lunes, 19 de diciembre de 2016

Gezala

El arroyo Gezala (o Gesale) nace en la falda norte del largo cordal que cierra desde el noreste el valle de Orozko, conectando con el macizo del Gorbea en el alto de Bikotxgane. Desde allí discurre el curso fluvial, de sur a norte, hacia el valle de Zeberio, reuniéndose con el río del mismo nombre en el barrio de Ermitabarri. En un paseo más cultural que montañero, recorremos el curso del río aguas arriba conociendo imponentes caseríos cargados de historia, fuentes y antiguas casas de baños, mientras divisamos el perfil de algunas de las elevaciones que delimitan el pequeño valle.

            DISTANCIA: 6,2 km. 
            DESNIVEL: 80 m. (150-231)
DIFICULTAD: Ninguna 2 (0-2-0)
ITINERARIO  (ida y vuelta)  Inicio y final: Bº Ermitabarri (Zeberio)
            VIAS: Carretera
ACCESOS: Desde Bilbao en coche, autopista AP-8 dirección Vitoria-Gasteiz hasta salida 1 Arrigorriaga-Miraballes. Se toma la BI-625 y, pasado Miraballes, giramos a la izquierda por la BI-3524 hasta Zeberio. Ermitabarri es el siguiente barrio después de pasar el Ayuntamiento. Bizkaibus A3928 entre Artea y Arrigorriaga
TRACK: Wikiloc
Más información:
Cartografía de Bizkaia Mapa 52
IGN MTN-50-87-Elorrio



San Antonio de Ermitabarri
El municipio de Zeberio, además de belleza, es todo dispersión. Sus numerosos barrios se encaraman
a las laderas que rodean el valle, y apenas se distinguen los dos núcleos de entidad algo más importante, Zubialde y Ermitabarri. Este último parece que fue centro eclesiástico de la zona (ver Iturriza), y precisamente junto a la hermosa ermita de San Antonio de Padua encontramos espacio para aparcar sin mucho problema. Enfrente hay una casa con una vieja bolera y varios caseríos de piedra de los muchos que veremos hoy, con el afilado Untzueta a lo lejos. En el cruce que está justo al lado, perfectamente señalizado, seguimos la dirección indicada hacia Gesale.

Arroyo Gesale
Pronto dejamos un desvío por la derecha junto a un edificio y una flecha indicadora del PR BI-11.1, cuyo trazado seguiremos sin llegar a completarlo. Seguimos siempre por asfalto, aunque rodeados de vegetación y cerca del arroyo Gezala. Por la derecha se observa, en un altozano, la vistosa iglesia de Santo Tomás de Olabarrieta, y más lejos los escarpes de la sierra de Mendigisa. Precisamente, seguiremos una ruta más o menos en paralelo a esta pequeña alineación que enlaza el pico de Garaigorta (junto a Bikotzgane) y el esbelto Untzueta.

Puente junto a la fuente de Uratsa
Aunque casi todo el recorrido lo vamos a realizar sobre asfalto, tendremos ocasión de abandonarlo unos instantes para internarnos por un sendero entre la vegetación. Vamos primero en paralelo al tranquilo riachuelo, deleitándonos con las típicas imágenes del cauce salpicado de piedras y envuelto en arbolado, y pasamos a continuación junto a un puente de madera que sólo parece conducir a la pequeña fuente de Uratsa (llamada de los Huevos podridos), un manantial de aguas sulfurosas bastante conocido en la zona. De hecho, lo cita Iturriza en su 'Historia general de Vizcaya', a finales del siglo XIX, Unos pasos después hay un banco y por la derecha una pequeña área recreativa con un aparcamiento, donde regresamos a la carreterilla anterior.

VARIANTE: Podríamos continuar la ruta junto al arroyo por el sendero anterior sin volver al asfalto, dando un rodeo por la ladera (un ligero sube y baja). Vamos así primero ganando altura y pasando varias manchas de arbolado, sobre una senda limpia aunque rodeada de abundante monte bajo. Accedemos después a una especie de pequeño cordal que se desprende del vecino Murga, y ahí tenemos que girar hacia la derecha, con buenas vistas sobre Kamaraka y Pagasarri, Mandoia, o Legarmendi. Ahora ya bajamos decididamente, accedemos primero a Gesale Goikoa y llegamos enseguida a Gesale, de nuevo en la carretera.

