sábado, 19 de diciembre de 2020

Gazteluzar

Al sur del río Ibaizabal, el Mandoia es uno de los montes con más solera de Bizkaia, objetivo de excursiones clásicas, bien desde Bedia por el norte, o enlazando con el cercano Upo desde el oeste, o por vía más directa desde Zeberio. Aproximándonos desde el primero de estos municipios –enlace entre las zonas urbanas e industriales, y el entorno más rural- pocos reparan en la pequeña elevación de Gazteluzar, que constituye una especie de antecima desprendida del mismo Mandoia hacia el norte. Es por tanto un monte ignorado y modesto, que tal vez en tiempos tuvo su relevancia estratégica como parece indicar su topónimo. En ibilkat lo recuperamos para una salida muy breve aunque no del todo plácida, como ahora veremos.

             DISTANCIA: 3,6 kms.

            DESNIVEL: 255 m. (259-515)

DIFICULTAD: Muy Baja 4 (2-1-1) Rampas del 30%                  

            ITINERARIO (ida y vuelta)  Inicio y Final: Ereño (Bedia)

            VIAS: Pista de tierra, senderos

ACCESOS: En coche, desde Bilbao, autopista A8 dirección Donostia, hasta salida Vitoria-Gasteiz N-240. Seguir hasta Bedia, y justo después de la iglesia, girar a la derecha hacia Ereño y Eroso-Ugarte. Se sigue la carretera pasando un puente sobre el Ibaizabal y después otro sobre el tren. Se pasa el barrio de Eroso-Ugarte y en la bifurcación siguiente se toma la dirección a Ereño. Eusko Tren línea Bilbao-Donostia parada Bedia. Varias líneas de Bizkaibus (en los dos casos, hay casi 4 kms. hasta Ereño)

ENLACES CON: Mandoia desde Bedia

Más información:

https://www.mendikat.net/com/mount/2308

http://www.bedia.biz/es-ES/Turismo/Bediaysusbarrios/Paginas/Ereno.aspx

http://www.bedia.biz/es-ES/Turismo/ConoceBedia/Documents/4%20Gui%C3%B3n%20del%20recorrido%20de%20Ere%C3%B1o.pdf  (recorrido)

http://www.bedia.biz/es-ES/Turismo/ConoceBedia/Paginas/Galeriadeimagenes.aspx?album=3706 (fotos)

Guía Cartográfica de Bizkaia mapa 43

IGN MTN50-0062 Durango

 



Vista aérea del barrio de Ereño
Generalmente, en este saludable blog preferimos (y recomendamos) utilizar el transporte público para nuestras salidas, pero esta vez va a ser la excepción porque, amigos, si llegamos a Bedia en tren o autobús tenemos por delante cerca de 4 kms. y 200 metros de desnivel hasta llegar al barrio de Ereño, nuestro punto de partida. Es un buen paseíto al que hay que añadir otro tanto a la vuelta. Lo cual no tiene nada de particular, pero si de lo que se trata es de coronar un pequeño monte al que dedicamos apenas veinte minutos en subir y bajar desde su base, igual la maniobra de aproximación es un poco desproporcionada. Avisados quedan.

Fuente de Atxandi
El pequeño barrio de Ereño (no confundir con el pueblo de Urdaibai) es un grupo de caseríos, algunos imponentes, otros más antiguos, encaramado en el monte, con una pequeña y encantadora ermita dedicada a San Martín Obispo. Desde ahí mismo arrancamos, siguiendo la dirección de la carretera junto a las últimas casas, para alcanzar en unos pocos metros la fuente de Atxandi, justo al lado de una trifurcación en la que seguimos de frente. Estamos en el camino normal al Mandoia, por lo que también nos podemos guiar por lo comentado en la entrada indicada arriba. 

Mandoia (iz) y Gazteluzar (dcha)
Seguimos por cómodo sendero, con un par de zonas algo más exigentes, tal vez por encima del 20%, hasta encontrar un vallado junto al que debemos girar a la derecha. Llegamos así a una pista de cemento donde de nuevo giramos a la derecha, y en un pis pas llegamos al collado Bazterreko Landa, con un nuevo cruce de caminos. El que trepa por la izquierda y el que sigue de frente en muy ligero descenso llevan al vecino Mandoia, pero en esta ocasión nuestro objetivo es más próximo y también más pequeño.

Gazteluzar desde Munurrutu (o algo así)
Por la derecha de ese cruce hay un pequeño montículo que por lo visto se llama nada menos que Munurrutu (la cartografía confunde claramente los nombres de las dos elevaciones), y desde esa alturita tenemos a la vista el hermoso perfil del Gazteluzar, aproximadamente cónico desde esta perspectiva. Podemos simplemente descender por la loma hasta su base, o rodearla por la pista para encontrarnos al pie mismo de nuestra subida. Parece ser que hay una ruta posible –y más fácil que la que planteamos aquí- para acceder a la cima dando un rodeo por la derecha y tirar para arriba desde el norte, por la cara que ahora no vemos. Pero nuestra ruta de subida está bien clara en la ladera que tenemos a la vista, así que no hay más que picar para arriba sin contemplaciones.  

