sábado, 27 de julio de 2013

Travesía de Sasiburu

La cordillera de Sasiburu discurre paralela al curso del Kadagua, como desprendiendose de la impresionante mole del Eretza, hasta morir suavemente en el municipio de Barakaldo. Sus sucesivas cimas apenas alcanzan los 500 metros, y el cordal señala la divisoria entre la localidad fabril y Alonsotegi. Pese a su modesta altitud, su privilegiado emplazamiento ofrece magníficas panorámicas sobre el Gran Bilbao, el barranco del Regato y el muy cercano Argalario, los montes de Triano y buena parte del macizo del Ganekogorta.

La travesía que exponemos es una clásica ruta montañera que, sin excesivo esfuerzo, recorre estas pequeñas cumbres, compartiendo la parte inicial con el tradicional trayecto de los romeros que desde Barakaldo se aproximan cada año a la ermita de Santa Águeda, situada en la falda de estas amables elevaciones. Parcialmente compartimos también el trazado del PR BI-101

            DISTANCIA: 13,2 kms 
DESNIVEL: 520 m. (40-560)  CENTENARIO (Arroletza y Ganeroitz)
DIFICULTAD: Media 12 (5-5-2)  Desnivel acumulado / Rampas del 20-30%
ITINERARIO: lineal  Inicio: Metro Cruces (Barakaldo)  Final: Lazkao-Zaramillo (Gueñes)
VIAS:  Urbanas, carretera, senderos y campo a través
ACCESOS: Ida: Metro Bilbao estación Cruces/Gurutzeta
                 Vuelta: Bizkaibus A3311, A3342 y A3342 parada Lazkao Km. 11
ENLACES CON Eretza, Peñas Blancas
Más info:
Guía cartográfica de Bizkaia mapas 24-32-33





            Antes de empezar hay que hacer un par de apuntes. Si uno mira el mapa y el perfil de aquí arriba puede tener la sensación de que estamos ante una versión bizkaitarra del Ironman. Nada más lejos. Estamos hablando de desniveles máximos de 400-500 metros, o sea, montecitos de dominguero. Y aunque haya muchos triangulitos amarillos, algunas de nuestras cimas son casi imperceptibles. Cierto que el sube-baja casi continuo nos hará sudar un poco, pero bueno, para eso estamos en un blog de senderismo, o cosa similar.

También habrá observado el lector despierto que ponemos ‘enlace con’ el Eretza, de lo que agudamente puede deducirse que el plato realmente fuerte del menú lo dejamos como opción, así que el conjunto queda de esta forma rebajado a algo muy asequible.

Y vamos ya con ello.

            Del asfalto al monte

Arrancamos de la plaza de Cruces en Barakaldo, justo al lado del hospital, lugar inmejorablemente comunicado por carretera, bus o Metro. Por un costado del edificio sanitario tomamos la calle La Paz, que emerge de debajo de la plaza, para cruzar la pasarela sobre la A-8. Junto a la rotonda que encontramos podemos distinguir un cartel color lila que indica hacia Santa Águeda (izquierda), por donde seguiremos.

Llegando a Basatxu
Tras una suave subida, el camino se bifurca y hay que tomar la vía que sigue por la derecha en dirección hacia Osalan, entre otras indicaciones. Seguimos subiendo y vemos un depósito de aguas gris por la derecha, con las primeras vistas sobre Bilbao y la ría. Junto al depósito hay otra bifurcación, donde tomamos el camino de la izquierda, con desnivel algo más pronunciado. Por aquí seguimos hacia sucesivas casas dispersas, ladeando con vistas a las estribaciones del Arroletza, que tenemos de frente. Llegamos así al barrio de Basatxu, junto a otro gran depósito verde, con un mojón del Camino de Santiago.

Accedemos a una carretera que cruza de izquierda a derecha. Desviandonos por la izquierda nos dirigiríamos hacia Santa Águeda y, dando un pequeño rodeo, enlazaríamos con nuestra ruta; pero vamos a
Inicio del sendero
buscar una alternativa más interesante. Prácticamente de frente según hemos llegado tenemos que buscar un senderito no muy visible (SENDERO) que se interna en el monte bajo arbolado, y por él seguiremos, ganando metros con suavidad mientras atajamos.