Caserío Gezalabekoa
Bainuetxe
Si no hemos seguido la variante, en cosa de 500 metros llegamos al pequeño barrio de Gezala o Gesale. Nada más llegar, tenemos por la derecha el fantástico caserío Gezalabekoa, según parece construido en 1.550 y ampliado en el siglo siguiente, y que atesora viejas historias de brujería. Un par de caseríos más y en unos metros estamos en el segundo núcleo del mismo barrio, conocido como Bainuetxe. El nombre procede del primero de estos edificios, que fue balneario veraniego desde finales del siglo XIX hasta 1.936, aprovechando las cualidades de las aguas de la zona. Un par de espléndidos caseríos completan el conjunto, último con viviendas que encontramos en la ruta.

El camino, bajo Garaigorta
Porque seguimos progresando, siempre en dirección sur, entre alisos y repoblaciones de pino, con el río ahora por la derecha. De frente se atisba al fondo el arbolado Pikubikotx por la izquierda, y Garaigorta por la derecha. En algo menos de 2 kms. de tranquilo paseo llegamos a una bifurcación con un poste de señales, donde damos por terminado el recorrido.

Si nos ha sabido a poco –que será lo normal-, en otros 2 kms. junto al arroyo Larragoiti y unos 100 metros de desnivel llegamos al caserío Laureta, muy cerca del puerto de Bikotzgane. Y, si aún queremos más, el citado PR BI-11.1 nos conduce después por las laderas del Murga y el barrio de Sarasola, para volver a Ermitabarri en otros 6 o 7 kms. 

viernes, 2 de diciembre de 2016

Pico de las Nieves

A medio camino entre los valles del Agüera y el Asón, un pequeño cordal se desprende hacia el norte desde los picos de Armañón y Jorrios, todavía en Bizkaia. El punto más elevado lo constituye el Pico de las Nieves, un vistoso torreón coronado por una ermita, visible desde grandes distancias. Su altitud y situación privilegiada le proporcionan excepcionales panorámicas hacia los cuatro puntos cardinales.

Aunque las rutas más habituales para ascender esta cima parten de Guriezo, en esta ocasión proponemos aproximarnos a ella desde el norte, en un camino cómodo que culmina con una divertida subida final, todo ello apto para cualquier aficionado.

               DISTANCIA: 7,4 km. 
            DESNIVEL: 430 m. (342-773) CENTENARIO
DIFICULTAD: Baja 6 (4-2-0)
ITINERARIO  (ida y vuelta)  Inicio y final: 7 Kms. desde Ampuero por CA-510
            VIAS: Carretera, senderos de tierra
TRACK: Wikiloc
Más información:
IGN MTN-50-60-Balmaseda



La carretera entre Ampuero y Guriezo es el típico trazado de montaña, un continuo sucederse de curvas de esos que molan a quienes nos gusta conducir, aunque con buen tiempo hay que tener cuidado para sortear a numerosos ciclistas. Justo a medio camino entre las dos simpáticas localidades cántabras (7 kms. en ambas direcciones) encontramos un desvío con la indicación ‘Virgen de las Nieves 5 kms.’ Es aquí donde empezamos nuestra ruta –aunque los más perezosos tienen fácil recortar distancia siguiendo en coche hasta donde les plazca. Las vistas ya son magníficas desde aquí, empezando por el cercano y siempre vistoso Candiano, y la sierra de la Breña.

La pendiente es muy suave, incluso para ser una carretera, y avanzamos entre arbolado que reduce las panorámicas a los pequeños valles y prados que tenemos hacia poniente. Lo que haremos es ir faldeando una pequeña sierra con dos elevaciones coronadas por penachos rocosos (Prado Tejo y Castro Lucio). Por la derecha queda un pequeño barranco y otro brazo, que confluye con el primero en las proximidades del propio Pico de las Nieves, por donde discurre el camino que proviene de Rascón, más cerca de Ampuero. El paseo se hace muy asequible, pasando sucesivas curvas sin ninguna complicación.