Hacia el pino
 La trocha es muy visible en su primera parte, para luego desdibujarse un poco, pero siempre con una pendiente bastante respetable (como un 30%, quizá más). En caso de duda, el punto de referencia es un hermoso y viejo pino hasta el que tenemos que llegar. Hasta ahí es lo más sencillo, ahora viene la complicación. Primero encontramos un paso algo delicado, con buena caída por la izquierda, con la que hay que tener cuidado aunque es apenas un par de metros. Pero ya el fuerte desnivel que mira a SW nos acompañará casi hasta arriba. El sendero gira ligeramente hacia el oeste, y seguirá por el borde de una ladera muy empinada, entre zarzas, argomas y algún espino, un paso verdaderamente agreste en el que hay que avanzar despacito, evitando un tropezón.  

Cima, con Ereño abajo (dcha.)

 Así, con mucho cuidadito, vamos ganando metros, girando ligeramente hacia la izquierda, y ya con el paso más franco, hasta alcanzar la cima (GAZTELUZAR o Kastillozar, 515 m.). Las vistas son excelentes, excepto hacia el sur, donde domina el cercano Mandoia: vemos claramente Oiz e Iluntzar hacia el oeste, y la sierra de Aramotz, Eskuagatz y Leungane algo más al sur. Por el norte y oeste observamos Etxebarri y parte de Bilbao, así como el Abra y el Serantes, y el poderoso perfil de Kamaraka y Ganeko, entro otros.

Upo y Ganeko desde el camino
Con las misma cautelas que en la subida en los alrededores de la cima, accedemos de nuevo al sendero anterior, ya que –que sepamos- no hay otra ruta que enlace con el camino de subida sin dar el rodeo hasta el collado citado antes. Por tanto, nos volvemos por donde hemos venido tras visitar esta pequeña, ignorada y un poco áspera montañita.

jueves, 1 de octubre de 2020

Peña San Juan

Los montes de Galdames, que separan las Encartaciones de la zona ribereña de la ría de Bilbao, forman una gran masa que se extiende de NW a SE, desde la cuenca del Barbadun, hasta enlazar con el macizo del Eretza. Su amplia superficie muestra una gran variedad, desde grandes extensiones boscosas hasta amplios praderíos sobre perfiles redondeados. Esta última tipología es la que domina la mayor parte de la zona más norteña, mirando hacia el interior, donde se suceden bocaminas, grietas y derrumbes producidos por la intensa actividad minera que perduró hasta principios del siglo XX.

En ese sector, la Peña San Juan es la cima más relevante, aunque no llegue siquiera a los 700 metros ni su silueta destaque demasiado. La visita a esta cima es una buena excusa para conocer alguna de las peculiaridades del entorno: restos de viejas explotaciones mineras, la cercana cueva de la Magdalena o cimas secundarias poco visitadas a las que podemos acceder en pocos minutos.

  • DISTANCIA: 7,2 kms.
  • DESNIVEL: 190 m. (481-669)
  • DIFICULTAD: Muy Baja 3 (1-2-0)                    
  • ITINERARIO (ida y vuelta)  Inicio y Final: Ekoetxe-Peñas Negras
  • VIAS: Pista de tierra, senderos, campo a través
  • ACCESOS: Hasta La Arboleda, desde Bilbao a Trapaga por la A-8 hasta salida 127B. Se toma la BI-3756 pasando por Urioste, y en la rotonda junto a la iglesia de Trapaga BI-3755 hasta La Arboleda. Aquí seguir las indicaciones hacia Ekoetxe-Peñas Negras rodeando el pueblo por la derecha y girando a la derecha tras dos curvas cerradas. A Trapaga, también en Bizkaibus A3144, A3336 y A3337 y RENFE línea C2 estación de Trapagaran. De aquí a Larreineta se puede tomar el funicular de La Escontrilla, y a La Arboleda hay bus de Eusko Tren. De La Arboleda a Peñas Negras, a pie por el itinerario de Mina Pickwick, o continuando por carretera (unos 2 kms.). El Bizkaibus A333 Sestao-Gallarta enlaza directamente con La Arboleda desde Gallarta.
  • TRACK: Wikiloc
  • ENLACES CON: La Rasa, Paseo por las cumbres I, sauco
  • Más información:
  • https://www.mendikat.net/com/mount/2289
  • https://luismiportu.blogspot.com/2014/02/pena-san-juan.html
  • https://www.elcorreo.com/alava//ocio/rutas/febrero2009montestriano.html
  • Guía Cartográfica de Bizkaia mapa 23
  • IGN MTN50-0061 Bilbao

 


Ekoetxe Peñas Negras
El Ekoetxe (antes Centro de Interpretación) de Peñas Negras, aunque es un mamotreto bastante feo, es un buen punto de encuentro donde cada fin de semana se reúnen montañeros, ciclistas y hasta moteros, que partiendo desde aquí pueden acceder a muy diversas localizaciones de una amplia extensión, ideal para casi cualquier tipo de actividad que se pueda realizar en el monte. Desde este punto nos dirigimos hacia un panel informativo donde se inician diferentes rutas señaladas (de forma impecable, siempre lo decimos) con balizas de colores. 