Tras el largo trayecto de asfalto, resulta reconfortante progresar por este caminillo más bien agreste y montañero, con el firme de roca pelada bastante resbaladiza, que avanza por lo que parece un lindero entre dos fincas. La subida es divertida aunque requiere cierto cuidado si el suelo está mojado. Desembocamos así en una pista de cemento que viene desde Santa Águeda, y que tomamos hacia la derecha, para continuar subiendo cómodamente. Ahora seguiremos el trazado de la entrada Arroletza.

Argalario y embalse de Gorostiza
Vamos describiendo una amplia curva por la ladera, con excelentes vistas, dejamos por la derecha un caserío y cruzamos un destartalado paso canadiense. Junto a una campita donde se suelen aparcar coches, el firme pasa a ser de piedrilla, y encontramos por la izquierda el sendero de tierra (DESVIO-1) que hay que tomar para abandonar el camino principal. La pista que dejamos irá recorriendo toda la sierra por su vertiente norte, a espaldas de las cimas, y nos la volveremos a encontrar bastante más tarde.

 
Pala del Arroletza y vista sobre la ría
Pasamos ya a zona verde en una especie de pasillo entre arbolado, y enseguida desembocamos en el collado de La Llana, al pie del Arroletza, la primera de las cumbres de la jornada, y quizá la que más esfuerzo nos va a requerir. Aquí nos reunimos con el trazado del PR BI-101, cuyas marcas nos acompañarán durante un buen rato. Junto a un poste con señales atacamos la larga rampa que, siguiendo los postes amarillos de un gaseoducto, se encamina a la cima. La pala, dividida en dos tramos, discurre a pleno sol y no da tregua, así que conviene llevarlo con calma y, como siempre decimos, buscar el ritmo adecuado a cada uno.


Cima
Una vez arriba, encontramos de frente una especie de misterioso cercado con un seto y unos bancos en su interior (un día haremos un catálogo de las cosas raras que vamos descubriendo) y por la derecha, sobre un pequeño roquedo, la cima con su buzón (ARROLETZA, 454 m.), y nuevas panorámicas que podemos admirar mientras recuperamos el resuello.


          A tachar cimas

Tomamos el senderito bien marcado que sigue en dirección Oeste, ladeando siempre con estupendas 
Tellitu
vistas y prácticamente en llano. Hay que estar atentos, porque una traza de sendero que sale por la izquierda nos conduce enseguida, y casi sin darnos cuenta, a la segunda cima (TELLITU, 458 m.) que, a falta de buzón, sólo cuenta con una especie de mugarri y un modestísimo cartelito. Aunque supera en unos metros al Arroletza, ni siquiera aparece en algunos mapas.

A partir de aquí tenemos un entretenido tobogán con varias subidas y bajadas, y la poderosa imagen del Ganeko y sus
Sasiburu frente al Ganeko
estribaciones norteñas siempre a nuestra izquierda, al otro lado del valle. El último de los repechos nos coloca directamente en la tercera minicumbre SASIBURU (459 m.), punto estratégico que merece unos minutos de atención. Unos metros bajo el mojón y el simpático buzón, encontramos una mesa de orientación que mira directamente al Kadagua y el Ganeko. Pero además, en la dirección que llevamos desde hace un rato (Oeste) podemos divisar el resto de la ruta montañera que nos espera, con todos sus hitos bien visibles, como en la foto:


La elevación que tenemos más próxima es el espolón rocoso de Ezpelarri, una airosa y solitaria cresta que parece incrustada en la ladera, unos 100 metros por debajo de donde estamos. Desde Sasiburu tiramos para abajo por la vía directa, sin camino, en un descenso potente entre algunos helechos, piedras y pequeño matorral. Sólo al final encontramos una trocha que nos facilita un poco la última parte de la bajada.   

Ezpelarri desde Sasiburu
Llegamos así a la base de las peñas, que hay que rodear para atacar la cima por el lado del valle (EZPELARRI, 362 M., también llamado Peña del Buitre).

