viernes, 2 de febrero de 2018

Soano-Isla

El Ecoparque de Trasmiera es una iniciativa con la que el Ayuntamiento de la localidad cántabra de Arnuero pretende fomentar el conocimiento de sus recursos naturales y la riqueza de su historia. Este municipio ocupa una franja litoral situada entre la ría de Castellanos al Oeste, y Noja por el Este, quedando limitada por el sur aproximadamente por el trazado de la CA-147 que enlaza Beranga y Noja.

Son muy diversas las rutas –casi todas semi-urbanas- por las que pueden recorrerse distintos parajes de los pueblos que forman la localidad. En esta ocasión nuestro recorrido unirá Soano e Isla, los dos núcleos de mayor peso turístico de la zona, siguiendo en su mayor parte la Senda 3 del Ecoparque. Un paseo tranquilo para todos los públicos en el que conocemos unos cuantos de los atractivos históricos y naturales de este entorno encantador.

              DISTANCIA: 3,5 km.   
DESNIVEL: 80 m. (0-80)
DIFICULTAD: Ninguna 0
            ITINERARIO (lineal)  Inicio: Soano Final: Isla (casco histórico)
            VIAS: Sendero de tierra, bidegorri, caminos asfaltados
ACCESOS: Desde Bilbao en coche, autopista A8 dirección Santander hasta salida 185 Beranga-Noja-Isla. En Beranga se toma la CA-147 en dirección Noja-Isla, hasta la última rotonda, donde se coge la CA-141 dirección Santander-Arnuero-Somo. Primer desvío a la derecha y, tras aproximadamente 2 kms. se toma el desvío a la derecha hacia Soano.
ENLACES CON Marisma de Joyel
TRACKWikiloc
Más información:
Guía Cartográfica de Cantabria mapa 4




Santa María de la Luz, en Soano
En el pequeño pueblo de Soano, fijamos nuestro punto de partida junto a la iglesia que tiene el bonito nombre de Santa María de la Luz, una de las más antiguas de Trasmiera (siglo XII). A unos pasos tenemos un agradable bar-restaurante con algún espacio para aparcar, pero aquí mismo, junto a la iglesia, da inicio el camino que, en unas decenas de metros, conduce a la Casa de las Mareas, un sugestivo espacio que constituye el Centro de Interpretación y observatorio de la Marisma de Joyel, que sin duda merece una primera visita.

Vegetación de la marisma
Desde la iglesia una pequeña calle nos lleva hasta la carretera que une Isla y Noja a través de Soano. Con mucho cuidado (es una vía estrecha y sin arcén, con bastante tráfico en verano) giramos a la derecha y en unos pasos tomamos un camino de tierra junto a una casa, por el que nos introducimos en el camino que recorre la marisma. Como esta parte del itinerario ya lo describimos en la entrada Marisma de Joyel no me extenderé más. Caminamos en paralelo a la carretera, bajo la magnífica estampa del monte Cincho, con el humedal por nuestra derecha, hasta alcanzar un cruce con un banco y un panel informativo. El camino de la derecha nos lleva hacia el molino de Santa Olaja, al que podemos llegar en unos cinco minutos pero, salvo que queramos visitarlo, esta vez continuamos de frente hasta llegar al aparcamiento, donde tenemos un par de cosas más que ver.

Mirador sobre la marisma
Tras una caseta con información sobre el entorno, encontramos por la derecha un bonito mirador de madera donde resulta inevitable hacer alguna foto sobre la lámina de agua en la que se pasean cisnes y otras anátidas. Casi al lado, bajando unos escalones, podemos acercarnos a contemplar la vieja fuente de la Esprilla, una surgencia de agua dulce procedente del Cincho que alimenta la parte interior de la marisma. Aunque no es un lugar especialmente vistoso, es una lástima que no se encuentre mejor conservado y señalizado.

Abandonamos ya la marisma por el lado contrario al de nuestra llegada al parking, tomando el bidegorri junto a la carretera en la misma dirección que traíamos. Justo antes de llegar a una amplia curva tenemos que cruzar la calzada hacia un espacio baldío –lo que parece el resto de la carretera antigua-, y ahí tomar por la izquierda un sendero de tierra que discurre entre vallados por el mismo piedemonte. En unos 300 metros salimos a otro camino asfaltado, denominado Mies de la
Torre del Rebollar
Hoz, que tomamos hacia la derecha. Seguimos por él otro tramo similar hasta encontrar un desvío por la izquierda, que deberemos seguir.