Camino por la ladera
Tomamos las marcas que combinan el rosa y el naranja, que de momento llevarán la misma dirección, y empezamos a subir suavemente por un camino amplio de tierra. Pasamos un par de curvas y un tramo muy descarnado, dejando por la izquierda los peñascos de arenisca que dan nombre ala zona, y girando a la derecha iniciamos un largo camino en dirección Oeste que sube con poquita pendiente. Seguiremos así cosa de un kilómetro muy cómodo, con buenas vistas por la derecha hacia El Abra, el Serantes y las poblaciones de Gallarta y Muskiz. También por la derecha se aprecia la pequeña elevación de El Gallo, totalmente cubierta de arbolado, que visitaremos a la vuelta.

 Junto a unas grandes lajas rocosas dejamos el desvío que por la izquierda nos lleva hacia Peña Pastores (nos llevaría unos pocos minutos visitarla), y nos despedimos de las marcas rosas. Siguiendo ahora las balizas naranjas junto a un tendido de alta tensión, alcanzamos enseguida el collado de La Rasa, hasta donde suelen llegar algunos vehículos, con un nuevo panel informativo. Ya tenemos a la vista nuestro objetivo, una loma redondeada, pelada y rocosa que se levanta a la espalda del reconocible esqueleto del antiguo edificio de oficinas del Sauco.  

Peña San Juan, a la izquierda

Atajo
Aunque podríamos seguir por la pista para luego girar a la izquierda, podemos tomar un pequeño atajo (SENDERO), una trocha de ganado con algunos espinos y árboles enanos, que es lo único que crece en estos venteados prados. Pronto volvemos a la amplia pista de tierra que bordea la parte alta del monte por su ladera norte, desde la que contemplamos algunos hundimientos vallados en los que crecen árboles y matorral.

 En vez de subir directamente a la cima –campo a través por la izquierda- merece la pena rodearla siguiendo en dirección NW hacia otro cartel, que alerta del peligro: estamos ante una espectacular grieta, que es en realidad un derrumbe que corta en dos la loma cimera. Una sima de origen parecido a la que puede verse en Zamaia, aunque en este caso menos profunda y más larga. Podemos bordear la grieta siguiendo un senderito, con cuidado porque a veces se aproxima al desplome (y ni de broma en caso de niebla o visibilidad limitada), pero para alcanzar la cima tendremos que volver atrás, junto a la pista de acceso, porque por esta vertiente es acceso es imposible. Aquí dejamos algunas imágenes de la grieta, bastante fotogénica:




Desde el cartel anterior no hay ya más que ir ganando metros por esta colina chata, sin camino, hasta encontrar el buzón (SAN JUAN, 669 m.). Las vistas son excelentes hacia el sur (Encartaciones), donde se distinguen bastante cerca Ubieta, Alen, Longuitas y por supuesto, el Pico de la Cruz. Al margen de eso, la cima carece de cualquier otra emoción.

Ganeran Pico de la Cruz, Ubieta/Zipar...
 
Camino a El Gallo
Con un paseo tan facilito, lo que parece lógico es continuar la excursión buscando algún otro objetivo. Como indicábamos arriba, una opción es descender hacia la zona del Sauco, retrocediendo hasta el collado anterior y buscando las balizas moradas, lo que también nos permitirá encontrar el desvío hacia la cueva de la Magdalena, ya descendiendo hacia Galdames. Otra posibilidad, desde ese mismo collado, es seguir la ruta naranja hacia las elevaciones de La Rasa y el pico Ventana (o Ventuña). Pero como esas dos opciones ya tienen su propia entrada en el blog, proponemos ahora un pequeño paseo hacia la cima secundaria del Gallo, que habíamos visto al subir.

Buzón de El Gallo
Para ello regresamos al COLLADO de La Rasa y seguimos unos metros las marcas naranjas. Las abandonamos cuando la pista se divide en dos (camino y bosque) y, poco antes de llegar a ese punto, tomamos otro sendero por la derecha entre cipreses. Cuando empieza a descender lo dejamos para internarnos en el bosque buscando el punto más alto, hasta dar con el buzón en un punto (EL GALLO, 613 m.) que, aunque dependiendo de las talas y repoblaciones, estará seguramente inmerso en el arbolado y por lo tanto sin ninguna panorámica. 

Para volver a tomar la pista por donde subimos desde Peñas Negras, una vez abandonado el cipresal ganando unos metros, el tendido eléctrico al que nos referíamos al principio es un buen punto de referencia para encontrar la ruta por encima de las copas de los árboles.