Por la derecha, el castro de la Brena
De vez en cuando aparecen bloques de calizas aquí y allá, y vemos un bloque de cemento con un caño que podría ser una rudimentaria cisterna. Pronto el paisaje se abre por la derecha y el arbolado es sustituido por una barandilla de madera. En ese momento tenemos a la vista un gran farallón rocoso tras el cual se encuentra nuestra cima, todavía oculta. Seguimos bordeando la segunda de las elevaciones citadas (parece más pequeña que la primera) sin más aliciente que la vista del enorme escarpe y quizás algún rebaño de cabras que se escurren ladera arriba. Como suele ocurrir, a cambio de camino muy facilito, las emociones son escasas o nulas. Así que aprovecho para señalar que estos cerros que salpican el pequeña macizo reciben el nombre de castros, por lo que a la zona se la conoce también con un nombre que… no consigo recordar.

Última parte de la subida
Pero enseguida terminamos este tramo. Nos encontramos una vieja casa, y por su derecha un murete que fija el lindero y un camino de tierra que claramente se dirige hacia la cresta rocosa. Así que la cosa no ofrece dudas: abandonamos la carretera –que sigue por la izquierda- para tirar por este camino (W), donde una flecha direccional también indica hacia el Pico, 1,3 kms. por un PR.

El firme es ahora abrupto, cuajado de rocas y con algo de barro, y sube moderadamente junto a la tapia. A nuestra espalda se ven con claridad los dos cerros que hemos bordeado y
Camino junto al pinar
la cabaña anterior, y se empiezan a abrir nuevas perspectivas. Llegamos a una zona de pasto salpicada de helechos y arbustos. Aunque podríamos atajar campo a través, resulta más sencillo continuar la trocha hacia la izquierda, en dirección a un pinar que bordearemos unos minutos (en el track se muestra las dos opciones).

Enseguida queda a la vista la cima con la ermita, que parece relativamente lejana. El sendero es cómodo, va faldeando el último peñasco (creo que es La Brena), y se dirige a la base del cono final. Nos acercamos a unas mesas de picnic (derecha), y muy cerca, en el collado de Toril, una explanada cercada con un murito bajo, y una zona techada, todo lo cual parece destinado a la romería del 5 de agosto.

Llegando a la ermita
Giramos a la izquierda y tomamos ya el visible sendero que conduce a la cima (también hay una flecha), no muy empinado, con una fuente, algunas zonas de escalones tallados en la roca, un pequeño mirador y una pared con unas curiosas oquedades. El ascenso es mucho más sencillo de lo que pueda parecer, con paisajes espectaculares, y en pocos minutos alcanzamos finalmente la cumbre (PICO DE LAS NIEVES, 773 m.), junto a la ermita y el mojón. El pequeño edificio, cuya silueta se divisa desde múltiples puntos a kilómetros de distancia, no reviste interés especial, pero su construcción se envuelve en la misma leyenda que se repite una y otra vez cuando se trata de ermitas dedicadas a la Virgen (ya se sabe, eso de que los materiales se veían misteriosamente trasladados desde una primera ubicación hasta la definitiva).

Vista sobre la ría de Treto, con Santoña al fondo
La panorámica es espectacular: hacia el norte distinguimos la ría de Treto, el Buciero, Candiano y la sierra de la Breña, y hacia el Este, la Candina, Oriñón, el valle de Guriezo y el Cerredo. Pero también observamos a lo lejos Luzero, el Ganeko y numerosas elevaciones que se extienden por las Encartaciones. Allí encontramos, girando hacia el sur, los macizos de Jorrios y Armañón, y completamos los 360º con la zona de Karranza (Ranero y Peña del Mazo), y
Valle de Guriezo, entre Cerredo y Candina
el valle del Asón (San Vicente y la sierra de Hornijo), dominando hacia la derecha la mole de Porracolina. Vamos, un repertorio impresionante que puede contemplarse en este video, que incluye la parte final de la subida.



Al otro lado de la ermita se puede bajar a un escarpe (ojo a los cortados) con una cruz y varias placas conmemorativas, una segunda opción para detenernos a contemplar las fantásticas perspectivas con calma y, si es el caso, a echar un trago o despachar el bocata.

Y, volviéndonos por el mismo camino de subida, completamos esta agradable excursión, en la que hemos alcanzado nuestro primer centenario de Cantabria, de los incluidos en el catálogo como ‘zona geográfica aneja a Bizkaia’

sábado, 19 de noviembre de 2016

Akarregi

La comarca de Lea-Artibai es la más oriental de Bizkaia, y los ríos que le dan nombre descienden desde la gran mole de Oiz, serpenteando entre numerosas elevaciones que, en general, no superan los 500 metros. De ellas, Akarregi es la más cercana a la encantadora localidad de Markina-Xemein.

