jueves, 17 de septiembre de 2015

Pico Ramos

El castizo barrio de Pobeña, perteneciente al municipio de Muskiz, se acomoda en un pequeño valle, protegido al norte por las lomas que lo separan del mar, y recostado por el sur sobre pequeñas colinas que jalonan la franja prelitoral. El enclave, directamente comunicado con la marisma del Barbadun y la playa de La Arena, ofrece un animado ambiente los fines de semana, además del siempre atrayente carácter que imprime la fusión entre el mundo rural y el marítimo.

Además del muy conocido recorrido del paseo de Itsaslur, que también se inicia en Pobeña, podemos recorrer sin esfuerzo las modestas elevaciones que nos rodean por el interior, a través de caminos poco frecuentados. Completamos la ruta por otros barrios muskiztarras para obtener una imagen integrada de los elementos que componen su paisaje.

               DISTANCIA: 8,2 km.  
            DESNIVEL: 230 m.  (0-229) 
DIFICULTAD: Muy Baja  5 (2-3-0)
ITINERARIO  (circular)  Inicio y final: Pobeña (Muskiz)
            VIAS: Urbanas, pista de cemento, senderos de tierra, campo a través
ACCESOS: Desde Bilbao en coche, autopista dirección Santander, salida Muskiz, y tomar desvío a la derecha hasta Pobeña. Bizkaibus A3335 (desde Muskiz) y A3336 (de Bilbao a la playa de La Arena, y de ahí unos 500 metros a pie)
            ENLACES CON Itsaslur
TRACK: Wikiloc
Más información:
Guía cartográfica de Bizkaia mapas 13-14



           
Albergue e iglesia en Pobeña
Pobeña se encuentra en el itinerario del Camino de Santiago –que continúa por el conocido paseo de Itsaslur- y cuenta con un coqueto albergue. Si hemos venido en coche, podemos dejarlo en un amplio parking junto a la iglesia de Nª Sra. del Socorro, aunque en fines de semana de buen tiempo, más nos valdrá llegar pronto, porque la cosa adquiere bastante complicación.

 Tomando como referencia el citado albergue, seguimos unos pasos hacia la iglesia y giramos a la derecha para cruzar el cauce del desangelado arroyo Harana (o Valles). Tomamos un camino que sube entre casas y de nuevo tiramos hacia la derecha, junto a algunos caserones de buen porte, para tomar una rampa de cemento que finalmente se convierte en sendero de tierra.

Rampa junto a la autopista
Dejamos por la izquierda la canalización de lo que debe ser el arroyo anterior y ya vamos a pasar bajo el tablero de la autopista, muchísimos metros por encima de nuestra cabeza. El camino gira a la izquierda y sube, en un entorno bastante degradado y poco apetecible. Detrás de Pobeña se distinguen muy bien las ruinas del antiguo lavadero de mineral de Campomar. Justo al lado de la autopista tomamos una rampa de cemento que sube con fuerza. La pala resulta dura, con una pendiente que andará por el 30%, junto a la carretera y sin una sombra, con lo que en días soleados debe ser un infierno, aunque tampoco es muy larga. A cambio, ya tenemos las primeras vistas sobre la playa de La Arena y Lucero, que luego veremos mejor.

Pobeña desde la subida
Lo que vamos a recorrer es una zona prácticamente copada por explotaciones ganaderas, lo que nos obligará a traspasar sucesivos cierres de fincas. Dicho y hecho: justo donde finaliza el cemento, en una curva aparecen dos vallados, uno por la izquierda, con una puerta metálica, y otro de frente, en formato alambrada, que es el que debemos atravesar.

Ahora empezamos a ascender, con la alambrada por la izquierda, y en unos 50 metros, junto a un grupito de árboles encontramos un paso, y nos vamos al otro lado del cierre. Seguimos subiendo, con la valla ahora a la derecha, por el trazado algo difuso de una trocha, hasta un nuevo cierre que atravesamos por una puerta practicable que deberemos cerrar correctamente. Porque estamos ahora dentro de una finca con unos cobertizos que constituyen una granja de cerdos. Los gorrinos se nos acercarán, quizá en busca de comida, aunque yo creo que no se les debe dar nada. La explotación porcina es algo bastante infrecuente en nuestros montes, aunque unos minutos después veremos otro ejemplo.

Últimas lomadas
Seguimos un senderito estrecho, siempre pegado a la alambrada, y ahora hay vacas al otro lado del cercado. Aquí tenemos una buena perspectiva sobre el extremo oriental de la costa de Cantabria, incluido el Cerredo, y por levante, sobre el Serantes, Montaño y Petronor, el paisaje durante prácticamente todo el trayecto. De frente aparece una nueva langa (VALLA), que también atravesamos, y ya queda claro que sólo nos resta una última lomada verde para alcanzar la cima.