 Vale, no se podrá decir que hemos hecho una ruta exigente, ni que nos hemos sumergido en un entorno de belleza estremecedora, ni siquiera que hayamos admirado paisajes impresionantes. Pero sí que ahora conocemos una zona no muy visitada, que rezuma recuerdos de su pasado minero y nos permite un paseo cómodo con múltiples variantes. Y eso tampoco está mal para una mañanera.

P.D. Disculpen los amables lectores-senderistas por las deficiencias en el aspecto de esta entrada. Nuestro queridísimo Blogger nos ha 'modernizado' la interfaz, y la cosa se ha puesto algo complicada para los que somos un poco torpes con estos instrumentos. Pero iremos mejorando (espero).

domingo, 10 de mayo de 2020

Ventana del Relux

En los confines occidentales de Bizkaia, en el municipio de Karranza, amplios praderíos acogen barrios dispersos y numerosas explotaciones ganaderas. Los perfiles verdes y suaves contrastan con abruptas formaciones calizas, relieves tortuosos y precipicios que cortan la respiración. Un conjunto espectacular que puede disfrutarse en variados itinerarios para distintos niveles.

Uno de los más sencillos –aunque fácilmente podremos complicarlo y darle un aire montañero interesante- es el que nos conduce a la llamada Ventana del Relux, un arco pétreo colgado sobre el vacío, desde donde tenemos una perspectiva salvaje del valle que el río horada 700 metros más abajo. Un capricho de la geología escondido en esta esquina de nuestro territorio, que merece la pena conocerse.

             DISTANCIA: 10 kms.
            DESNIVEL: 170 m. (625-798) CENTENARIO (El Mazo)
DIFICULTAD: Baja 4 (1-3-0)                           
            ITINERARIO (ida y vuelta)  Inicio y Final: Alto de Ubal (Karrantza)
            VIAS: Pista de cemento y grava, senderos de tierra, campo a través
ACCESOS: Desde Bilbao en coche, autopista dirección Santander salida Balmaseda (BI-636). Se abandona por la derecha en Zalla para tomar la BI-3602 hasta el alto de La Herbosa, donde se toma (derecha) la BI-630, sin ninguna desviación hasta Karrantza. Poco después del desvío al Karpin, se toma (izquierda) la BI-3622 dirección Lanestosa hasta el alto de Ubal. Bizkaibus A0652 conecta Zalla, Balmaseda y Karrantza con Lanestosa, con parada en el alto.
TRACK: Wikiloc
Más información:
Guía Cartográfica de Bizkaia mapa 29
IGN MTN50-0061 Balmaseda



El alto de Ubal es un punto habitual en el inicio de excursiones por esta zona, la más occidental de Bizkaia, y conecta los valles de Karrantza (el municipio más extenso del territorio) y Lanestosa (el más pequeño). Aquí mismo empieza una pista de cemento que ocupa buena parte de la ruta, de momento algo más 1 km. hasta el primer cruce. En subida muy suave, empezamos a tener buenas vistas hacia el sur, donde dominan los montes de Ordunte donde domina el Zalama, y algo más al Oeste, Los Tornos. Pasando junto a diversas vaquerías, nos aparecen después los montes de Galdames y el Eretza, el Pico de las Nieves y la primera vista de las Peñas de Ranero. Un buen panorama –todo algo lejano- para entretenernos en un recorrido cómodo pero –reconozcámoslo- en su primer parte bastante aburrido.

Montes de Ordunte

Vista a las antenas
Ganando altura hacia lo que la cartografía llama Copa del Espinal, divisamos ya las inconfundibles antenas del Mazo (y torreta modelo Garbea), y enseguida tenemos a la vista la magnífica estampa de la sierra de Hornijo, encabezada por el fantástico Pico San Vicente. Naturalmente, veremos también la mole caliza del Pico del Moro y un poco más tarde la redondeada silueta de Encinalacorba, cerca de Rasines. Llegamos así a la primera bifurcación, junto a un establo con forma de fosterito. Por la izquierda nos iríamos hacia El Moro, así que seguimos por la derecha, siempre por la misma pista cementada.

Pico San Vicente y sierra de Hornijo

Ahora seguimos en línea recta hacia las antenas, observando algún cartelito de la Ruta Megalítica, de la que no se ven más indicaciones (también hay alusiones a esta ruta en la zona de Saltipiña y Cotobasero, donde tampoco hemos conseguido ver nada de interés). Otra señal indica poco más de 2 kms. hasta la Ventana, o sea, que estamos a mitad de camino. Hacia el sureste se divisa muy al fondo Anboto, y un poco más tarde veremos también el Gorbea, con lo que tenemos a la vista buena parte de la montaña de Bizkaia, sin que falten los más cercanos Jorrios y Armañón.