En las afueras de este pueblo, que reúne un aire señorial con arquetipos de la arquitectura vasca tradicional, encontramos la curiosa ermita de San Miguel de Arretxinaga, que conocemos en la ascensión que comentamos a continuación. En el recorrido, junto a caseríos y amplias plantaciones de pinos, disfrutaremos de algunas buenas perspectivas sobre el valle de Artibai y los montes que flanquean su cuenca.  

               DISTANCIA: 7,1 km.  
            DESNIVEL: 350 m. (85-433) CENTENARIO
DIFICULTAD: Baja 5 (3-2-0)
ITINERARIO  (circular)  Inicio y final: Ermita de San Miguel de Arretxinaga (Markina)
            VIAS: Carretera, senderos de tierra
ACCESOS: En coche desde Bilbao, autopista A8 dirección Donostia-San Sebastián hasta salida Abadiño/Markina. Tomar BI-633 dirección Markina/Ondarroa, hasta Markina. Bizkaibus A3512, A3915, A3916
ENLACES CON
TRACK: Wikiloc
Más información:
Guía Cartográfica de Bizkaia mapa 28
IGN MTN-50-63-Eibar



Interior de la ermita
No me resisto a contar que mi recuerdo más antiguo de Markina es de un viaje familiar, del que se me quedó la imagen de la agradable zona peatonal ligeramente inclinada junto al parque, y la Universidad de la Pelota, que me parecía una cosa extraordinaria. Pero, yendo a lo nuestro, diré que, una vez llegados a esta localidad y situados en la margen derecha del río Urko, entre la iglesia de Santa María y la ermita de Arretxinaga podemos encontrar espacio para aparcar sin problemas. La avenida de Xemein nos lleva, siempre cerquita del cauce fluvial, hasta la muy curiosa ermita de San Miguel, también conocida por mí en aquella lejana ocasión. Con su planta hexagonal, casi todo su interior lo ocupan tres enormes rocas que se mantienen en un equilibrio imposible. Como es evidente, todo a su alrededor son mitos y leyendas de distinto tipo, y es un lugar que no debería dejar de conocerse. Pero nosotros vamos al monte.

Camino (izquierda) y torre de Barroeta 
Por la trasera de la ermita se inicia el camino junto al río. Unas balizas señalan una ruta de ‘nordic walking’, pero la ignoramos para encontrar poco después una señal direccional, que indica 50’ hasta la cima. De momento, vamos por carretera sin apenas pendiente, bueno para calentar las piernas. Por la derecha un desvío se dirige a la bonita torre de Barroeta. La carretera se dirige hacia los caseríos de Oxillain (izquierda), pero por la derecha encontramos un DESVIO, que debemos tomar.

Pasamos junto a un cobertizo y el camino ya es de cemento, con algunas vistas sobre los montes del otro lado del valle (Ituiñomendi, Zapola) El camino empieza a empinarse más, y enfilamos una rampa larga y recta, para pasar después un paso canadiense. Estamos bordeando el pequeño alto de Arkiligana, con un barranco por el norte al otro lado del cual se eleva la colina de Gurbiztigana.

Para arriba
En una bifurcación (DESVIO-2), tomamos el camino de la derecha (el que más sube), y pronto encontramos el primer mojón del Camino de Santiago, que seguiremos un rato en sentido inverso. Ya por camino de tierra junto a una alambrada, vemos la loma de Egierregana, que se desprende del propio Akarregi hacia donde nos dirigimos. Pasamos sucesivos cruces tirando siempre por la derecha y entramos de lleno en zona de pinares en explotación, mientras el camino se va haciendo más irregular.

VARIANTE: Si tomamos por la izquierda el desvío más evidente, situado en un pequeño rellano, daríamos un pequeño rodeo por la vertiente norte. Girando luego a la izquierda (sur), no hay más que ir cumbreando para remontar cómodamente los 60 o 70 metros que nos separan del Akarregi.

Entre pinos
Salvo la anterior variante, es mejor no tomar ningún desvío poco claro, porque podemos encontrarnos con caminos muy cerrados que tal vez nos obliguen a un zarzing poco agradable o (mucho mejor idea) a darnos la vuelta. Es lo que suele ocurrir cuando uno intenta ser creativo.

