viernes, 22 de septiembre de 2017

Rekalde-Kastrexana

Como este es un blog genuinamente bilbaíno, nos gusta subrayar las ventajas de que nuestra villa se encuentre rodeada de pequeños montes que nos permiten acceder con facilidad a espacios naturales para una cómoda salida mañanera. Como prueba de ello traemos una vez más una pequeña excursión que enlaza dos barrios de Bilbao faldeando por las laderas: esta vez es el Pagasarri el que nos sirve de puente para, sin pisar el casco urbano, trasladarnos desde Rekalde hasta Kastrexana, en el límite noroccidental del botxo, a orillas del Kadagua.

              DISTANCIA: 8,9 km.
            DESNIVEL: 370 m. (100-469)
DIFICULTAD: Baja 6 (3-3-0)
            ITINERARIO (lineal)  Inicio: Polideportivo El Fango Final: Bilbobus 88 Zorroza-Kastrejana
            VIAS: Urbanas, carretera, pista de tierra, senderos
ACCESOS: Al polideportivo de Rekalde-El Fango se llega por c/ Gordoniz hasta la plaza de Rekalde, girando a la izquierda por Ciudadela y Ctra. Larraskitu. Bilbobus 72 parada Kiroldegia). Para la vuelta, Bilbobus 88, varias línea de Bizkaibus y FEVE, o BI-3742 dirección Zorroza-Bilbao
            TRACKWikiloc
             Más información:
Guía Cartográfica de Bizkaia mapa 33




Llegando a Larraskitubidea
El polideportivo de El Fango es uno de los más grandes de Bilbao, y los fines de semana se llena de aficionados al deporte y multitud de equipos de todas las disciplinas y tramos de edad. Resulta agradable ver a tanta gente movilizada, sacudiéndose la modorra para hacer ejercicio ¡fuera la pereza! Desde la parada del bus seguimos carretera arriba para girar después a la derecha por la calle que enfila junto a unos bloques de viviendas nuevas y luego, con Iberdrola por la izquierda, girar de nuevo a la derecha junto a una fuente, subir una pequeña rampa y salir a Larraskitubidea junto al número 88. 


Camino hacia Igertu
Aquí seguimos el camino normal del Paga: recto unas decenas de metros, giramos a la izquierda para coger el atajo y de nuevo a la carretera. Pasamos el bar Athletic, con sus horarios invenciblemente aleatorios y, siempre por carretera, superamos sucesivas curvas y los últimos caseríos de Lurzuri, para acceder al aparcamiento de Igertu, punto habitual de inicio de nuestras excursiones por el Paga. Para nuestros lectores más montañeros todo este rollo estará muy de sobra pero, claro, este blog es para cualquier tipo de paseante, así que ahí queda la descripción.

Cruce en Gangoiti
Después de Igertu todavía queda una rampa por camino asfaltado para, junto al cartel que indica hacia San Roque, girar a la derecha, abandonar la carretera y, cruzando la barrera, acometer la conocida como Cuesta del Silencio. Un tramo de pendiente y longitud respetables que nos hacen moderar la marcha hasta que, pasada la fuente de Zapaburu y un último repecho, llegar al cruce de Artabe, donde arrancan varios caminos que apuntan al Pagasarri. Esta vez continuamos la pista girando a la derecha para, tras un trecho llano en que recuperamos el aliento, arribar al área recreativa de Gangoiti que, si no estoy equivocado, marcará la máxima elevación del día. Hemos recorrido unos 3,5 kms. y aquí nos encontramos con un nuevo cruce múltiple: dejamos por la izquierda la pista que continúa hacia el Paga y otra casi contigua que lleva a Erreztaleku, y seguimos de frente por un camino recto flanqueado por árboles, como un pasillo. A ambos lados tenemos los bancos sobre las laderas que forman parte del área recreativa, dejamos otro camino por la derecha y empezamos a bajar con decisión.

Camino por la ladera
A partir de aquí seguiremos otros 2 kms. en sentido inverso a lo descrito en la entrada Kobetas-LarraskituEs un camino amplio y llano, que va faldeando por la ladera norte del cordal, bajo arbolado y pasando sucesivas curvas en las que encontraremos tres o cuatro fuentes. Con algunas buenas vistas sobre Bilbao, llegamos al punto donde se ha descubierto una antigua ferrería, con un cartel explicativo que compensa el hecho de que in situ no veamos prácticamente nada identificable.