Seguimos la pista
Llegamos así al punto en el que abandonamos la aburrida pista: por la izquierda sale otra, esta de grava, cerrada con una puerta metálica verde con paso lateral. Por ella ascendemos suavemente hacia la antecima de las antenas, hasta alcanzar el primero de los depósitos (una especie de cilindro). Podemos continuar tranquilamente por la pista o escapar de ella tirando campo a través (con buena pendiente) hasta la primera ANTENA. Desde allí un sendero no muy visible y apenas señalado con marcas (creo que del GR 123) continúa hasta la cima (PEÑA DEL MAZO, 823 m.), en el límite con Cantabria. El trayecto no es largo pero sí algo intrincado, por lo que puede que no merezca mucho la pena si lo que venimos buscando es solo la imagen insólita de la Ventana.

Cima de El Mazo
VARIANTE: Si buscamos algo bastante más montañero, de la cima debemos seguir la misma dirección cumbreando y salvando alguna pequeña depresión a través del llamado Cordón de la Cuchilla para alcanzar luego el Reluso o Relux y bajar finalmente hacia la ventana. El itinerario no ofrece gran dificultad pero es algo tortuoso y exige cierta pericia.

Hacia el verde
Hayamos coronado o no, y de no continuar por la variante, volvemos a la pista justo donde la dejamos, junto al cilindro, donde se encuentran unos pastos. Cruzamos un paso en el vallado (DESVIO), accediendo al típico camino herboso por el que se ve que transitan las vacas. Todo es cómodo, sin desnivel ni problemas de orientación, aunque luego contaré alguna cosilla acerca de estas rumiantes. Continuamos en la misma dirección, prácticamente en línea recta, y tras pasar entre algunas manchas de matorral, llegamos junto a una alambrada. Seguimos en paralelo en ligera bajada y enseguida encontramos otra alambrada con un par de neumáticos que supuestamente facilitan el paso por debajo. Al otro lado, otro prado que atravesamos hacia una nueva valla en la un paso en escalera y un poste indicador nos facilitan la tarea para no perder la orientación. Quedan 600 metros hasta nuestro objetivo

Camino a la Ventana
Ahora estamos en campo abierto, dejando las antenas por la izquierda, al igual que dos pequeñas crestas rocosas, una de las cuales es el Pico que hemos visitado antes. Avanzamos por un senderito al principio bien marcado, que luego se difumina, sobre terreno ondulante pero casi llano, con alguna dolina por la derecha, y la referencia de las Peñas de Ranero, que muy grosso modo indican la dirección correcta. En las calizas del fondo se observa ya, justo en la cresta, lo que podría parecer los restos de una borda: aunque son unas simples rocas que parecen puestas de pie, es también una buena referencia, porque prácticamente debajo está la Ventana.

Ojo al precipicio
En unos minutos nos encontramos ante un vertiginoso precipicio entre grandes paredes con vistas a una masa rocosa que podría ser Lunada, y algunos barrios en el valle, cercanos a Ramales. Girando un poco a la derecha, señalado con una marca roja, se encuentra por fin la VENTANA, justo al lado de las rocas a que me refería antes. Es desde luego una curiosidad geológica, aunque claramente menos espectacular que por ejemplo el Ojo de Atxulaur o el Jentilzubi. El paisaje sí que es bonito, sobre todo mirando a Ranero (se ve el pueblo y parte de las instalaciones de la cueva de Pozalagua) y las amplias perspectivas hacia casi todos lados, incluido el Buciero de Santoña, Candiano y el karst de la Candina. Eso sí, ni se os ocurra asomaros al hueco (un pasito de más te lleva directo al vacío) , ni encaramaros en lo alto del arco, como hemos visto en algunas fotos.

Karst de Ranero, justo enfrente
El regreso, por el mismo camino y sin necesidad de visitar de nuevo el Mazo, es un paseo más o menos largo y puede que un poco aburrido, pero cómodo y sin complicaciones. A no ser que os pase algo como lo que cuento ahora.




La vaca asesina

Reconozco que, en general, y aunque pueda parecer algo chocante en un aficionado al monte, no me gustan demasiado los animales. En concreto, no me agrada mucho encontrarme en los paseos a animales sueltos, y mucho menos a perros cuidadores de rebaños o casas aisladas. Pero lo cierto es que durante ya bastantes años nunca había tenido un incidente con ningún animal al margen de los perros. Hasta que quise ver la Ventana del Relux.

Decía antes que al pie de la cima del Mazo encontrábamos junto a un depósito de agua un acceso para atravesar un prado. Pues efectivamente se entra sin problema como en tantas otras fincas y el ganado pasta tranquilamente por la zona. Pero el día en que se me ocurrió acercarme por esos lares, algo raro debió ocurrir que los animales detectaron y yo no. Un grupo de vacas, creo que frisonas, de color blanco y negro, comen y descansan en el verde, casi todas tumbadas. Como siempre hago, me voy aproximando manteniendo la distancia social con los animales, o sea, dando un pequeño rodeo para no molestarlas. Todas miran, como hacen siempre, pero la que se encuentra más cerca de mi gira la cabeza y se levanta. Me sigue con la mirada rotando el cuerpo; le vigilo, hace un movimiento extraño, y empieza a trotar hacia mí.

