miércoles, 2 de noviembre de 2016

Lumentza

En la costa oriental de Bizkaia, Lekeitio es una localidad que deslumbra por su belleza. Además de contar con un patrimonio arquitectónico notable, se asienta entre las dos pequeñas colinas de Otoio y Lumentza, junto a la desembocadura del río Lea, y está bañada por el mar en la playa semiurbana de Isuntza. Su puerto y su casco histórico invitan a recorrer callejuelas y tabernas y conocer rincones encantadores.

La ascensión al modesto promontorio de Lumentza se completa en pocos minutos, por lo que proponemos combinar el paseo con una pequeña ruta por el litoral. Un trayecto sencillo que sirve de aperitivo para conocer con más detenimiento este hermoso pueblo de Bizkaia.

               DISTANCIA: 2,3 km.  
            DESNIVEL: 115 m. (0-114) TECHO MUNICIPAL (Lekeitio)
DIFICULTAD: Ninguna 1 (1-0-0)
ITINERARIO  (lineal)  Inicio: Playa de Karraspio Final: Iglesia de la Asunción
            VIAS: Carretera, vías urbanas, sendero de tierra
ACCESOS: En coche desde Bilbao, autopista A8 dirección Donostia-San Sebastián hasta salida Amorebieta. BI-635 dirección Gernika y BI-2238 hasta Lekeitio. Bizkaibus A3513, A3512 y A3523
TRACK: Wikiloc
Más información:
Guía Cartográfica de Bizkaia mapa 12




Playa de Karraspio
No nos podemos resistir. Cuando encontramos un monte más o menos cerca del mar, hay que inventar algo para combinar los dos entornos: hacer la ascensión –casi siempre son pequeños- justo antes o después de haber pisado las arenas de una playa nos parece un plan fetén, inigualable, lo más.  Y ésto, fíjate: Lekeitio, uno de los pueblos más atractivos de nuestra costa, donde a veces se deja ver el bueno de Andoni (y su hermana, jeje), con una preciosa playa (y otra justo al ladito), isla accesible, montecito apto para la abuelita, río, marismas, puerto, bares con ambiente y pintxos… para qué más.

Desembocadura del Lea y puente
Así que, si a ustedes les parece, arrancamos de la playa de Karraspio, una gozada total, perteneciente al vecino municipio de Mendexa. La recorremos en dirección a Lekeitio (oeste) hasta la desembocadura del Lea, donde continuamos en paralelo al río hasta el puente de Isuntza, que cruzamos, con una estupenda vista sobre el cauce fluvial. Aquí nos reunimos con el trazado del PR BI-142 y, una vez en la margen contraria, giramos a la derecha hacia el casco urbano.

VARIANTE: Podemos hacer una pequeña incursión tomando el camino contrario, hacia la izquierda, para en unos minutos de trayecto echar un vistazo a un viejo molino de mareas y la hermosa zona de marismas que se encuentra aguas arriba.

La avenida Santa Elena nos conduce casi sin darnos cuenta junto a la playa de Isuntza, aunque recomendaría dejar para la vuelta un paseo más tranquilo para admirar este nuevo arenal, justo enfrente de la isla de Garraitz (San Nicolás), a la que también podemos llegar en marea baja a través de una curiosa pasarela.

Playa de Isuntza e isla de Garraitz

Basílica de la Asunción
Y ya estamos junto a la impresionante basílica de Santa María de la Asunción (o la Asunción de Santa María, no sé). Sin abandonar la calle por donde hemos llegado, justo enfrente de la iglesia arranca una pequeña peatonal en subida, con un cartelito que indica hacia el Lumentza.  Así que no hay lugar a dudas.

Subimos una primera rampa hacia la puerta del cementerio y seguimos luego bordeándolo por la derecha. Nos encontramos aquí con una imagen de la Dolorosa, que da un poquito de cosa. Seguimos subiendo muy suavemente entre la tapia del cementerio y otra de una finca, hasta que encontramos la primera de las cruces del Via Crucis, que en realidad es la nº II. De inmediato pasamos a un sendero rural-montañero entre dos vallados y
Sendero
enseguida llegamos a un viejo depósito de aguas, grande, macizo y con ese aire severo y un poco intimidante que tienen este tipo de instalaciones antiguas. En una escalerilla tiene una inscripción que pone algo así como ‘Casto de Zabala Arquitecto’.

Por el encinar
Ahora nos adentramos en un entorno habitual en zonas costeras: el encinar cantábrico, con un pequeño sendero serpenteando entre las abigarradas ramas de los árboles de pequeño porte y rocas que afloran en el suelo, a ratos cubiertas de musgos. El camino describe varios lazos ganando metros muy poco a poco, y pasando sucesivas cruces, no sabemos si deben ser doce o trece. 

Cruces en la cima
Hay también varios pequeños tramos de escaleras de piedra y, casi sin darnos cuenta, junto a una cruz (no sé qué número es), es obvio que hay que girar a la derecha para acceder fácilmente a la cumbre (LUMENTZA,  114 m.), coronada como corresponde por tres cruces con una barandilla de madera. Cortito, eh? Que para eso es una de las elevaciones más pequeñas (quizá la más pequeña) de las catalogadas como montes en Bizkaia.

Vista sobre el puerto y Garraitz
Arriba tenemos una explanada despejada con algunas vistas, aunque limitadas por la escasa envergadura del montecito y el arbolado que lo rodea: vemos básicamente el casco urbano de Lekeitio, el puerto, la isla de San Nicolás (Garraitz), parte de la playa de Isuntza y la citada pasarela. Tierra adentro (Oeste) se levanta Otoio, que desde esta escasa altura parece incluso algo serio.

Vista aérea
Para bajar hay un atisbo de sendero alternativo, aunque se reúne con el de subida junto al depósito de aguas, en cuyas cercanías se encuentra también la cueva de Garraitz, por lo visto de cierta importancia arqueológica –aunque no tanta en comparación con los muy recientes descubrimientos realizados en otra cavidad en el mismo casco urbano.

Ciertamente, la subida no tiene mucho valor en su vertiente montañera. Pero son tantos los atractivos que nos encontramos a lo largo de esta pequeña ruta, que bien merece la pena acercarnos a conocer esta magnífica localidad costera, y disfrutar, de una tacada, de todos ellos. Una visita más detenida a la playa y el puerto, y un paseíto tranquilo por sus calles, descubriendo nuevos puntos de interés (sin olvidar sus bares, claro), harán de esta excursión una jornada inmejorablemente aprovechada.

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