En zona que alterna pastos y arbolado, llegamos luego a una bifurcación, donde tomamos el camino de la derecha, y de inmediato estamos ante la Torre del Rebollar, aunque sus propietarios consideran que el nombre correcto es el de Torre de los Isla. Es una de las varias construcciones defensivas que salpican la zona, quizá la más hermosa de todas, erigida sobre uno de los muchos pequeños cerros calizos que se levantan sobre el valle, con un bosquete de robles detrás y un espectacular jardín en el que afloran blanquísimas rocas aquí y allá. Efectivamente, el edificio está habitado, y tiene adosada la ermita de Santa Bárbara, que no se puede visitar.

Camino hacia el pueblo
Seguimos adelante por la carreterilla rodeados de calizas y frutales, pasamos frente a un par de casas y llegamos a un nuevo cruce, donde tenemos que girar a la izquierda, entre dos muros de piedra. Ganamos unos pocos metros y pronto encontramos por la derecha un camino de hierba que conduce a un pequeño arbolado. Vamos a dar a un nuevo camino asfaltado y, siguiendo los carteles indicadores, llegamos a lo que se conoce con el inquietante nombre de Humilladero de las
Humilladero
Ánimas. Se trata de un pequeño recinto de piedra de los que por lo visto se situaban a la entrada de los pueblos, en especial en aquellos vinculados a rutas de peregrinación, como es el caso, según veremos luego.

El Torrín en lo alto
El camino nos conduce enseguida a la carretera que procede de Arnuero, y ya tenemos a la vista la iglesia de Isla, hacia donde nos dirigimos. También tenemos una buena perspectiva sobre otra fortificación, en este caso la Torre de Cabrahigo o del Condestable, más conocida como el Torrín. Es el blanco edificio que vemos en lo alto, desde donde domina todo el valle, rodeado por una amplia extensión ajardinada (nos podemos acercar en unos minutos tomando un camino por la izquierda desde las cercanías de la iglesia, aunque creo que tampoco está abierto al público). Siguiendo la carretera llegamos ya al casco histórico de Isla, un lugar encantador donde, muy próximas unas de otras, hay también varias cosas que visitar.

Conjunto iglesia/librería en Isla
Empezando por la preciosa iglesia de San Julián y Santa Basilisa, uno de esos ejemplos tan llamativos de edificios religiosos de envergadura en núcleos de población minúsculos. Desde sus alrededores tenemos además una espléndida perspectiva del valle, teniendo a la vista grandes extensiones de maizales y varios de los lugares que hemos visitado en nuestro recorrido, con el Cincho siempre en escena. En un lateral de la iglesia se encuentra el Hospital de Peregrinos, rehabilitado en 2011 para servir como albergue y, atravesando el pueblo por la carretera, al otro lado se encuentra el Palacio de los Condes de Isla. Rodeado por una pequeña almena y un prado donde pastan vacas, se encuentra también habitado y es quizá el monumento más admirado de la comarca.

Palacio de los Condes de Isla
Pero bueno, como no todo va a ser arquitectura, en el mismo corazón del casco urbano encontramos (al menos en verano) algo realmente insólito: la magnífica librería de viejo 'El almacén de los libros olvidados', que atrae a más visitantes que muchas otras de las grandes ciudades, y es el motor de la actividad comercial del lugar, junto –naturalmente- con los dos muy recomendables restaurantes que tiene enfrente, al otro lado de la carretera.

Esta vez hemos querido traer una excursión lineal, con inicio y final en puntos diferentes, y ha sido a propósito. Porque desde el casco de Isla casi resulta preferible improvisar un poco el camino de vuelta. Junto al Palacio de los Condes hay una pequeña rotonda desde la que –aparte del camino a la playa de La Arena, que ya queda un poco a desmano- un camino vecinal lleva directo hacia el barrio marítimo y turístico de Quejo por su parte más alta. Por aquí podríamos enlazar con otras rutas hacia los Acantilados o la Antena. La otra vía es la carretera principal que, no obstante ofrecer multitud de caminos alternativos, comunica directamente con la general por donde hemos salido de la marisma, con lo que es otra posibilidad para regresar a Soano en un suave y agradable paseo.

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