La vaca corre más de lo que se puede pensar, pero un servidor, dado lo complicado de la situación, da muestras de no haber perdido del todo la forma. Me voy directo hacia un zarzal y le hago un recorte que debió quedar bastante lucido. El caso es que al siguiente vistazo pude comprobar que mi perseguidora se había rendido. Pero de inmediato también fui consciente de que mi GPS (ese con el que marco las rutas para luego subirlas a Wikiloc) había caído en algún momento de la persecución. Por mucho que lo busqué, no hubo solución, como tampoco a través del ayuntamiento de Karrantza. El aparatito –al que le tenía cariño, porque fue el primero que tuve y era un regalo- fue la víctima colateral de la vaca asesina.

Es una anécdota, no me voy a quejar. No era un perro suelto en un camino público: la vaca estaba en su casa, en una propiedad privada en la que el intruso era yo, por muy pacíficas que fuesen mis intenciones. Y a lo mejor sirve para darnos cuenta de que el monte no es un parque; hay que ser respetuoso con la naturaleza, los animales y las propiedades ajenas, hay que ir con cuidado y tranquilos. Pero también, algunas veces, pueden pasar cosas.

viernes, 24 de abril de 2020

Serantes desde Kabiezes

El Serantes es un monte indisolublemente ligado al municipio de Santurtzi, un núcleo urbano recostado entre la falda del monte y el mar, como pocos de su tamaño. De forma que las calles de la vieja aldea pesquera son como un puente entre el verde y el azul. Ello a pesar de que aproximadamente la mitad de la superficie del Serantes pertenezca al vecino Zierbena, también de vocación marinera y algo más montañero.

Así que gracias a su privilegiada ubicación (o por su culpa, según se mire), el Serantes es un monte sumamente humanizado: no solo congrega numerosos paseantes y una curiosa romería el Lunes de Pascua, sino que reúne varios fortines y un pequeño castillo, lo recorren una línea de alta tensión y una larga pista, y es sede de una magnífica prueba montañera que le vincula a los pequeños y muy próximos Luzero y Montaño.

No tendrá por tanto el encanto de una naturaleza salvaje o exuberante, pero pocos montes pueden disfrutar de panorámicas más espectaculares.

            DISTANCIA: 6,30 kms. (solo cima) / 8,5 km. (alternativa)
            DESNIVEL: 390 m. (62-452) CENTENARIO - Techo municipal (Santurtzi)
DIFICULTAD: Solo ascensión: Baja 6 (3-2-1)  Rampas del 30%
                      Alternativa: Media-Baja 8 (3-3-2)  Rampas del 30% - Zonas de peligro
            ITINERARIO (ida y vuelta, o circular)  Inicio y Final: Metro Kabiezes
            VIAS: Urbanas, carretera, pista de tierra, senderos
ACCESOS: Desde Bilbao, autopista a Santander salida Santurtzi-centro. En la primera rotonda se gira a la derecha y se sube hasta la segunda, donde se encuentra el mercado de Kabiezes. Bizkaibus A-3151 parada Kabiezes. Metro Kabiezes.
TRACK: Wikiloc
ENLACES CON: Serantes desde Valle 
Más información:
Guía Cartográfica de Bizkaia mapa 14
IGN MTN50-0061 Bilbao y 0037-Algorta




Aunque la boca de metro de Kabiezes (salida Lauaxeta) queda más cerca de la ruta que vamos a seguir, tomamos como referencia la rotonda de Kabiezes (mercado y parada de bus) por ser más próxima a cualquier medio de transporte que vayamos a tomar (por cierto, no es buena idea venir aquí en coche, porque el aparcamiento es una aventura casi imposible. Estáis advertidos).

Esta excursión tiene dos partes bien diferenciadas: lo que es propiamente la ascensión a este monte (o sea, subir y bajar por el mismo camino), y una prolongación en la que recorremos parte del cresterío y volvemos por senderos un poco más complicados. Como las dos partes son independientes, y entendemos que pueden ser aptas para distintos tipos de aficionados, las exponemos por separado, y cada cual que se sirva a su gusto.

La ascensión

Los últimos caseríos
Justo al lado de la rotonda de Kabiezes, empezando a bajar hacia el centro de Santurtzi, unas escaleritas llevan a una especie de parque con unos columpios, y en cuanto las subimos ya se ve la tapia y las torres de iluminación del campo de fútbol de San Jorge, que es hacia donde hay que ir, siguiendo la calle Pajares. Pasamos junto al campo y seguimos subiendo, ahora junto al instituto de FP San Jorge, y más adelante otro centro educativo, dejando todo ello por la derecha. Todavía se puede ver (izquierda) alguna de las viejas casitas que poblaban estas laderas hace unas décadas. Nada más pasar el último colegio bajamos ligeramente, siempre por carretera, para volver a remontar unos metros en dirección a un edificio verde, que es la residencia Nuestra Señora de Begoña. Justo antes de llegar, con la finca ‘La Ponderosa’ por la derecha, hay una bifurcación donde, junto a unos contenedores, tenemos que tirar hacia la izquierda para pasar por el barrio de El Villar.