Tras un tramo tranquilo y prácticamente llano de unos 400 metros, desembocamos en un camino de cemento (CARRETERA), que suele ser la subida más habitual desde el casco urbano, y que utilizaremos para el regreso. Una señal marca 6’ a la cumbre, y subimos con buena pendiente y camino poco vistoso, pasando junto a un mugarri que delimita este pueblo y Etxebarria. Un nuevo desvío, también señalizado, nos envía hacia la izquierda hasta que, junto a un tendido de baja tensión, vemos por la izquierda un senderito que arranca junto a una curiosa cruz de piedra.

Cima y buzón
Está claro que ya no queda casi nada. Ascendemos por una trocha cada vez más cerrada y rodeada de vegetación, sin duda la parte más bonita del camino, y de repente nos encontramos en la cima (AKARREGI, 433 m.): un claro de poco más de una docena de metros cuadrados con un buzón con la forma de la ermita de Arretxinaga, todo ello rodeado de árboles y matorral, absolutamente carente de ninguna vista. A salvo de que, en una de esas matarrasas que acostumbran, nos despejen de repente la panorámica, no me ahorraré decir que es posiblemente una de las cimas menos vistosas que he pisado. Al lado contrario de nuestra llegada se ve una sendita bastante cerrada, que es por donde llega la variante antes comentada.  

Vista desde el descenso
Para la bajada, deshacemos el último tramo y continuamos sin desviarnos por el camino de cemento que, en principio, se dirige hacia el visible alto de Irazabal. Ahora seguimos parcialmente el PR-22 que une Markina con el alto de Urkaregi y, ahora sí, disponemos de algunas vistas. En el primer desvío tiramos para la derecha en bajada, siguiendo el PR, que abandonamos enseguida, otra vez por la derecha. Tras un tramo que en ocasiones puede dar la impresión de ser dudoso, terminamos en una pista de cemento que, por la derecha, nos sitúa junto a la iglesia de la Asunción, desde donde retornamos a nuestro punto de partida.


miércoles, 2 de noviembre de 2016

Lumentza

En la costa oriental de Bizkaia, Lekeitio es una localidad que deslumbra por su belleza. Además de contar con un patrimonio arquitectónico notable, se asienta entre las dos pequeñas colinas de Otoio y Lumentza, junto a la desembocadura del río Lea, y está bañada por el mar en la playa semiurbana de Isuntza. Su puerto y su casco histórico invitan a recorrer callejuelas y tabernas y conocer rincones encantadores.

La ascensión al modesto promontorio de Lumentza se completa en pocos minutos, por lo que proponemos combinar el paseo con una pequeña ruta por el litoral. Un trayecto sencillo que sirve de aperitivo para conocer con más detenimiento este hermoso pueblo de Bizkaia.

               DISTANCIA: 2,3 km.  
            DESNIVEL: 115 m. (0-114) TECHO MUNICIPAL (Lekeitio)
DIFICULTAD: Ninguna 1 (1-0-0)
ITINERARIO  (lineal)  Inicio: Playa de Karraspio Final: Iglesia de la Asunción
            VIAS: Carretera, vías urbanas, sendero de tierra
ACCESOS: En coche desde Bilbao, autopista A8 dirección Donostia-San Sebastián hasta salida Amorebieta. BI-635 dirección Gernika y BI-2238 hasta Lekeitio. Bizkaibus A3513, A3512 y A3523
TRACK: Wikiloc
Más información:
Guía Cartográfica de Bizkaia mapa 12




Playa de Karraspio
No nos podemos resistir. Cuando encontramos un monte más o menos cerca del mar, hay que inventar algo para combinar los dos entornos: hacer la ascensión –casi siempre son pequeños- justo antes o después de haber pisado las arenas de una playa nos parece un plan fetén, inigualable, lo más.  Y ésto, fíjate: Lekeitio, uno de los pueblos más atractivos de nuestra costa, donde a veces se deja ver el bueno de Andoni (y su hermana, jeje), con una preciosa playa (y otra justo al ladito), isla accesible, montecito apto para la abuelita, río, marismas, puerto, bares con ambiente y pintxos… para qué más.

