jueves, 4 de julio de 2013

Altamira

Las estribaciones más orientales de la cordillera de Artxanda-Ganguren han sufrido un menor grado de humanización que el resto de la sierra, especialmente la zona más cercana a Bilbao. Quedan por tanto algunas manchas boscosas, áreas que conservan su carácter agrícola y algunos caminos más o menos solitarios.

En las suaves laderas en cuyas faldas se asienta el municipio de Galdakano se ha habilitado un recorrido cargado de historia y que incorpora elementos culturales de interés. Un tranquilo paseo permite descubrirlos, mientras transitamos entre viejos pinares y la periferia rural de la localidad.


DISTANCIA: 5,8 kms 
DESNIVEL: 160 m. (72-232)
DIFICULTAD: Ninguna 2 (1-1-0)
ITINERARIO: circular Inicio y final: Parque Ardanza (Galdakano)
VIAS: Urbanas, carretera, camino asfaltado y de tierra
ACCESOS: Desde Bilbao, en coche, por la N-634 dirección Donostia, hasta la rotonda con la indicación Galdakao-centro. Aquí se toma la calle Juan Bautista Uriarte (principal), recto hasta el parque lehendakari Ardanza. Bizkaibus (diversas líneas) paradas Juan Bautista Uriarte y Zabalgane
Más info:
Guía cartográfica de Bizkaia mapa 34
  
 




Parque Ardanza
           Muy cerca del centro de Galdakano, el parque Lehendakari Ardanza, vistoso y con varias esculturas, salva el desnivel hasta la hermosa iglesia de Santa María (Asunción). Junto al templo hay una fuente y, si la memoria no nos traiciona, un monumento al montañero. Según hemos ascendido la ladera, tomamos hacia la izquierda la calle Juan Bautista Uriarte, que discurre junto a la iglesia.

            Vamos tomando rumbo norte, hacia el monte, pasamos una rotonda y después un puente sobre la autopista, para seguir por la calle Elexalde, siempre en subida moderada. Dejamos por la derecha el cementerio y continuamos entre casas unifamiliares de construcción reciente y algún caserío de buen porte. Las vistas son excelentes sobre el sur, Malmasín, la cordillera del Paga y el Ganeko, con un imponente perfil.

Iglesia de Andra Mari
Por la izquierda sale una calle enlosada en piedra que debemos tomar, pasando después junto a un colegio. Vamos siempre ganando altura, y llegamos a la plazoleta de la iglesia de ANDRA MARI, junto a algún restaurante.

VARIANTE: En realidad este puede ser perfectamente el punto de inicio del recorrido, y de hecho es el que señala la ruta digamos oficial, pudiendo accederse en coche -incluso algo más adelante. Sin embargo, hemos preferido partir del casco urbano, aparte de por conocerlo algo más, porque de esta forma la ruta finaliza cuesta abajo, que siempre resulta más cómodo.

Seguimos subiendo junto a unas instalaciones deportivas y accedemos a un camino vecinal asfaltado que irá pasando junto a diversos caseríos. Dejamos un desvío por la izquierda y vamos teniendo cada vez mejores vistas. Llegamos así a una extraña EXPLANADA, con una especie de graderío a la izquierda,
Explanada y continuación del camino
una de esas cosas insólitas que uno se va encontrando en los montes y sobre las cuales siempre reclamamos información adicional a nuestros lectores… sin respuesta. A su lado se encuentra el muro de la pequeña presa de Elexalde, que acentúa el aspecto misterioso del lugar.

Seguimos de frente por otro camino también asfaltado en subida, y ya encontramos la primera de las señales de la ruta Altamira –que quizá convendría instalar algo más abajo. Ahora vamos llaneando por un pinar a media ladera del Ganguren. Tras haber pasado junto a sucesivas casas, la carreterilla termina junto a otra de ellas y, al otro lado de una rudimentaria barrera, se convierte en sendero de tierra, para alivio de quienes no gustamos demasiado del asfalto.
 
