lunes, 12 de febrero de 2018

Tontorra

Por la vertiente norte del Ganekogorta se extiende un pequeño circo, flanqueado por el cresterío del Pagasarri al Este, y el Gongeda y Zamaia por el Oeste, formando el agradable valle de Azordoiaga. Su centro está ocupado por el embalse de Artiba, junto al barrio del mismo nombre, y a su alrededor se esparcen unas cuantas pequeñas cimas, ideales para un paseo entretenido y poco exigente.

Partiendo del barrio de Azordoiaga en Alonsotegi, visitamos en esta excursión la más centrada de estas modestas cumbres, que por su ubicación nos ofrece buenas perspectivas sobre todos sus vecinos. El entorno, antiguamente salpicado de explotaciones mineras, es actualmente tranquilo y solitario, dedicado a pastos y pequeñas explotaciones ganaderas.

               DISTANCIA: 6 km.      
DESNIVEL: 400 m. (40-442)
DIFICULTAD: Baja 6 (4-2-0)
            ITINERARIO (ida y vuelta)  Inicio y final: Azordoiaga (Alonsotegi)
            VIAS: Senderos de tierra, pista
ACCESOS: Desde Bilbao en coche, autopista dirección Balmaseda salida Alonsotegi. Junto al Ayuntamiento se toma una calle a la izquierda en dirección a Azordoiaga. El barrio se encuentra a unos 300 metros, después de pasar bajo la autopista. Hasta Alonsotegi (centro) Bizkaibus A-3341, A-3342 y A-3343 FEVE Bilbao-Santander estación Irauregi. En ambos casos, seguir a pie hacia Azordoiaga.  
ENLACES CON PR BI-100 Azordoiaga   
TRACKWikiloc
Más información:
Guía Cartográfica de Bizkaia mapa 33
IGN MTN50-61-Bilbao




Arroyo Azordoiaga
En el tranquilo y coqueto barrio de Azordoiaga tenemos sitio para aparcar, bien junto a las escuelas o más próximos al arroyo que acompaña el muestrario de caseríos que se alinean enfrente. Cerca de la escuela hay una cruz de señales y junto a ella una rampa de cemento con buena pendiente, que es justamente la que hay que tomar, siguiendo la dirección a la Fuente del Oro. Pasamos una puerta con paso lateral y en unos pocos metros en enlosado ya estamos en la señal del primer DESVÍO, donde dejamos el camino por la izquierda. Unos metros más adelante hay otro desvío que lleva la misma dirección, y que utilizaremos para la vuelta.

Primer desvío
El sendero es amplio, con pendiente moderada, ligeramente herboso y con algo de piedra. Pero enseguida se convierte en una trocha estrecha, flanqueada por zarzas y argomas que alcanzan una altura notable y a veces cierran el paso de forma casi completa. Pero esto no dura mucho: enseguida el sendero se reúne con otro, que viene por la derecha, amplio y despejado, con bastante roca, y que sigue la misma dirección (este viene del segundo desvío que indicaba antes). El camino se acerca a un vallado (izquierda), con perros que nos saludarán no muy amablemente. Aunque el camino parece finalizar ahí, continuamos hacia el arbolado para, tras subir unos metros, ya entre retamas y monte bajo, descubrir de nuevo el camino anterior, que ahora retomamos por la derecha. (Digámoslo ya: son ganas de meterse en movidas raras. Si desde el principio tomamos el segundo desvío, sólo tenemos el camino amplio y fácil que es justo al que vamos a parar. Bueno, pero ¿y la emoción?)

Puertas y marcas
Ahora vamos faldeando el Alto del Horno, por terreno abierto bordeado por grandes extensiones de argomas pobladas por innumerables arañas cuyas telas, de todas las formas y tamaños, se extienden sobre los pinchos. O sea, un paisaje no muy lucido. Más adelante, sin dejar esta compañía, nos adentramos en arbolado (preferentemente, pinos), con lo que el entorno resulta más fresco y amable. Por ahí encontramos las primeras marcas blanco-amarillas (o blanco-fosforito) del PR BI-100.1, variante del Circuito de Minas y Seles, con algunos desvíos incorrectos por la derecha en bajada. Hasta ahora, la subida ha sido no muy pronunciada, pero sí que hemos ganado bastantes metros.

