jueves, 29 de marzo de 2018

Sasiburu


Entre los municipios de Alonsotegi y Barakaldo, al norte del curso del Kadagua, la modesta sierra de Sasiburu es una alineación de escasa altitud y desniveles muy moderados que sin embargo ofrece variedad de rutas y sobre todo, múltiples perspectivas en todas direcciones: desde sus cimas y laderas contemplamos Barakaldo , el Abra y Bilbao, el Serantes, Eretza y Ganeko, la zona minera, las estribaciones del Pagasarri o el embalse de Oiola.

Si ascendemos a la cumbre que da nombre a la cordillera recorriendo sus dos vertientes, no nos perdemos nada de todos estos paisajes, y al mismo tiempo completamos un recorrido con distintos grados de dificultad –siempre muy asequibles-, entretenido y muy vistoso.

            DISTANCIA: 6,2 km.   
DESNIVEL: 290 m. (170-460) CENTENARIO
DIFICULTAD: Muy Baja 4 (2-2-0)
            ITINERARIO (circular)  Inicio y final: Ermita de Santa Águeda (Barakaldo)
            VIAS: Senderos y pista de tierra, camino asfaltado, campo a través
ACCESOS: En coche desde Bilbao, tomamos la autopista Bilbao-Balmaseda y tras subir y bajar el alto de Kastrejana, tomamos la primera salida, dirigiéndonos hacia Urgozo-Las Delicias. Primer desvío por la derecha y atravesamos el Puente del Diablo, cruzamos las vías de FEVE para seguir (izquierda) en dirección Santa Águeda, y subimos hasta la ermita.
FEVE Bilbao-Santander Estación Urgozo (ojo a los horarios) y Bizkaibus Línea A-3341 A-3342 y A-3343 parada Las Delicias. En los dos casos hay que subir luego a pie como 1,5 km., con 150 m. de desnivel adicional.
TRACKWikiloc
Más información:
Guía Cartográfica de Bizkaia mapas 32-33
IGN MTN50-061




Ermita e inicio del camino
La ermita de Santa Águeda es el epicentro de una añeja tradición, de las que mejor se conservan en nuestro entorno. Ya sabéis, ‘aintzaldu daigun Agate deuna’ con la katxaba y todo eso, más la romería correspondiente a la festividad, que culmina justo en el lugar donde nos encontramos: un barrio formado por dos o tres casas –una anexa a la ermita-, con algunas vistas y una buena fuente, que siempre viene bien para los olvidadizos. Desde el costado mismo del edificio religioso arranca un camino que enfila directamente hacia el monte, pasando junto a un abrevadero, y ese es nuestro rumbo.

Desvío (izquierda)
No vamos a engañar a nadie: las primeras rampas son de aúpa, primero por pista cementada y luego por tierra, un tramo muy cortito pero que conviene tomar con calma. En una curva cerrada dejamos por la izquierda un camino de hierba y luego una especie de refugio, seguimos subiendo y enseguida –hay que andarse con ojo- un DESVIO a la izquierda junto a un viejo vallado, señalizado con las marcas del PR BI-101. Así que dejamos el amplio e irregular camino para internarnos en un senderito que trepa por la ladera. Es la parte más montañera de la subida, circulando entre abundantes zarzas y árgomas, aunque recientemente ha sido objeto de una buena limpieza (hasta hace un tiempo esta sendita era casi impracticable).

Llegamos a una especie de rellano y lo atravesamos sin perder la dirección anterior, siempre en subida, y lo mismo hacemos una segunda vez, guiados por los hitos y marcas del PR. El último tramo incorpora algo de roca, lo que parece arenisca oscura que luego veremos en el cordal.

