado (DESVIO-2) donde empezamos la ascensión propiamente dicha. Ya no nos queda más que bajar hacia el bidegorri (DESVIO-1), por donde podemos deshacer el camino de ida para volver a nuestro punto de partida en Kardeo. Sin embargo, también es posible seguir un camino alternativo: en el cruce con el bidegorri, en vez de volver por donde hemos venido (derecha), seguimos de frente para coger un caminillo que va rodeando el barrio entre casetas y algunas huertas. Cruzamos el arroyo y nos dirigimos por la derecha en ligera subida hacia la carretera por la que llegamos. Siguiendola unos pocos metros, nos encontraremos en nuesto punto de inicio.

Vale, está claro que la envergadura de nuestro montecito da para cachondeos como el del colega Kiko, que dice que subió sin oxígeno (página citada arriba); pero nadie podrá decir que no es una excursión entretenida, con estupendos paisajes (refinería y autopista aparte), recorrido fácil y tranquilo, y senderitos divertidos.

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