Inhóspito
Tras dejar atrás las últimas casas, enfilamos hacia algo llamativo: una amplísima estrada, pedregosa y en moderado ascenso, que canta una barbaridad si lo miramos en el Google Earth, y se diría que es lo que queda de alguna infraestructura que no llegó a terminarse. Se inicia en una especie de explanada donde aparcan algunos coches y hay una finca por la izquierda. A partir de ahí es un camino ancho y desnudo, con lajas y piedra suelta, y con pendiente no muy fuerte, que se puede superar mejor por un senderito por la izquierda. Sin darnos cuenta, pasamos sobre la salida de la autopista hacia el puerto. Son aproximadamente 400 metros de camino recto, al cabo de los cuales ya hemos ganado suficiente altura como para ver la cima –que no perderemos casi en ningún momento- y tener a la espalda alguna perspectiva sobre los montes de Triano, Ugaldebieta y Gallarta.

Nuestra cima
Con alguna señal que indica la dirección hacia el Serantes (son pequeñas, pocas y no muy visibles), el camino se estrecha y gira a la derecha, pasando junto a la tapia de otra casa y un vallado de madera, atravesando el cual (derecha) llegaríamos hasta el polvorín del Mazo, asentado en una colina encima del barrio de Mamariga. Llegamos a un punto (TORRE) donde debemos girar a la izquierda; en realidad, el camino describe el giro, pero puede atajarse por el interior, siempre a escasos metros de una torre eléctrica, que nos debe servir de guía sobre todo a la vuelta, porque hay numerosos caminos en todas direcciones. Tras coincidir unos metros con los postes de una conducción de gas, pasamos ahora a un senderito de tierra que enfila directamente hacia el cono superior del monte, pasando junto a bonitos espinos en flor. Según miramos a la cumbre, distinguimos a la izquierda el vistoso resalte rocoso por el que pasaremos a la vuelta (si tomamos la alternativa que luego se explica).

El Abra, puerto y Punta Galea
Vamos poco a poco cogiendo metros, y el camino se estrecha y se ancha alternativamente, hasta que vemos la primera marca del GR 123 Vuelta a Bizkaia, y alcanzamos una especie de rellano. En una curva a la derecha, dejamos por la izquierda un sendero por el que volveremos, precisamente con los postes de señalización del GR y otra gran baliza blanca. Remontando unos metros más, alcanzamos ya el FUERTE, justo en la base del tontor final del Serantes. Este collado reúne a la mayor parte de gente en la famosa romería de Cornites, el lunes de Pascua. Todas las fortificaciones de este monte proceden del siglo XIX, y podemos leer aquí y aquí sobre su historia y características. Con buen tiempo, suele verse gente tomando el sol en este fuerte, y recientemente ha sido objeto de algunas obras para instalar un punto de observación de aves y quizás algunas cosas más. Por ahí han circulado algunos proyectos faraónicos de esos que gustan tanto a los políticos, y de los que hablamos (de los proyectos, no de los políticos) en la entrada Serantes desde Valle.

Desde lo alto de 'La cuesta', con el fuerte abajo
Ahora ya solo queda el final, o sea, lo más jugoso: ‘La Cuesta’, como reza el cartel indicador, esa rampa de unos 300 metros de longitud que remonta los últimos noventa y tantos hasta la cima. Con esas cuentas que solemos hacer, la conclusión es clara: nos comemos un desnivel por encima del 30% de principio a fin, por sendero algo pedregoso, aunque permite zigzaguear un poco y, si nos paramos a tomar un poco de aire, ofrece una vista espectacular a nuestra espalda. También es verdad que este tramo, antiguamente árido y desnudo, ha sido repoblado por la vertiente interior (izquierda), y por ahí, entre árboles, siempre resulta menos severa la ascensión.

Lavando la cara al 'castillo'
Con este interesante aperitivo, llegamos finalmente, tras cosa de una hora, a la cima (SERANTES, 452 m.), coronada por el castillo hace poco remozado, con una mesa de orientación mirando hacia Bilbao (sureste), y la enorme antena detrás. El Serantes es por su ubicación una atalaya excepcional, desde la que se observan sin dificultad la mayoría de los montes más significativos de Bizkaia, desde Jata y los montes de Durango, hasta Ganeko, Eretza, Ganeran o Mello, incluyendo por
Ugaldebieta, Gallarta y montes de Triano
supuesto el Gran Bilbao al completo. El resto, hacia el oeste, lo veremos enseguida. Detrás del castillo, en efecto, encontramos dos buzones y un horrendo e innecesario mirador, y ahí tenemos más vistas excepcionales que alcanzan hasta cabo de Ajo, Santoña, el Cerredo y Castro, con Muskiz y Montaño (Serantes Txiki) en primer término, y Alen y los montes de Saldamando detrás. Aquí concluye lo que es propiamente la ascensión a este simpático monte, y nos volvemos por el mismo camino de ida hasta nuestro punto de inicio.