Desembocadura del Lea y puente
Así que, si a ustedes les parece, arrancamos de la playa de Karraspio, una gozada total, perteneciente al vecino municipio de Mendexa. La recorremos en dirección a Lekeitio (oeste) hasta la desembocadura del Lea, donde continuamos en paralelo al río hasta el puente de Isuntza, que cruzamos, con una estupenda vista sobre el cauce fluvial. Aquí nos reunimos con el trazado del PR BI-142 y, una vez en la margen contraria, giramos a la derecha hacia el casco urbano.

VARIANTE: Podemos hacer una pequeña incursión tomando el camino contrario, hacia la izquierda, para en unos minutos de trayecto echar un vistazo a un viejo molino de mareas y la hermosa zona de marismas que se encuentra aguas arriba.

La avenida Santa Elena nos conduce casi sin darnos cuenta junto a la playa de Isuntza, aunque recomendaría dejar para la vuelta un paseo más tranquilo para admirar este nuevo arenal, justo enfrente de la isla de Garraitz (San Nicolás), a la que también podemos llegar en marea baja a través de una curiosa pasarela.

Playa de Isuntza e isla de Garraitz

Basílica de la Asunción
Y ya estamos junto a la impresionante basílica de Santa María de la Asunción (o la Asunción de Santa María, no sé). Sin abandonar la calle por donde hemos llegado, justo enfrente de la iglesia arranca una pequeña peatonal en subida, con un cartelito que indica hacia el Lumentza.  Así que no hay lugar a dudas.

Subimos una primera rampa hacia la puerta del cementerio y seguimos luego bordeándolo por la derecha. Nos encontramos aquí con una imagen de la Dolorosa, que da un poquito de cosa. Seguimos subiendo muy suavemente entre la tapia del cementerio y otra de una finca, hasta que encontramos la primera de las cruces del Via Crucis, que en realidad es la nº II. De inmediato pasamos a un sendero rural-montañero entre dos vallados y
Sendero
enseguida llegamos a un viejo depósito de aguas, grande, macizo y con ese aire severo y un poco intimidante que tienen este tipo de instalaciones antiguas. En una escalerilla tiene una inscripción que pone algo así como ‘Casto de Zabala Arquitecto’.

Por el encinar
Ahora nos adentramos en un entorno habitual en zonas costeras: el encinar cantábrico, con un pequeño sendero serpenteando entre las abigarradas ramas de los árboles de pequeño porte y rocas que afloran en el suelo, a ratos cubiertas de musgos. El camino describe varios lazos ganando metros muy poco a poco, y pasando sucesivas cruces, no sabemos si deben ser doce o trece. 

Cruces en la cima
Hay también varios pequeños tramos de escaleras de piedra y, casi sin darnos cuenta, junto a una cruz (no sé qué número es), es obvio que hay que girar a la derecha para acceder fácilmente a la cumbre (LUMENTZA,  114 m.), coronada como corresponde por tres cruces con una barandilla de madera. Cortito, eh? Que para eso es una de las elevaciones más pequeñas (quizá la más pequeña) de las catalogadas como montes en Bizkaia.

Vista sobre el puerto y Garraitz
Arriba tenemos una explanada despejada con algunas vistas, aunque limitadas por la escasa envergadura del montecito y el arbolado que lo rodea: vemos básicamente el casco urbano de Lekeitio, el puerto, la isla de San Nicolás (Garraitz), parte de la playa de Isuntza y la citada pasarela. Tierra adentro (Oeste) se levanta Otoio, que desde esta escasa altura parece incluso algo serio.

Vista aérea
Para bajar hay un atisbo de sendero alternativo, aunque se reúne con el de subida junto al depósito de aguas, en cuyas cercanías se encuentra también la cueva de Garraitz, por lo visto de cierta importancia arqueológica –aunque no tanta en comparación con los muy recientes descubrimientos realizados en otra cavidad en el mismo casco urbano.

Ciertamente, la subida no tiene mucho valor en su vertiente montañera. Pero son tantos los atractivos que nos encontramos a lo largo de esta pequeña ruta, que bien merece la pena acercarnos a conocer esta magnífica localidad costera, y disfrutar, de una tacada, de todos ellos. Una visita más detenida a la playa y el puerto, y un paseíto tranquilo por sus calles, descubriendo nuevos puntos de interés (sin olvidar sus bares, claro), harán de esta excursión una jornada inmejorablemente aprovechada.

viernes, 14 de octubre de 2016

Gorbea

Pocas cosas quedan por decir del Gorbea, cumbre de Bizkaia y Alava, y por eso mismo uno de los montes más transitados de nuestro territorio. Su famosa cruz está en canciones del repertorio popular, y alcanzar su cima es quizá una de las aspiraciones de cualquier aficionado a recorrer nuestras pequeñas montañas. Así que tampoco podía faltar en este modesto catálogo para senderistas locales.

