domingo, 2 de julio de 2017

Betsaide

Pocas cimas habrá en la Comunidad Autónoma Vasca tan emblemáticas como el Betsaide. La modesta montaña tiene la inigualable virtud de reunir en su cumbre los límites territoriales de Bizkaia, Alava y Gipuzkoa, con lo que constituye algo así como el corazón de las tres provincias. Por este motivo, siendo una elevación casi irrelevante en relación con sus poderosos vecinos (Anboto, Udalaitz, Tellamendi), Betsaide tiene el honor de haber dado nombre a multitud de entidades, asociaciones y empresas que de alguna manera quieren representar el espíritu de unión entre los territorios.

Desde la parte vizcaína la ascensión resulta sumamente asequible, iniciando una suave subida desde el valle de Atxondo en dirección sur, siempre escoltados por el imponente perfil de Anboto, cuyas paredes calizas resplandecen entre los infinitos tonos verdes de su entorno. La breve excursión permite además prolongar el paseo en distintas direcciones.

               DISTANCIA: 5,5 km. 
            DESNIVEL: 305 m. (250-555)
DIFICULTAD: Muy Baja 4 (3-1-0)
ITINERARIO  (ida y vuelta)  Inicio y final: El Tope (Arrazola-Atxondo)
            VIAS: Senderos de tierra
ACCESOS: Desde Bilbao, autopista dirección San Sebastián Salida 88 Iurreta-Durango. Se toma la N-634 en la misma dirección. Tomar a la derecha la BI-636 en dirección Elorrio, pasando Abadiño y Muntsaratz hasta Apatamonasterio. En el cruce seguir BI-4332 dirección Arrazola (derecha) hasta el final de la carretera. Bizkaibus a Durango A3915, 3923 y 3933. De Durango a Arrazola A3913
TRACK: Wikiloc
Más información:
Guía Cartográfica de Bizkaia Mapa 59




El Tope
Tras recorrer en toda su longitud el maravilloso valle de Atxondo, llegamos al final de la carretera en el lugar conocido con El Tope, antigua estación del viejo tren minero que conducía el material desde las cercanas canteras. Su trazado es actualmente la Vía Verde de Arrazola, agradable paseo de algo menos de 5 kms. por donde también podemos llegar a pie desde Apatamonasterio. El Tope, habilitado para picnic, con sitio para aparcar, pequeña zona verde y un bar al lado, es el lugar perfecto para iniciar la marcha, ya desde el primer instante a la sombra del soberbio Anboto, que tenemos prácticamente encima.

Seguimos el camino de tierra que enfila hacia los montes, todavía en llano y con firme habitualmente algo embarrado, pasamos junto a unas txabolas (derecha) y cruzamos un paso canadiense. Poco después dejamos por la izquierda un desvío y enseguida nos encontramos con una bifurcación con un cartelito que nos dirige hacia nuestro objetivo por la izquierda (Si tomásemos el camino de la derecha nos iríamos hacia las cimas centrales de este pequeño circo que une Anboto con Udalaitz, por los caminos descritos en la entrada Amillondo)

Cairn marcando el camino
Empezamos a ascender moderadamente y nos encontramos una segunda bifurcación en la que tomamos el camino de la derecha, donde poco más adelante veremos asomar el Andasto. Llegamos a un cruce múltiple en el que un hito de piedras nos marca el camino de la derecha de los dos que ascienden de frente, que es el que seguiremos. Es el punto más confuso, así que el cairn hace una gran labor. Justo al lado hay una pequeña cavidad de la que parece surgir un riachuelo subterráneo. Siempre bajo pinares interminables, el firme es ahora repentinamente de lajas de roca bastante resbaladiza, y empieza a tomar una inclinación fuerte. En un tramo la roca se sustituye por firme terroso con profundas hendiduras, a veces surcos y a veces con rodadas de camiones. Lo mismo que comentamos en la ascensión a Amillondo, por esta zona el GPS parece no funcionar del todo bien, así que dejo el aviso para que nadie se líe.

Seguimos para arriba
Salimos luego a terreno despejado, con algunos pinos jóvenes, y volvemos a internarnos en el arbolado. Pasamos junto a los restos de lo que parece un puesto palomero, y de nuevo tenemos algunas vistas por la derecha, de las pocas que disfrutaremos hasta alcanzar la cresta. Por aquí encontramos alguna marca blanco-amarilla, que creo que será del PR-GI 96 que viene desde Udala. En otra zona despejada se intuye ya el cordal cimero, describiendo una curva y, aunque por la derecha un camino de madereros parece remontar directamente, es preferible seguir la ruta normal, que entra de nuevo en el pinar.

Monumento de Ogata, con el monolito al fondo
Se cruza un paso canadiense (yo creo que por aquí debemos estar ya en Alava) y de repente, asomamos a un amplio collado, donde se encuentra la escultura del japonés Ogata (1991), que parece que representa el ciclo del agua, y no sé qué cosas más. La verdad es que no soy nada partidario de instalar estas cosas en los montes, pero hay que reconocer que luce bien con el potente perfil de Udalaitz a la espalda. Y además aquí no tenemos un monumento, sino dos.

Porque muy cerquita, remontando unos escaloncillos (parece que son 62 exactamente), alcanzamos ya la cima (BETSAIDE, 555 m.), donde se encuentra un gran monolito dedicado a los montañeros fallecidos, que fácilmente se distingue desde cualquiera de las cimas de los alrededores. Junto al monumento –en realidad, una especie de espadaña- del arquitecto Luis Pueyo (1995) hay un pequeño recinto circular y un mojón con el punto de reunión de los tres territorios de la Comunidad Autónoma. En definitiva, uno de esos lugares con simbolismo y muy bellos que parece obligado conocer.

Monumento en el collado, y cordal


A unos metros encontramos el bonito buzón y varias placas, así como pequeños túmulos en memoria de varios montañeros, con unos cuantos ramos de flores. Tenemos una hermosa vista del valle de Atxondo de donde venimos, así como de todo el cordal que pasa por Tellamendi en dirección a Zabalandi y la falda de Anboto. Por el este, la siempre espectacular silueta de Udalaitz, y algo más al sur, el casco urbano de Arrasate/Mondragón.  

Cresterío de Anboto y valle de Atxondo
Desde este punto, las opciones son variadas y bastante clásicas. Básicamente, si seguimos en dirección norte, casi siempre cumbreando, alcanzaríamos un estupendo collado-mirador justo enfrente de Anboto desde donde, a su vez, podríamos seguir hacia Memaia o hacia Kanpazar. En sentido opuesto (hacia el sur) tomaríamos la cresta que sigue por Larragain hacia Tellamendi e Ipiztekoarriaga, opción más sencilla para hacer una circular con vuelta a Atxondo.

En nuestro caso, no obstante, nos limitamos a volver por donde hemos venido, desde luego sin dejar de hacer algún tipo de plan por los barrios que jalonan el valle: encontraremos agradables paseos, fantásticos caseríos y sitios donde jamar bien o tomar un trago agradable.

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