A no ser que queramos prolongar la excursión y darle algo más de exigencia y emoción:

Alternativa: vuelta por el interior

Bien, aviso que esto que viene tiene un poco más de enjundia, que añadimos cerca de 3 kms. a lo que sería el descenso ‘normal’, y también alguna dificultad que iremos contando.

El giro, con vistas al oeste
Una vez en la cima, seguimos la cresta en dirección NW, o sea, la contraria a la de llegada, primero por la pista y luego, abandonándola en la primera curva, tomando el senderito que va cumbreando en dirección a una enorme torre eléctrica rojiblanca, que enseguida se hace visible. Por camino fácil y entretenido, pasamos en unos minutos junto a la Cueva Mayor. La trocha se bifurca cuando uno de los brazos se arrima más a los cortados, y desciende muy suavemente con vistas espectaculares tanto hacia la costa de Cantabria como hacia la zona minera del interior. Tras unos diez minutos de paseo aparecen los postes que indican el giro a la izquierda que sigue el GR 123, que es por donde vamos a continuar. Nada más hacer el giro, se presenta el primer problema, y el más peliagudo: nos metemos de lleno en una pendiente muy
Con cuidado
potente (más del 45%) que cae hacia los pastos de Valle, y sobre todo, tenemos que superar una zona de roca desnuda al mismo tiempo que perdemos metros en una especie de talud muy pronunciado. Hay que bajar con mucho cuidado para no irnos rodando ladera abajo, y de ninguna manera tomar esta opción en caso de visibilidad limitada o firme resbaladizo. Puede ser un punto peligroso.

Superados los metros iniciales, que son los peores, tomamos el típico caminillo que faldea en medio de una pendiente todavía muy fuerte, algo que recuerda a la Senda del Espino del Ganeko o a la Senda Negra del Tologorri, aunque con dimensiones mucho menos brutales. Para mis colegas los del vértigo: si nos decidimos a seguir por aquí, manita izquierda buscando la pared y mirada fija en el camino, olvidándonos del paisaje. La senda va perdiendo altura, ahora más suavemente, hasta encontrar una bifurcación, de nuevo señalada (de forma excesiva y algo confusa) por las balizas del GR. En nuestro caso, vamos a seguir esta ruta, tomando el camino que desciende por la derecha, aunque puede ser recomendable hacer lo contrario, como se indica ahora:

VARIANTE: si tomamos el camino de la izquierda (el que el GR marca como que no hay que seguir) perderemos menos metros que luego no habrá que remontar. El camino, de características similares al GR aunque algo menos vistoso, es mucho más horizontal, y se reúne con el propuesto unos 800 metros más adelante, evitando el sube-baja que describimos a continuación.

Vuelta hacia el fuerte
Siguiendo por tanto la indicación del sendero balizado, continuamos en descenso más pronunciado, aunque ya sin la compañía de las grandes pendientes anteriores. Pasamos junto a un arbolado, e inmediatamente después atravesamos una especie de pequeña canal en otro de los resaltes rocosos que jalonan esta vertiente del monte, quizá el punto más bonito de esta parte de la ruta. Continuamos siempre en descenso, divisamos de nuevo en lo alto la antena de la cumbre –todavía no estamos bajo ella ni mucho menos-, y llegamos a una nueva bifurcación, donde hay que estar atentos: aquí debemos abandonar el GR, que continúa bajando hacia la visible área de servicio de Ugaldebieta, y toca recuperar los metros perdidos.

Siempre por el mismo formato de senda estrecha (y puede que embarrada en algunos puntos) remontamos un par de repechos, el último y más potente de los cuales corresponde al contrafuerte que vimos al acercarnos a la cima, y finalmente alcanzamos la pista de subida junto a los postes y el fuerte, claramente visible. A partir de aquí no queda más que deshacer el camino de subida hasta nuestro punto de partida en Kabiezes.

Santurtzi, más cerca
Hay que advertir que, en la bajada más que en la subida, puede ser fácil liarse un poco con la cantidad de caminos y bifurcaciones que existen en esta parte del monte. No olvidemos que es un lugar muy próximo a la ciudad y por tanto muy frecuentado desde siempre. Por tanto, si necesariamente tenemos que volver a Kabiezes hay que tener un poco de cuidado en no perder la ruta, por ejemplo fijando algunos puntos de referencia, principalmente la torre del tendido eléctrico que vimos al subir. Pero si hemos venido en transporte público –que es lo más recomendable- no habrá problema en tomar otro camino: todos ellos, a partir del fuerte, terminan en algún punto del casco urbano de Santurtzi, donde tenemos muy fácil acceso a Metro, autobuses o tren para volver a casa.