Desde que hace ya unos cuantos años se abrió el acceso rodado hasta Pagomakurre (Areatza), es éste el punto de inicio más concurrido de los muchos que conducen a nuestro gigante provincial. Desde este lugar emprendemos la marcha que, siempre en buena compañía, nos llevará hacia la cima más importante de Bizkaia. Una excursión por paisajes que no olvidaremos y que, con un pequeño esfuerzo, resulta asequible para cualquier aficionado.

                DISTANCIA: 12,6 km.  
            DESNIVEL: 610 m. (870-1482)  CENTENARIO / TECHO MUNICIPAL (Zeanuri)
DIFICULTAD: Media 12 (6-5-1) Rampas del 30%
ITINERARIO  (ida y vuelta)  Inicio y final: Pagomakurre (Areatza)
            VIAS: Pista de tierra, senderos, campo a través
ACCESOS: En coche, desde Bilbao, autopista A8 dirección Donostia, hasta salida Vitoria-Gasteiz N-240. Se pasa Lemoa y Artea, y en Areatza se toma a la derecha la desviación señalizada al Parque Natural del Gorbeia. En 6 kms. se pasa el área de Larreder y en 2 más se llega a Pagomakurre.
ENLACES CON Arraba  
TRACK: Wikiloc
Más información:
Guía Cartográfica de Bizkaia mapa 63
Mapa IGN MTN-50-87-Elorrio


Perfil (ida)

Puede el lector empezar en plan oiga, pero esto no es un blog de rutas para hacer en una mañana? Pues efectivamente, no nos hemos columpiado. Sin necesidad de madrugar mucho, se puede llegar hasta Pagomakurre desde Bilbao en menos de una hora. Le sumamos más o menos dos horitas de ascensión y algo menos para bajar, otra hora de vuelta en coche en plan tranquilo, y como mucho está usted de vuelta para tomar el aperitivo. O sea, que perfectamente se puede hacer en una mañana.

Inicio del camino
(foto de Kikomendi)
Como la primera parte de la ruta coincide por completo con el itinerario hasta Arraba, me remito a lo indicado en esa entrada, sin abundar en demasiados detalles. Recorriendo el aparcamiento de Pagomakurre en todo lo largo, dejamos a la izquierda primero la pequeña ermita de Nuestra Señora de la Paz y luego un refugio, y tomamos la pista que sale por la derecha, amplia y bien señalizada. El camino es cómodo, aunque con tramos de guijarros sueltos, y pasamos junto a algún caserío aislado. Por la izquierda se va abriendo el barranco de Lanbreabe, con estupendas vistas sobre el valle de Arratia, y por la derecha vamos bordeando las faldas de Lekanda, bajo su airoso perfil.

Barranco de Lanbreabe
Hay que hacer una pequeña anotación sobre la meteorología. El tiempo puede variar de forma radical entre lo que encontramos al principio del camino y lo que tendremos más arriba, puede estar totalmente cubierto abajo y despejado después, o justo lo contrario. Así que conviene tomarlo con calma, no agobiarse si empezamos con ambiente gris y hasta lluvioso, ni frustrarse si de Arraba para arriba las cosas se nos ponen feas –muy especialmente cuando falta visibilidad. En ese caso, no olvidemos que estamos por encima de los 1.000 metros de altitud y a veces es mejor darse la vuelta a tiempo.

Señales en Arraba
A media subida, si el tiempo es favorable, ya tenemos a la vista el redondeado perfil del Gorbea y su cruz. Y en poco más de media hora desde el inicio habremos cubierto la primera etapa, llegando a las campas de ARRABA. Es más o menos medio camino, pero no nos engañemos: de ahí en adelante la cosa se presenta bastante más dura.

