viernes, 3 de octubre de 2014

Atxarte

La enorme muralla calcárea que cuelga de Anboto constituye una de las imágenes más recurrentes del paisaje montañero de Bizkaia, y tal vez de todo Euskadi. Hablamos de soberbias paredes de roca desnuda, de nombres antiguos de la mitología vasca, y de crestas, pasos y cumbres que han dejado su huella, a veces trágica, en la historia del montañismo local.

Justo a los pies de esta mole discurre el profundo desfiladero de Atxarte, que recorremos en esta ruta. Arrancamos junto a las conocidas vías de escalada de Untzillatx, y transitamos después por ambas márgenes de la quebrada, primero junto a las redondeadas laderas de Urkiolagirre y después en la falda misma de los gigantes calizos, de cuya espectacularidad disfrutamos en primerísimo plano.

              DISTANCIA: 8,5 km.
            DESNIVEL: 310 m.  (310-630)
DIFICULTAD: Baja 6  (3-3-0)
ITINERARIO: circular  Inicio y final: Cantera de Atxarte (Abadiño)
            VIAS: Senderos y pista de gravilla
ACCESOS: En coche, desde Bilbao, autopista dirección Donostia salida Durango. Se sigue la N-634 dirección Donostia y se toma el desvío hacia Abadiño-Elorrio-Arrasate (BI-632) Pasado el centro de Abadiño se toma el desvío por la derecha hacia Mendiola y Sagasta. Se sigue sin ninguna desviación hasta la cantera.
TRACK:  http://es.wikiloc.com/wikiloc/view.do?id=7930673 (ojo, con error en la cabecera del barranco)
Más información:
Guía cartográfica de Bizkaia mapas 58-59


        

           Las últimas décadas de historia de la cantera de Atxarte, enclavada en el corazón del Parque Natural de Urkiola, han sido un rosario de incidencias de todo tipo: económicas, políticas, medioambientales… Este escueto blog lo ilustra con fotos y nos reenvía a algunas noticias sobre las distintas vicisitudes del asunto. La penúltima de ellas se recoge aquí y pone de manifiesto que tampoco hay acuerdo sobre cómo recuperar ese espacio singular. En fin, más o menos lo de siempre.

Ermita del Santo Cristo de Atxarte
El caso es que toda la zona que vamos a recorrer acoge algunas de las vías de escalada más famosas de Euskadi, unas en el mismo Untzillatx, en cuya falda se ubica la cantera, y otras en el cercano Astxiki, a donde nos acercaremos luego. Así que, aunque nosotros nos limitemos a caminar y mirar, todo alrededor respira ambiente de monte y aventura.

Sin mucho problema encontraremos sitio para aparcar junto a la misma cantera, y en unos pasos tenemos por la derecha la pequeña ermita del Santo Cristo (Atxarteko), edificio minúsculo, aunque severo y con carácter. Al lado se encuentran los restos de un viejo molino, y podemos también ver una placa conmemorativa dedicada a los investigadores Barandiaran y Aranzadi. También vemos y escuchamos el discurrir de las aguas del arroyo Mendiola (también denominado Atxarte), que es el que orada todo el barranco. Estamos en lo más profundo de la garganta, por lo que casi siempre domina la sombra y la humedad.

Camino de subida
Unos metros más adelante de la ermita hay una BIFURCACION, en la que tomamos el camino de la derecha, que indica tres kilómetros y pico hacia Txakurzulo –aunque por la izquierda haríamos el mismo recorrido, pero en sentido inverso. Cruzamos el río por un puente de piedra y tomamos un camino pedregoso que asciende moderadamente, siguiendo la antigua calzada que se dirigía hacia Urkiola. Vamos en principio en dirección sur, con Untzillatx a la espalda y Astxiki, con sus fotogénicos espolones, por la izquierda.

Astxiki y Alluitz

Poco a poco, vamos variando el rumbo, girando lentamente hacia el oeste, y por tanto, alejandonos cada vez más del río, mientras vislumbramos por la izquierda la verde y redondeada cima de Urkiolamendi (Urkiolagirre). Estamos ahora bordeando el pequeño Elosumendi (derecha), y nos dirigimos hacia la carretera que sube hacia el alto de Urkiola, como indica un cartelito. Por la izquierda tenemos ya algunas excepcionales perspectivas del Alluitz, con sus dos horcadas bien visibles en la silueta del cresterío.