VARIANTE: Lo cierto es que la cresta es bastante más vistosa desde la distancia que in situ, donde tampoco mejoramos las perspectivas que teníamos desde Sasiburu. Y considerando que la visita nos obliga a bajar primero y recuperar después esos 100 metros, de no ser que tengamos interés en coleccionar cimas, tampoco perderemos nada si nos saltamos ésta. En tal caso, en vez de descender desde Sasiburu en dirección a la peña (sur), lo haremos hacia el verde collado Salgeta (Oeste) que tenemos a la vista, con la pista que viene junto al cordal, tomando uno de sus brazos como en adelante se indica.

Desde Ezpelarri hay que tomar un muy visible sendero de tierra por el que remontar casi la totalidad de la altitud que hemos perdido desde Sasiburu. Por el lado contrario al de llegada descendemos un poco más para cruzar el arroyo Ezpelarri (a menos de 350 m.), con un abrevadero-bañera, y tomamos la nueva subida. A mitad de la ascensión hay una bifurcación (DESVIO-2), en la que tomamos el camino de la izquierda, que sube con más fuerza y recorta unos metros el recorrido.

Salimos así, tras un tramo más o menos duro, a la conocida pista que va bordeando toda la cordillera, y que habremos alcanzado directamente bajando de Sasiburu si no nos hemos acercado al espolón. En unos pocos metros abandonamos de nuevo el amplio camino para dirigirnos directamente hacia la ya visible cruz de
Cruz de Goikomendi y montes de Triano
Goikomendi. Por cierto, en la verde campa a su derecha se observan dos hoyos casi perfectamente circulares, como si procediesen del impacto de dos obuses.

En la zona conocida como el Copetillo, pasamos un cruce con el camino que sube desde Zamundi (DESVIO-3) y, casi en línea recta y siempre en dirección Oeste, superamos otra suave pendiente, pegada a una valla, y alcanzamos la blanca cruz (GOIKOMENDI, 391 m.), cuyo nombre correcto parece ser el de Humilladero (aunque la Cartografía de Bizkaia lo llama Karabiñabi). Puede que ni siquiera se trate de una cima como tal, pero es un lugar bien identificable por cualquiera que conozca la zona, y además nos ofrece muy hermosas vistas prácticamente en todas direcciones.

Peñas Blancas
De nuevo bajamos hacia la pista, que ahora cruzamos en dirección a un sendero terroso que se interna en el karst de Peñas Blancas, que tenemos de frente. El avance por el roquedo es sencillo y divertido, bien buscando los pasos más sencillos, o siguiendo algunas marcas amarillas que nos guían a través del lapiaz. El último tramo es algo más empinado y discurre mayoritariamente por la hierba. Justo antes de alcanzar el pequeño promontorio rocoso donde se ubica la cima, encontramos la profunda hendidura de una cueva, que también podemos explorar rodeandola por un costado para encontrar el acceso. Con cuidado de no dejarnos un tobillo en las grietas y surcos que se extienden por todas partes, llegamos así a la nueva cumbre (PEÑAS BLANCAS, 469 m.).

Ganeroitz, y para casa (o seguimos?)

Nos queda el postre: la subida al Ganeroitz por la vertiente oriental, una verde ladera que, sin variar el rumbo que llevamos todo el tiempo, tenemos a la vista, con arbolado por la izquierda y la pista, que continúa por la derecha… y que en cualquier momento podemos tomar como escapatoria si el trayecto se nos hace demasiado exigente.

De la cima de Peñas Blancas bajamos campo a través y cruzamos en perpendicular un camino para acometer el ascenso por la despejada rampa. Conviene tomarlo con tranquilidad, porque la pendiente ronda el 30%, y nos puede pesar la distancia y desnivel que ya llevamos encima. El perfil es algo más benévolo por el lado derecho, aunque por la izquierda, cerca de un vallado, encontraremos algo de sombra. Tras unos minutos de esforzada subida, atisbamos ya en lo alto el mojón, el lauburu y los buzones, con el Eretza emergiendo detrás en una imagen fantástica.

Hemos alcanzado la última cumbre del día (GANEROITZ, 560 m., también conocido como Apuko), asimismo con espectaculares panorámicas: el macizo del Ganeko por el sur, Argalario y los montes de Triano hacia el norte, gran parte de la ría y el Abra, y por supuesto, el hermano mayor, el Eretza, dominando el horizonte hacia el oeste.