Llegando a La Llana
Así llegamos al collado de LA LLANA, al pie de la gran pala que lleva al Arroletza. Sin embargo, esta vez vamos a reservarla para la bajada. Según hemos llegado tenemos dos caminos de frente: el de la derecha va a dar directamente a la pista que viene del norte, y el de la izquierda también, aunque tras haber recorrido unas decenas de metros por cota algo más elevada. En medio de los dos veremos enseguida un refugio. Podemos tomar cualquier de los dos, porque ambos confluyen en la misma pista (no sé cuál de los dos aparece en el track).

Vista hacia el mar
Por esta pista seguiremos un rato (como 1 km.) en dirección oeste, con pendiente casi inapreciable y las primeras vistas entre el arbolado: el casco urbano de Barakaldo, el Abra y el Serantes, y poco después el Argalario y los montes de Triano, con el Regato y el embalse de Gorostiza en el fondo del barranco. En todo momento resulta evidente que vamos recorriendo a media ladera la cordillera por cuya arista volveremos.

Eretza y compañía, desde las campas de Sasiburu
En cuanto salimos del arbolado, ya tenemos por la izquierda las despejadas laderas de Sasiburu, y aquí abandonamos por la izquierda (DESVIO) la pista, que continúa hacia Goikomendi y Peñas Blancas, para ir subiendo, campo a través o siguiendo rodadas de algún vehículo, hacia nuestra cima. Ya se sabe: siempre hacia arriba por la verde campa, como en el Gorbea… pero mucho más amable, claro. Tras un par de lomadas, alcanzamos finalmente la cumbre (SASIBURU,
Desde la cima: Pagasarri, Bilbao, Anboto al fondo...
459 m.). Este montecito, pese a su poca envergadura, tiene unas vistas espectaculares: Ganeran y Eretza hacia el oeste, tras los prados sobre los que se levantan Peñas Blancas y Ganeroitz; la gran mole del Ganeko de frente, con el curso del Kadagua a nuestros pies; por la izquierda, junto al Pagasarri, divisamos parte de Bilbao, con Anboto y Oiz en el horizonte; y, tras el cordal que ahora vamos a recorrer, la ría y sus localidades aledañas, con Jata cerrando la perspectiva. Unos metros más debajo de la cima, mirando hacia el valle, hay un mirador con un mapa donde ir descubriendo diversos lugares.

Hacia el Arroletza (derecha)
Alejándonos de esa vertiente encontramos un senderito que enfila el cordal hacia el Este, descendiendo con decisión, en la primera de varias subidas y bajadas que tendremos que afrontar. Volvemos a remontar, siempre cerca del amojonamiento que delimita Barakaldo y Alonsotegi, cuyos hitos de piedra se ven frecuentemente marcados con la pintura del PR. En uno de los pequeños altos, poco visible, por la derecha podemos acercarnos a visitar la casi imperceptible cima de TELLITU (458 m.), con pequeña plaquita identificativa.

Cima del Arroletza
Nuevo descenso, y ahora por una trocha con menos pendientes, alcanzamos la última cumbre del día (ARROLETZA, 454 m.), la más baja de las tres. Aquí, gracias al pequeño giro hacia el sur que hemos venido describiendo, tenemos aún mejores vistas sobre la ría y en parte sobre Bilbao. Dejamos por la derecha un extraño cercado doble bajo los árboles, y enfilamos ya la bajada por el cortafuegos, que inevitablemente nos hacen pensar lo que hubiera sido bajarlo esquiando el día de la última nevada.