Desvío llegando a Arraiz
Poco más adelante, en ligera bajada, atravesamos una puerta y llegamos a la intersección, con mapa y cruz de señales, donde el GR 228 (izquierda) pica con fuerza hacia Erreztaleku, y por la derecha se nos reúne la pista que sube del Peñaskal. Vemos también un camino que por la derecha se dirige hacia la cantera pequeña, pero nosotros seguimos sin desviarnos, con buenas vistas hacia Sasiburu y Alonsotegi, que conservaremos durante mucho rato, y con el vertedero de Artigas por la izquierda. Enseguida tenemos a la vista las casas (restaurantes) de Arraiz, una zona rocosa aledaña y otra torre eléctrica, y llegamos a un nuevo desvío: una cruz de señales indica la variante del GR hacia Zorroza, y por ese camino seguiremos, abandonando la pista principal.

Entre espinos y rocas
Seguimos por el pasillo verde, con una txabola por la izquierda, y enseguida se llega a una bifurcación. Tratándose de una variante del GR recientemente habilitado, sorprende no encontrar ninguna marca que nos oriente, pero para eso está Ibilkat (y nuestras malas experiencias por caminos erróneos): hay que tomar el camino herboso que sube muy suavemente por la derecha, un sendero agradable, con algunos arbolillos y escarpes rocosos con alguna bocamina (derecha). Estamos en la zona de Armolatza, en las cercanías de la mina Primitiva. Y es que muy poquito o nada ha quedado por remover en toda la alineación calcárea que va desde Pastorekorta hasta aquí, y por todas partes encontramos vestigios de la actividad minera.

Sierra de Sasiburu, con Alonsotegi abajo
Vamos por una especie de cornisa, por la zona alta de la ladera y a campo abierto, siempre con buenas vistas sobre Alonsotegi. Poco más adelante hay otro atisbo de camino que baja por la izquierda y que ignoramos, para acceder a una especie de alto, donde el panorama se abre: por la derecha se divisa la cima de Arraiz, tras la vaguada en el fondo de la cual se encuentra la incineradora de Zabalgarbi. Así que vamos progresando por una lomada secundaria en la que pronto vemos una nueva torreta eléctrica, que será el punto de inicio del descenso. A primera vista, esto parece prometer la típica bajada a tumba abierta, vertiginosa sobre el valle, teniendo como primera referencia el viaducto de la autopista, que ya vuela a una buena altura. Pero, aunque perdemos metros con decisión, la cosa no es tan terrible: el sendero va zigzagueando pasando junto a algún arbolito, y no presenta ninguna dificultad; es más, está perfectamente marcado (supongo que por el paso de animales) y resulta bastante divertido.

Zona ajardinada junto a Zabalgarbi
Finalmente accedemos a una zona verde con bancos, contigua a Zabalgarbi, a la que llegamos atravesando un paso en la alambrada. Ya no queda más que bajar hacia la carretera. Aunque nada nos impediría seguir hacia la izquierda, en dirección a Alonsotegi, en esta ocasión tomamos rumbo hacia Kastrexana (derecha). Hay que pasar junto a varias txabolas con perros y aspecto muy poco agradable, y luego seguimos bajando suavemente, hasta pasar junto al pequeño barrio de Bizkorta, apenas tres o cuatro casas. Se pasa una curva y ya estamos abajo del todo, cruzando un túnel bajo la autopista. Salimos junto a otro grupito de casas, de aspecto antiguo, y justo aquí se encuentra la parada del Bilbobus 88 (un poco más abajo hay un apeadero de FEVE), donde damos por terminada la marcha.

Aunque el bus pasa cada media hora, si es menester esperar, unas decenas de metros más adelante (derecha) tenemos el Batzoki, buen lugar para atizarnos un pintxito y un trago para reponer fuerzas. Por su parte, la antes citada variante del GR 228, que enlaza Arraiz con Zorroza, continúa por esta carretera para remontar suavemente hasta Zorrozgoiti, donde se une al trazado principal del sendero. Es otra posibilidad si queremos alargar la caminata o tenemos algún interés en alcanzar esa zona, pero el recorrido en sí entiendo que no merece la pena.

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