Ganeroitz (Apuko)
VARIANTE: Aparte de la ruta que indicamos después, desde el Ganeroitz tenemos diversas opciones para terminar la marcha. Si queremos regresar al punto de partida, la más fácil es bajar a la pista que nos ha venido acompañando y, prácticamente en llano y faldeando toda la cordillera, volvemos sin esfuerzo al punto en que la abandonamos al principio (DESVIO-1) para regresar a Basatxu y de ahí a Barakaldo. O también, descendiendo la última rampa por el ligar de subida, tomar la pista que habíamos atravesado hasta el cruce de señales (DESVIO-3) y de ahí bajar a Alonsotegi por Zamundi (ver camino de vuelta en la entrada Peñas Blancas)

Aunque podemos deshacer la subida por el mismo trayecto para retomar la pista, atajaremos bastante descendiendo por la vertiente norteña. Según empezamos a bajar, vamos desviandonos hacia la izquierda hasta encontrar otra rampa herbosa que cae con pendiente muy pronunciada. Por ella seguimos, descendiendo vertiginosamente entre pequeños matojos y helechos, para salir nuevamente a la omnipresente pista, que ahora tomamos hacia la izquierda.

En unos minutos de suave descenso llegamos a un cruce (DESVIO-4), donde tomamos una pista de cemento por la izquierda. Ya en un tranquilo paseo llano, pasamos una solitaria casa, un pajar y una sima minera, para alcanzar el pequeño barrio de Saratxo, con su ermita de San Sebastián en una campita por la izquierda.

Ermita de San Sebastián en Saratxo
Atravesamos el barrio para salir a la carretera en una curva, y aquí tenemos que detenernos un momento. Normalmente, en este punto tomamos la carretera que desciende por la izquierda para, en cosa de 3 kms. alcanzar la carretera general donde finalizamos la ruta. Sin embargo, la última vez que estuvimos por allí, este acceso estaba cortado por obras, y no sabemos si era practicable a pie. Se había habilitado un desvío por la derecha, en ligera subida, que daba un rodeo algo mayor, aunque finalizaba en el mismo sitio. Así que, dependiendo del estado actual de esa vía, deberemos optar por uno u otro camino.

VARIANTE: Ahora sí, a los que se les haya quedado pequeño el trayecto, pueden resarcirse subiendo al Eretza, el boss de la zona, que hace de vértice entre la cordillerita que hemos recorrido y los montes de Triano. El camino empieza precisamente en la carretera nueva que acabamos de describir (subiendo por la derecha al salir de Saratxo) y está descrito en la entrada Eretza. Así que el que quiera algo de monte serio, éste es su momento.

Si se puede transitar por la carretera tradicional, el descenso es más directo; por la nueva la distancia es algo mayor, debiendo girar a la izquierda (siempre en bajada) en el primer cruce, y describiendo lazos más amplios. Finalmente los dos caminos se reúnen, para llegar a un cruce junto a unas casas, donde tiramos por la derecha para descender los últimos metros hasta la carretera general, donde damos por finalizada la ruta.

Frente al centro comercial Km. 11 está la parada del Bizkaibus o, si preferimos el tren, siguiendo unos 500 metros hacia la izquierda, llegamos a Zaramillo donde, además de encontrar algún bar, tenemos una parada de FEVE para volver a Bilbao.

La excursión es ideal para conocer toda esta agradable sierra de una tacada con un grado de esfuerzo muy asequible. Pero también para chulearnos con los colegas de que hemos hecho una travesía y coronado siete cumbres… aunque sin mencionar que estamos de vuelta en casa a la hora de comer.

2 comentarios:

  1. bonita ruta para pasar la mañana y comerte dos centenarios del catálogo de cimas. En Marzo la hice yo y el senderito del principio no veas como resbalaba.... dentro de unos dias tendré preparada mi siguiente entrada del blog, con sorpresa!!!!

    un saludo

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  2. Buenoooo aspaldiko, que llevabamos tiempo sin saber de ti. Jeje, el sendero ese tiene truco, yo también me llevé algún patinazo guapo, pero apetece después de tanto asfalto.

    Sobre tu próxima entrada, me temo que tendré que esperar a verla, porque me piro ya mismo y voy a estar desconectado total unos cuantos días.

    Hasta pronto.

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