Llegados de nuevo a LA LLANA, nos planteamos dos alternativas. La primera, más rápida y vertical, sería tomar el desvío por la derecha, junto a la cruz de señales, para volver simplemente por el sendero de subida. Pero si no queremos repetir, nos apetece alargar el paseo o buscamos una ruta más cómoda, lo que haremos es seguir en la misma dirección (norte), siguiendo en sentido inverso la primera parte del trazado de la entrada Arroletza. Es este itinerario el que recoge el mapa y el track. De esta forma, atravesamos un arbolado junto a los postes del gas y algunos vallados con vacas, y finalmente volvemos a la pista anterior, que tomamos de frente y ya en suave descenso. Pasamos un paso canadiense junto a una casa, y vamos dando una amplia curva con estupendas vistas. Dejamos por la derecha un edificio en la ladera, y en una rampa recta con vistas hacia Bilbao desembocamos en la carretera que, en el mismo sentido que traíamos (sur) nos devuelve finalmente a Santa Águeda.

sábado, 17 de marzo de 2018

Astondo


La bahía de Plentzia es uno de los lugares más fotogénicos de toda la costa de Bizkaia. La cierra por el sur la Peña de San Valentín, en Barrika, y por el noreste la punta de Astondo, en Gorliz. La bellísima playa la comparten Gorliz –que se lleva la mayor parte- y Plentzia, que aporta la ría y quizá por ello se queda con el topónimo de este extraordinario lugar. Sus atardeceres son mágicos cuando las aguas se encuentran en calma, aunque también resulta sobrecogedor asistir a un temporal, cuando la furia del mar pugna contra muelles y acantilados.

Una pequeña excursión partiendo de la misma playa permite encaramarnos a una de las atalayas desde las que mejor se contempla el entorno: el alto de Astondo, también llamado Antekera, al que accedemos por caminos bastante acondicionados que se llenan de paseantes cualquier día de buen tiempo.

               DISTANCIA:  4 km.     
DESNIVEL: 130 m. (0-130)
DIFICULTAD: Ninguna 2 (1-1-0)
            ITINERARIO (circular)  Inicio y final: Playa de Astondo (Gorliz)
            VIAS: Senderos de tierra, escaleras, camino asfaltado
ACCESOS: En coche desde Bilbao nos dirigimos hacia Plentzia. Sin entrar en el pueblo se cruza el puente nuevo y se sigue dirección Gorliz por la BI-3154 y después BI-3158 hasta el aparcamiento junto a la playa de Astondo. Metro Bilbao hasta Plentzia, y de ahí Bizkaibus A3499 hasta el Hospital de Gorliz.
TRACKWikiloc
Más información:
Guía Cartográfica de Bizkaia mapa 3
IGN MTN50-037




Playa de Gorliz, desde Astondo
En la larga cuesta en que finaliza la BI-3158, con el Hospital de Gorliz por la izquierda, podemos encontrar sitio para aparcar… siempre que no vayamos en jornada y horario de playa. Ahí mismo nos deja el bus A3499 que enlaza con el Metro en Plentzia, así que es un buen punto de partida. Bajando hacia la playa, dejamos por la derecha el camino asfaltado que se dirige hacia la Granja foral, junto a la que pasaremos a la vuelta. Por la derecha, tras un vallado, tenemos la zona de dunas cementadas o pétreas, creadas por la fuerza de los vientos y la acumulación de arena sobre la ladera (jo, cómo jugábamos de críos sobre ellas, ajenos a su importancia geológica). Hay que caminar unos metros más en dirección al espigón que cierra la bahía, y encontramos enseguida el acceso para iniciar la subida.

Empezamos por subir una pequeña rampa con barandilla, con pendiente suave y las primeras perspectivas sobre el arenal de Plentzia-Gorliz y la maravillosa rada semicircular que lo baña. Enseguida giramos a la izquierda y seguimos subiendo, con algunos escaloncillos, para ir así zigzagueando varias veces según ganamos altura. La ruta es agradable, siempre bajo tupido arbolado y muchos paseantes a poco buen tiempo que haga. Vamos alternando tramos de tierra, otros algo rocosos y varios con más escalones, de diversos formatos, continuos o alternos.

