sábado, 17 de marzo de 2018

Astondo


La bahía de Plentzia es uno de los lugares más fotogénicos de toda la costa de Bizkaia. La cierra por el sur la Peña de San Valentín, en Barrika, y por el noreste la punta de Astondo, en Gorliz. La bellísima playa la comparten Gorliz –que se lleva la mayor parte- y Plentzia, que aporta la ría y quizá por ello se queda con el topónimo de este extraordinario lugar. Sus atardeceres son mágicos cuando las aguas se encuentran en calma, aunque también resulta sobrecogedor asistir a un temporal, cuando la furia del mar pugna contra muelles y acantilados.

Una pequeña excursión partiendo de la misma playa permite encaramarnos a una de las atalayas desde las que mejor se contempla el entorno: el alto de Astondo, también llamado Antekera, al que accedemos por caminos bastante acondicionados que se llenan de paseantes cualquier día de buen tiempo.

               DISTANCIA:  4 km.     
DESNIVEL: 130 m. (0-130)
DIFICULTAD: Ninguna 2 (1-1-0)
            ITINERARIO (circular)  Inicio y final: Playa de Astondo (Gorliz)
            VIAS: Senderos de tierra, escaleras, camino asfaltado
ACCESOS: En coche desde Bilbao nos dirigimos hacia Plentzia. Sin entrar en el pueblo se cruza el puente nuevo y se sigue dirección Gorliz por la BI-3154 y después BI-3158 hasta el aparcamiento junto a la playa de Astondo. Metro Bilbao hasta Plentzia, y de ahí Bizkaibus A3499 hasta el Hospital de Gorliz.
TRACKWikiloc
Más información:
Guía Cartográfica de Bizkaia mapa 3
IGN MTN50-037




Playa de Gorliz, desde Astondo
En la larga cuesta en que finaliza la BI-3158, con el Hospital de Gorliz por la izquierda, podemos encontrar sitio para aparcar… siempre que no vayamos en jornada y horario de playa. Ahí mismo nos deja el bus A3499 que enlaza con el Metro en Plentzia, así que es un buen punto de partida. Bajando hacia la playa, dejamos por la derecha el camino asfaltado que se dirige hacia la Granja foral, junto a la que pasaremos a la vuelta. Por la derecha, tras un vallado, tenemos la zona de dunas cementadas o pétreas, creadas por la fuerza de los vientos y la acumulación de arena sobre la ladera (jo, cómo jugábamos de críos sobre ellas, ajenos a su importancia geológica). Hay que caminar unos metros más en dirección al espigón que cierra la bahía, y encontramos enseguida el acceso para iniciar la subida.

Empezamos por subir una pequeña rampa con barandilla, con pendiente suave y las primeras perspectivas sobre el arenal de Plentzia-Gorliz y la maravillosa rada semicircular que lo baña. Enseguida giramos a la izquierda y seguimos subiendo, con algunos escaloncillos, para ir así zigzagueando varias veces según ganamos altura. La ruta es agradable, siempre bajo tupido arbolado y muchos paseantes a poco buen tiempo que haga. Vamos alternando tramos de tierra, otros algo rocosos y varios con más escalones, de diversos formatos, continuos o alternos.

Playa de la Cantera y vistas al Este
Cuando hemos subido hasta unos 60 metros, nos olvidamos de la bahía porque pasamos ya a la cara norte de esta pequeña colina, donde enseguida nos encontramos la hermosa cala de Askibilla, con un pequeño islote. Accedemos a un pequeño mirador, donde la vista es estupenda ahora sobre la punta de Astondo y el promontorio de Gaztelu, al otro lado de la bahía, junto a la playa de La Cantera-Muriola. En días limpios, la vista se extiende por el oeste hasta cabo de Ajo. 

Poco después del mirador el camino empieza a descender, y es el momento en el que nos desviamos por la izquierda entre la maleza para descubrir, muy cerca del sendero, la cima de ASTONDO (127 m.) con un minúsculo buzón. Como hay que confesar que no hemos conseguido encontrarlo, no hay foto, aunque tenemos algunas en la página de Mendikat que ponemos arriba. Esta pequeña cima recibe también el peculiar nombre de Antekera o Antikera que, según la Toponimia de Gorliz, es un ‘exotopónimo de carácter exótico’ tomado precisamente de la conocida localidad malagueña homófona. Hay que ver qué cosas. Aunque lo cerrado de la vegetación tampoco invita a ello, no nos vengamos arriba en tareas exploratorias alrededor de la cima, porque las caídas del acantilado están muy próximas y no son para andarse con bromas (cien metros en picado y tal).

Bajando, con Kukulu a la vista
Como decía, el camino empieza aquí a bajar, con la vista en el siguiente alto (Kukulu) y el faro. Bajamos ahora un senderito escarpado con vistas sobre el mar y hacia el cabo de Urtikoetxe, donde se asienta el fortín de Azkorriaga, o ‘castillito’, que vamos a visitar a continuación. El descenso es cómodo, con algunos tramos de escalera. Curiosamente, si después observamos este tramo desde Kukulu (vista atrás) da la sensación de estar colgado sobre el acantilado; pero en realidad, aunque vamos no muy lejos del borde, no presenta ningún peligro, protegido por el pequeño arbolado.

Camino hacia Azkorriaga (izquierda)
Llegados al punto donde se inicia el camino hacia el fortín, y abandonamos por tanto el camino
hacia la izquierda. El primer tramo me parece francamente peligroso, con lajas y piedra suelta, y engañosa caída hacia el mar (hay algún inconsciente que ha andado por aquí de noche, verdad Charly?). Luego, el senderillo lleva sin complicación hacia los restos de la fortificación. Por la izquierda tenemos la pequeña cala de Errotatxu, y llegamos a los derruidos muros, cerca de la punta (AZKORRIAGA). Realmente, el lugar no tiene mayor interés que las vistas, y situarnos en una lengua de tierra que se adentra en el mar.

Ermua (dcha.), cabo Billano
y faro de Gorliz desde Kukulu
De vuelta al camino principal, retomamos la dirección anterior –es decir, giramos a la izquierda- para ascender la pequeña rampa que, con un vallado por la derecha, nos separa del alto, por zona despejada de apariencia similar a las landas que coronan los acantilados de Sopelana y Barrika. Como también es usual en la zona, encontramos en el alto (KUKULU) un pequeño bunker, quizá un puesto de vigilancia, medio tapado por la hierba. Aunque hay posibilidad de tomar algunos senderillos por cotas más bajas de cara al mar, lo normal es seguir el camino que ahora va girando a la derecha hasta desembocar en un camino asfaltado, que es el que tomamos para acceder al faro de Gorliz. Lo vemos a la izquierda y podemos llegar a él en unos pocos minutos.

Con o sin faro, tomamos la carreterilla hacia la derecha, bajando suavemente junto a la Granja foral, donde se realizan actividades para la mejora de la ganadería de Bizkaia. Así, tranquilamente salimos de nuevo a la carretera de acceso a la playa, de donde hemos partido, habiendo completado una excursión corta y vistosa que fácilmente podemos completar con otras rutas de muy diverso perfil (ver enlaces arriba), o con actividades de playa, paseo o picoteo en una zona con tantos recursos de todo tipo.

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