Como decía en el post señalado arriba, las campas de Arraba constituyen un paraje delicioso, bajo la cima de Lekanda y los escarpes rocosos que cierran el biotopo de Itxina, amables laderas alfombradas y el refugio Ganguren, más o menos en el centro. Un lugar ideal para hacer una pausa. Pero hay que seguir adelante. El camino se bifurca en dos senderos agradablemente flanqueados por jóvenes abedules y, según nos indican las señales, tomaremos el de la izquierda.

Paso de Gatzarrieta, con sus dos caminos
Dejando por la derecha el refugio de la Federación, nos dirigimos ahora hacia el paso de GATZARRIETA (o Aldape), que bordea este picacho con fuerte desnivel por la izquierda, en el único punto algo expuesto de toda la ruta. No es un lugar peligroso, es una sendita algo deshilachada aunque fácilmente transitable, pero conviene tener cuidado sobre todo en caso de mal tiempo. El firme puede estar algo resbaladizo, y está tan castigado por el continuo paso de montañeros que se está intentado habilitar una alternativa, unos metros por debajo, para frenar el deterioro. 

La travesía finaliza en nuevos prados para continuar un tramo tranquilo y casi llano, que nos conduce hacia Eregiñao. Por la derecha se encuentra el modesto menhir de Zastegi, que pasa desapercibido para la mayoría de los transeúntes, y desde aquí tenemos una panorámica perfecta de lo que queda por recorrer:


Refugio de Eregiñao
De esta forma, poco después bajamos hacia el pequeño pero muy hermoso hayedo junto al que se encuentra el refugio de EREGIÑAO. A la izquierda, tras el arbolado, queda la minúscula y curiosa ermita de Elurretako Ama (Nª Sra. De las Nieves), que podemos acercarnos a conocer. Tampoco viene mal tomarse un respiro porque ahora viene la parte más dura del recorrido.

Por nuestra derecha aparece un pequeño arroyo, y la cosa está ya bastante clara: hay que remontar hasta el collado que separa Aldamin (izquierda) y Gorbea (derecha), para luego subir el famoso cuestón final. Pero la cosa tiene su miga, porque vamos a subir 200 metros por las bravas, por terreno abrupto, senditas escarpadas salpicadas de rocas a veces 
Subiendo desde Eregiñao
resbaladizas, y una pendiente que ronda el 30%. La fama se la lleva la última pala hacia la cruz, pero ésta tampoco es manca, con porcentajes similares pero de tránsito más incómodo. Eso sí, la vista que tenemos a la espalda es fotogénica a más no poder.

El collado parece que no va a llegar nunca, pero sí, por fin llegamos a ALDAMIÑOSPE, una nueva extensión verde a caballo entre Aldamin y Gorbea. El fotogénico Aldamin está tan cerca que, dependiendo de cómo andemos de fuerzas, también 
Aldamin desde el collado
podemos aprovechar para encaramarnos a su cima, lo que nos llevará unos 15 minutos adicionales.

Pero ya estamos a un paso de nuestro gran objetivo. O eso parece. En dirección sur se levanta la tremenda loma que lleva, sin camino, hasta la cruz, perfectamente visible. La madre de todas las cuestas, al menos en lo simbólico.

Como seguramente ya nos han advertido, las propias dimensiones de la cruz hacen engañosa la distancia, porque nos quedan unos 500 metros de marcha para salvar un desnivel de algo menos de 200. Como siempre, haciendo cuentas nos sale un porcentaje constante cercano al 40%. Mucha cuesta, sí, pero la cima está ahí y viéndola aguanta cualquiera.

A por ella!
Hay una trazada que sigue más bien hacia la izquierda, y seguramente es la mejor opción, aunque también podemos intentar zigzaguear un poco por la verde alfombra, mientras observamos algunas pequeñas hoyas que salpican la ladera. Una pequeña fuente más o menos a media subida nos facilita la excusa para hacer una pequeña pausa. En algunos tramos la cruz desaparece por completo, lo que indica pendientes aún mayores, aunque la subida es más bien continua. Y monótona. Y muy muy larga.  

Pero al final, claro, llegamos.

Ya estamos aquí, en lo más alto de Bizkaia y Alava, junto a la mítica cruz de hierro, vemos la virgen, el bonito buzón, gente sentada comiendo o viendo el paisaje. El Gorbea. La vista no choca con nada hasta Aizkorri, allá en Gipuzkoa. Y ya ves, dos horitas, un pequeño esfuerzo y algo de paciencia.




Aldamin y la 'isla' de Anboto

Nubes sobre Alava