Fin del asfalto
Sendero y señal
Continuamos bajo arbolado y prácticamente en llano, por un cómodo camino, en otoño cubierto de hojas. Por la izquierda vamos dejando algunos desvíos por los que se remonta ladera arriba. El bosque tiene el aspecto clásico de la zona, con abundante matorral enmarañado y seco, mostrando un alto grado de abandono. No debería extrañarnos que la falta de limpieza del sotobosque originase algún incendio, y de hecho más adelante encontraremos vestigios de algo así.

Finalmente salimos a zona más despejada, junto a algunas granjas y con vistas hacia el Este, y el camino gira a la derecha para empezar a bajar. Tenemos cerca la carretera que desciende hacia El Gallo, y al fondo contemplamos las siluetas de los montes de Durango y Oiz. Pasamos junto a otro caserío y, después de otro trecho de sendero bajo el pinar, desembocamos en una pequeña explanada pegada a la carretera, con un banco y barbacoa. A lo largo de este último tramo parece que se encuentran algunos bunkers y restos del Cinturón de Hierro, pero como no conocemos bien la zona y tampoco hay señalización alguna, no podemos dar más datos al respecto.

Siguiendo las flechas, tiramos hacia la derecha, y continuamos rodeados del entorno boscoso anterior. Pasamos un regato y poco después la zona con árboles quemados a la que nos referíamos antes; entre ellos, por cierto, un curioso y muy viejo pino que parece una escultura moderna, ligeramente fantasmagórica. De nuevos nos aproximamos a la civilización, en las proximidades del barrio de Altamira, que da nombre a la ruta.

En efecto, salimos a otra vía asfaltada por la que circulamos unos minutos, hasta que las señales nos dirigen a un agradable camino verde, un estrecho senderito que va ladeando con suavidad. Tras una nueva salida al asfalto, ahora cerca del barrio de Olabarri, encontramos un panel informativo que nos conduce de nuevo bajo arbolado, en dirección al CAMINO REAL.

Camino real
El sendero se desdobla y tomamos el que discurre más bajo, por la izquierda, progresando como por una pequeña trinchera. Si nos fijamos bien, en el firme se advierten las piedras dispuestas para facilitar el paso de los carros, aunque de forma menos nítida que en otros lugares (Santa Águeda o Mekoleta, por ejemplo).Es este el pequeño tramo de calzada real que subsiste, quizá la parte más vistosa de la ruta, y finaliza al reunirse los dos caminos.

VARIANTE: Si optamos por el otro brazo del sendero, podremos acercarnos a contemplar el horno de Isasi, otro de los hitos interesantes de la ruta. Las distancias son tan cortas que tampoco hay problema en recorrer primero uno de los senderos y después el otro, para conocer las dos cosas.

Puente sobre el verde
Accedemos después a un pequeño claro con mucho verde y un puentecito de madera que salva el arroyo Isasi. Nuevo senderito estrecho y otra vez salimos al asfalto, ahora de forma definitiva, junto a la trasera del restaurante Aretxondo que habremos visto al subir. Por su amplio parking salimos a la carretera y aquí, girando a la izquierda, tomamos el camino inicial para volver al punto de partida (a la derecha si hemos partido de Andra Mari).

Vistas al sur

Paseíto fetén para domingueros, mitad montañero mitad cultureta, todo en proporciones muy light, pero excelente para acabar con unos potes en el siempre jatorra y bullicioso Galdakano.

2 comentarios:

  1. Kaixo, aunque ya escriba ya mucho sigo haciendo haciendo alguna ruta de las tuyas, y molan. Me comenta mi primo de Galdakao que lo de la explanada era 1 antiguo campo de tiro, no sabe mucho, pero hombre, es de Galdakao de toda la vida :). Y mañana mismo quizás hago esta ruta, ya te contaré.

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  2. Genial, Igortxu, gracias por la información! Me encanta que los lectores nos aporten datos que no conocíamos.

    La ruta en sí, si eres un poco montañero, no es gran cosa, pero puede ser un paseíto agradable, ya nos contarás.

    Saludos!

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