Caserío Santigaztelu junto a la carretera
Llegamos así a pocos metros de la ya visible carretera, junto al caserío SANTIGAZTELU. Dejamos primero por la izquierda una langa (por aquí se atajaría, pero nos meteríamos en zona de explotaciones forestales, con riesgo de no encontrar la continuación de la ruta, puedo asegurarlo) y avanzamos un poco más para encontrar por la izquierda un camino, ancho y herboso, que se va alejando de nuevo del asfalto, con un par de troncos que forman una barrera para vehículos. A la espalda, el soberbio Untzillatx muestra en todo su esplendor la conocida Gran Diagonal.  

Unos escaloncillos y otra barrera de madera nos dejan en un nuevo cruce señalizado. Aquí giramos a la izquierda, dejando por la derecha la carretera y el refugio de Txakurzulo, cuya indicación teníamos desde un principio. Tras un paso canadiense, continuamos por una amplia pista de piedrilla, prácticamente llana o en ligero descenso, y sin apenas vistas por el arbolado. O sea, un poco aburrida, aunque cómoda y relajante.

Estalactitas vegetales
En este tramo nos vamos entreteniendo con las cosas que vemos: seteros que salen de recolección a principios del otoño, una estela funeraria, las aguas ferruginosas que caen por la ladera formando una especie de estalactitas, un tendido eléctrico que se abre paso hacia el collado de Artola, al otro lado del desfiladero, que veremos de cerca después, el tremendo perfil del Alluitz…

Arroyo Mendiola
Así llegamos a una cerrada curva, con el arroyo Mendiola que cae por la derecha en la cabecera del barranco, al pie del collado de Asuntze. Como indicamos arriba, por esta zona el track se nos volvió un poco loco, lo que  a veces ocurre en las zonas de sombra; pero la ruta no ofrece ninguna duda: giramos de nuevo hacia el norte, y seguimos la pista, ahora con algunas perspectivas nuevas: parte del macizo de Eskuagatx por la izquierda y, algo más adelante, Mugarra y de nuevo Untzillatx. Unas panorámicas casi alpinas, que le dan interés a la caminata.

Desvío hacia Genzelai
Pasamos una fuente y enseguida encontramos un DESVIO por la derecha que indica hacia Genzelai. Aunque podríamos seguir simplemente el trazado principal, merece la pena tomar esta variante, porque disfrutaremos del momento más atrayente de la excursión. Así que tiramos por la derecha y volvemos a subir ligeramente.   

Junto al sendero se ven por la izquierda algunas bonitas hayas y, de repente, nos encontramos al pie mismo del Alluitz. Tenemos delante los inmensos paredones calizos que parecen escurrirse en grandes pedrizas que se desparraman sólo unos metros más arriba del camino, la soberbia Cóncava, el célebre y terrible Infernuko Zubia (Paso del Diablo)…  En unos minutos llegamos efectivamente a Genzelai, una campita con un vallado, a escasa distancia del ya visible collado de Artola, zona verde entre las dos espléndidas crestas de Astxiki (izquierda) y Alluitz (derecha).

Alluitz, aparentemente a tiro de piedra 

Atravesamos una valla con marcas blanco-amarillas de un PR (es seguramente el PR BI 86, cuyo trazado no tengo muy claro, pero puede coincidir en parte con el
Sendero de bajada
nuestro), y vamos a dar a otro sendero más estrecho y tortuoso, por donde vamos poco a poco perdiendo metros. Con vistas otra vez al Untzillatx, pasamos otro vallado, y desembocamos en la pista anterior, junto a un pequeño aparcamiento.

Ya no queda más que descender los últimos metros, y nos encontramos de nuevo en nuestro punto de inicio, junto a la ermita y la cantera.

           Seguro que el paseo nos ha gustado. Pero por pequeño que sea el virus montañero que llevemos dentro, fijo que nos ha picado la tentación de adentrarnos en esos colosales parajes que acabamos de divisar tan cerca. Quizá en otra ocasión.

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