Playa de la Cantera y vistas al Este
Cuando hemos subido hasta unos 60 metros, nos olvidamos de la bahía porque pasamos ya a la cara norte de esta pequeña colina, donde enseguida nos encontramos la hermosa cala de Askibilla, con un pequeño islote. Accedemos a un pequeño mirador, donde la vista es estupenda ahora sobre la punta de Astondo y el promontorio de Gaztelu, al otro lado de la bahía, junto a la playa de La Cantera-Muriola. En días limpios, la vista se extiende por el oeste hasta cabo de Ajo. 

Poco después del mirador el camino empieza a descender, y es el momento en el que nos desviamos por la izquierda entre la maleza para descubrir, muy cerca del sendero, la cima de ASTONDO (127 m.) con un minúsculo buzón. Como hay que confesar que no hemos conseguido encontrarlo, no hay foto, aunque tenemos algunas en la página de Mendikat que ponemos arriba. Esta pequeña cima recibe también el peculiar nombre de Antekera o Antikera que, según la Toponimia de Gorliz, es un ‘exotopónimo de carácter exótico’ tomado precisamente de la conocida localidad malagueña homófona. Hay que ver qué cosas. Aunque lo cerrado de la vegetación tampoco invita a ello, no nos vengamos arriba en tareas exploratorias alrededor de la cima, porque las caídas del acantilado están muy próximas y no son para andarse con bromas (cien metros en picado y tal).

Bajando, con Kukulu a la vista
Como decía, el camino empieza aquí a bajar, con la vista en el siguiente alto (Kukulu) y el faro. Bajamos ahora un senderito escarpado con vistas sobre el mar y hacia el cabo de Urtikoetxe, donde se asienta el fortín de Azkorriaga, o ‘castillito’, que vamos a visitar a continuación. El descenso es cómodo, con algunos tramos de escalera. Curiosamente, si después observamos este tramo desde Kukulu (vista atrás) da la sensación de estar colgado sobre el acantilado; pero en realidad, aunque vamos no muy lejos del borde, no presenta ningún peligro, protegido por el pequeño arbolado.

Camino hacia Azkorriaga (izquierda)
Llegados al punto donde se inicia el camino hacia el fortín, y abandonamos por tanto el camino
hacia la izquierda. El primer tramo me parece francamente peligroso, con lajas y piedra suelta, y engañosa caída hacia el mar (hay algún inconsciente que ha andado por aquí de noche, verdad Charly?). Luego, el senderillo lleva sin complicación hacia los restos de la fortificación. Por la izquierda tenemos la pequeña cala de Errotatxu, y llegamos a los derruidos muros, cerca de la punta (AZKORRIAGA). Realmente, el lugar no tiene mayor interés que las vistas, y situarnos en una lengua de tierra que se adentra en el mar.

Ermua (dcha.), cabo Billano
y faro de Gorliz desde Kukulu
De vuelta al camino principal, retomamos la dirección anterior –es decir, giramos a la izquierda- para ascender la pequeña rampa que, con un vallado por la derecha, nos separa del alto, por zona despejada de apariencia similar a las landas que coronan los acantilados de Sopelana y Barrika. Como también es usual en la zona, encontramos en el alto (KUKULU) un pequeño bunker, quizá un puesto de vigilancia, medio tapado por la hierba. Aunque hay posibilidad de tomar algunos senderillos por cotas más bajas de cara al mar, lo normal es seguir el camino que ahora va girando a la derecha hasta desembocar en un camino asfaltado, que es el que tomamos para acceder al faro de Gorliz. Lo vemos a la izquierda y podemos llegar a él en unos pocos minutos.

Con o sin faro, tomamos la carreterilla hacia la derecha, bajando suavemente junto a la Granja foral, donde se realizan actividades para la mejora de la ganadería de Bizkaia. Así, tranquilamente salimos de nuevo a la carretera de acceso a la playa, de donde hemos partido, habiendo completado una excursión corta y vistosa que fácilmente podemos completar con otras rutas de muy diverso perfil (ver enlaces arriba), o con actividades de playa, paseo o picoteo en una zona con tantos recursos de todo tipo.