Eretza y Ganeroitz hacia el norte
De pronto nos encontramos una puerta metálica, con marcas que nos indican que debemos traspasarla. El vallado se extiende a ambos lados del camino, lo que será una constante en toda la zona: vallas y cercados por todas partes. Pasamos una segunda puerta, con una granja vallada por la izquierda (Kareatxeta), y de frente lo que parece un depósito de aguas, mientras continuamos hacia arriba. Ahora el camino pasa a la ladera oriental, con lo que tenemos vistas cada mejores sobre la cordillera del Paga, con Aranzuri y Erreztaleku en primer plano, y Ganeta algo después. El marcado del PR resulta impecable y muy útil. Describimos una herradura y seguimos subiendo, una vez más junto a otro aparatoso vallado, sembrado de señales de tráfico de todo tipo. Y de nuevo otra puerta. Otra vez siguiendo las marcas, la cruzamos hacia lo que se supone ya el último repecho hacia la cima –aunque luego faltará más de lo que parece. Desde este punto tenemos una hermosa panorámica hacia el norte, desde el Eretza, pasando por los montes de Triano, y Sasiburu.

Vista de Zamaia y Gongeda
Al otro lado de la cerca, el camino continúa igual. En el primer lazo, con las preciosas peñas de Zamaia al fondo, hay una cruz de señales, y giramos a la izquierda junto a una extraña marca que parece permitirnos seguir por cualquiera de los dos lados. Así accedemos a un pequeño arbolado junto a otra señal, un lugar perfecto si queremos hacer una paradita antes de acometer la última subida hacia la cima, ya visible. El camino parece franco hasta la cumbre, pero un senderito estrecho nos conduce por la 
Último repecho
ladera izquierda (Este), ganando metros por terreno despejado, entre helechos, aunque la aproximación se hace algo larga. Pero, tras un pequeño zigzag, ya se avista el mojón (TONTORRA, 442 m.), al que accedemos sin problema.
 
Bilbao, al fondo
Artiba, bajo el Ganeko
Las vistas, dominadas por el Ganeko, incluyen el cordal del Pagasarri-Ganeta-Erreztaleku, con Bilbao asomando tímidamente, y por el norte Sasiburu, Eretza, Argalario y parte de los montes de Triano. Al Oeste las peñas de Zamaia son la imagen más fotogénica. 

VARIANTE: Si queremos completar una circular por la zona, el punto de partida es perfecto. Seguimos desde la cima en la misma dirección, aunque pronto debemos girar a la derecha rumbo al muy cercano Azpioleta (425 m.), una especie de antecima de nuestro Tontorra. Ya en dirección sur, tras perder unos metros atravesamos un camino que viene de Artiba y, tras un pequeño repecho, coronamos Larrazelai (478 m.). Desde aquí sólo hay que seguir recto (siempre sur), remontar unos 40 metros y ya estamos en Pilipaondo (514 m.), la más sobresaliente de estas tachuelas. Girando al oeste en fuerte descenso alcanzamos un camino que seguimos hacia la izquierda y en unos minutos vamos a dar al trazado principal del PR BI-100, por el que podemos regresar a Azordoiaga y, si nos ha sabido a poco, incluir el ascenso a los más respetables Gongeda y Zamaia. que traíamos hasta encontrar un senderito que empieza a descender hacia un arbolado.

Si optamos por volver por el camino de subida, hay un par de alternativas que podemos explorar. La primera es un desvío (DESVIO-CUEVA) que podemos tomar por la izquierda tras pasar el depósito de aguas. Tras pasar una curva, si prestamos atención encontraremos una cueva, que tiene incluso estalactitas. Parece que la cavidad puede haber quedado al descubierto al abrir el sendero, y ahí queda, por si alguien decide explorarla. El problema es que, aunque desde este punto es teóricamente descender hasta el PR (Ruta de Minas y Seles), es una opción algo arriesgada porque la pendiente es muy fuerte y la maleza lo pone francamente difícil, a no ser que uno conozca alguna trocha practicable –que no es mi caso.

La otra posibilidad viene casi sin darnos cuenta. En el último tramo de bajada, si seguimos siempre la trazada principal, seguro que saldremos al camino ‘limpio’ que esquivamos en la subida, accediendo a la pista con mucha más comodidad. 

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