Punta Lucero y playa de La Arena




Cima, con Montaño y Serantes al fondo
Enseguida distinguimos el mojón, y sin mucho esfuerzo alcanzamos la cumbre (PICO RAMOS, 229 m.), con el vértice roto, una placa conmemorativa y un buzón que tiene algo que ver con un castillo (quizá el cercano de Muñatones). Aparte de lo ya mencionado, contemplamos parte del casco urbano de Muskiz, con Mello al lado y más al Este las últimas estribaciones de Triano. 

De paso comprobamos que el nombre de 'Pico' no le cuadra demasiado bien a este montecito que, por el contrario, es verde, mullido y redondito. Y, ya que estamos, aprovechamos para decir que muy cerquita existe una pequeña cueva y un yacimiento arqueológico. Por lo visto, se encuentra como a media ladera en dirección NE, o sea, aproximadamente encima del barrio de San Julián que luego veremos.

Janeo y posible (?) bajada
Ahora toca bajar. En dirección Oeste vemos muy cercana una colina coronada con una antena: es el Janeo, bajo cuya falda circula un camino vecinal, que será por donde continuaremos. Para llegar a él, una primera posibilidad es bajar todo derecho hacia el camino, pero nos toparemos con dos alambradas que parecen más propias de Tijuana o la franja de Gaza; casi todo se puede conseguir, y habrá quien tenga habilidad para superar sin daño este monstruoso cierre, pero parece más lógico recular un poco y evitarlo. Así que retrocedemos hasta la puerta metálica que hemos cruzado antes (VALLA), y ahí tiramos hacia la izquierda, tomamos un sendero de tierra, y desembocamos finalmente en el camino principal, dejando por la derecha una granja de gran tamaño.

Llegando a El Haba
            Digamos que ahora ya se nos terminó lo que es monte propiamente dicho. Nuestro camino continúa por la pista cementada, aunque si queremos visitar la cumbre del Janeo (no nos aportará casi nada, aparte de tachar una nueva cima) tendremos que salirnos y continuar por un senderito paralelo a la izquierda del vallado, para después salvar un nuevo cierre. Pasamos así entre dos cobertizos y una nueva granja con cerdos, y seguimos en ligero descenso en dirección al montículo de La Haba, que se encuentra justo enfrente. Al pie de esta elevación tenemos una nueva cabaña.

            VARIANTE: Traspasando la enésima valla, si abandonamos el camino por la derecha, un sendero bastante difuso nos llevaría de vuelta a Pobeña en algo menos de 2 kms. La trazada es irregular y a veces poco visible, y en su último tramo podemos optar por seguir bien en las cercanías del cauce del arroyo Valles (izquierda), bien retornando al paso del primer vallado que pasamos al subir (derecha).

Camino hacia Cordillas
Continuamos por este camino vecinal, ya con viviendas y huertas cerradas a ambos lados, para realizar un brusco giro a la izquierda en cuanto llegamos al caserío CORDILLAS. Accedemos a una moderna urbanización de chalets, que tiene la virtud de disponer de bancos y alguna fuente, lo que agradeceremos de verdad si el calor aprieta, porque no disponemos de una sola sombra desde que partimos de Pobeña.  

Vamos faldeando los montecitos por los que hemos andado, y desembocamos después en otro camino asfaltado con un bidegorri, que desciende hacia el casco urbano de Muskiz. Llegamos así a la BI-3795, con la hermosa iglesia de San Julián por la derecha, y giramos a la izquierda.

Pico Ramos desde la carretera
El camino discurre paralelo al río Barbadun y a la carretera que bordea Petronor. Existe al otro lado del río un paseo peatonal que también podríamos seguir, pero la verdad es que está tan próximo a la refinería que me parece bastante poco agradable, así que lo ignoramos. Tras pasar junto al peculiar edificio donde se encuentra el restaurante Barbadun, en unos minutos de tranquila marcha llegamos al barrio de San Julián (por cierto, que Muskiz se llamaba antiguamente San Julián de Musques).

Camino antiguo en San Julián
En el centro del barrio vemos un cartel que pone ‘Camino antiguo’ y en esa dirección seguimos, atajando un tramo de carretera. Pasamos bajo el viaducto y enlazamos ya con el ramal que viene de la autopista. Con vistas sobre el río y la marisma, donde hay restos de antiguas construcciones, quizá algún molino (no hemos podido enterarnos), vamos de regreso a Pobeña, donde finaliza la excursión.

Como ya dijimos en otra ocasión, este agradable pueblo es el lugar perfecto para terminar una ruta pedestre: sitio tranquilo, juegos infantiles, paseíto hacia la muy cercana playa, bonita iglesia y marismas. Y, sobre todo, dos o tres bares excelentes para un aperitivo. Après-marche que le llamábamos.

2 comentarios:

  1. siempre encuentro desconocidos pero interesantísimos itinerarios en tu blog!!!! Que gran ayuda estos relatos. Ya espero más y más.

    un abrazo

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  2. Gracias Pedro, se hará lo que se pueda, jeje.

    Saludos.

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