martes, 2 de agosto de 2016

Rompetechos

La revista Pyrenaica es un poco como Mendikat, o sea, una biblia de los montes. Al menos dentro de nuestro ámbito territorial vasco, yo creo que todo lo que uno puede querer saber se encuentra allí, y hay material publicado desde 1.926, nada menos.

En ella hace algún tiempo que ha visto la luz un trabajo de Xabier Eguzkitza ‘Kartajanari’ sobre los techos municipales de Bizkaia, es decir, los puntos más elevados de cada uno de los 112 municipios del territorio. Se trata, como se puede ver aquí, de una tabla que indica además la máxima altitud en metros y la localización exacta del punto culminante, además de un comentario –sucinto, pero suficiente- sobre cada uno de los lugares señalados. Vamos, un curro de orfebre, detallado y completísimo, al que no se le puede pedir más. Lo recoge también la página de la Federación Vizcaina.


La idea es estupenda, sobre todo para que los coleccionistas de cimas tengan otra excusa para acometer la lista completa, aunque, ojo, porque no todos los puntos más altos coinciden con cumbres (puede estar en una ladera) y además alguno de ellos está en un lugar ocupado por edificios (Sestao).

Para no quedarnos atrás, en ibilkat –a falta de algo más productivo que hacer- nos hemos dedicado a la laboriosa tarea de incluir una etiqueta ‘Techos municipales’ en cada una de las entradas en que nuestras rutas pasan por el lugar más elevado de un municipio. Aunque hay que señalar que, como aquí somos un poco más chapuceros que en Pyrenaica, puede que no nos lo encontremos exactamente en el itinerario, sino más o menos cerca. Pero nos vale, no?

El refugio de la Paca

Seamos sinceros: de todas las veces que usted, amable lector, ha subido al Pagasarri, en cuántas no ha hecho una visita al refugio? Pocas, no? Para atizarse unos huevos con chorizo, sentarse a dar cuenta de las viandas traídas de casa, o reponer fuerzas con un pinchito de tortilla, un caldito en invierno junto a la chimenea, o un simple botellín de agua. O tan sólo sentarse en el banco corrido al solcito para charlar mientras contempla el botxo, o recogerse bajo techo cuando arrecia la lluvia. El refugio es una especie de imán y un punto de referencia insoslayable para quienes subimos al Paga o transitamos por allí en dirección a cualquier otro lugar. Así que se merece aunque sea un pequeño homenaje, y aquí va el nuestro.

En 1.914 –o sea, hace más de un siglo- el Ayuntamiento de Bilbao levantó un ‘cobertizo’ (terminología de la época) a petición del Club Deportivo, cuya inauguración tuvo lugar en octubre del año siguiente. Seguimos aquí los datos que nos ofrecen nuestros colegas de pagasarri.com, el imprescindible mendikat y un interesante artículo de Orbela. A este último le hemos birlado la foto de aquí al lado, con esos inquietantes individuos que podrían ser nuestros bisabuelos o así. La foto de abajo es de pagasarri.com, y parece más el edificio reformado que el 'cobertizo' original, aunque está claro que la ubicación es la actual.

Estamos en pleno florecimiento de la afición montañera por estas tierras, y poco más tarde, en 1.919, arrancaría el Concurso de los Cien Montes que aun hoy nos mantiene ocupados acumulando cimas y rellenando tarjetitas. Justamente en esa fecha, supongo que por la mayor afluencia de visitantes, el cobertizo original se remodeló para convertirse en algo más sólido, incorporando el servicio de bar que después se mantuvo.

En 1.923 pasó a regentar el refugio doña Francisca Intxausti, motivo por el cual pasó a ser conocido como ‘el refugio de la Paca’, denominación que todavía utilizan los más veteranos. Cuenta pagasarri.com que Francisca subía los víveres al refugio a lomos de una yegua, con lo que imaginamos a ambas –Paca y su yegua- remontando con paciencia una y otra vez hasta los seiscientos y pico metros por senderitos a veces embarrados, muy distintos de las cómodas pistas por las que hoy suben los todoterrenos.

El refugio fue pasando de uno a otro gestor a lo largo del siglo, con algunos periodos en que los pagazales se mostraron bastante críticos con algunos aspectos de la oferta, como cuenta esta interesante página. Hubo también, creo que allá por los años 80, un periodo en que se encendieron las alarmas por cierta oleada de robos en el entorno del refugio. Sin duda la proliferación de gente atrajo también a los cacos, como suele ser habitual.


El doble carácter de refugio y bar lo hace diferente de la mayoría de instalaciones de este tipo pero, aunque todos lo identifiquemos como un establecimiento hostelero sin más, convendría no olvidar que se trata originariamente y sobre todo, de un refugio de montaña, algo que deberíamos cuidar y valorar como merece.

Porque, aparte de ser bonito y formar ya parte del propio paisaje del Paga, llegar a las inmediaciones del refugio, sea subiendo a la cima del Paga, o bien yendo o viniendo desde o hacia algún otro lugar, le hace a uno sentirse un poco en casa, es nuestro punto de referencia, lugar de descanso o quedada, siempre a disposición de mendizales y paseantes… incluido, claro está, el que se llevó el hermoso palo de avellano que Charly se dejó allí olvidado hace ya muchos años.

P.D: Como información práctica, diremos que abre todos los días por la mañana (hasta las 2:30 más o menos), excepto los martes. Si cae en festivo, abre el martes y cierra al día siguiente. Tfno: 946338080 (si es que no ha cambiado). Para cualquier otro dato que se quiera aportar, o información que corregir: en los comentarios o ibilkat@gmail.com

Mobiliario urbano

No muy lejos del refugio, más o menos a media subida del Paga, está el área recreativa de Gangoiti. Se sitúa en la falda de este monte y abarca varias zonas de picnic: las más extensas miran al norte, hacia Arraiz, y la más pequeña se recoge bajo denso arbolado a la derecha de la pista, junto a la caseta forestal. Justo por aquí pasan no sólo el camino más frecuentado de subida al Pagasarri, sino también otros que conducen hacia Erreztaleku y Arraiz, o bajan hacia el Peñaskal. Por este motivo es un lugar por el que pasa mucha gente, y por lo tanto, muy conocido.

Pues, aunque pase desapercibido para la mayoría, en este punto, bajo los pinos, hemos encontrado un muestrario de mobiliario urbano casi tan amplio como el catálogo de Ikea (el sueco). Vean y díganme si conocían ustedes variedad semejante en modelos de mesas y asientos para el campo:

Conjunto ESBELTO realizado en prefabricado de hormigón o similar






FAMILIA NUMEROSA, sobre inmensa plasta de cemento, coronada por mesa con recubrimiento de madera, y dos asientos con extraño elemento añadido, como si se tratase de un alzador.




Tresillo TRADICIONAL, modelo muy extendido por la zona, cemento con cubierta de madera, sobrio y en buen estado de conservación





Modelo SOLITAIRE, cemento a pelo con unos pies patéticos, aislado en la ladera. Triste.






FAMILIA FELIZ es una versión evolucionada de Familia Numerosa. Desaparecen la madera y los apósitos e irrumpen con alegría elementos cerámicos que aportan colorido y diversión. La plasta, no obstante, es igual al modelo-madre.



Y todo ello, reunido en muy poquitos metros cuadrados. Si nos fuésemos a Arnotegi o a algún otro punto del Paga, posiblemente encontraríamos otras variedades interesantes, por lo que puede que en el futuro incorporemos nuevos capítulos a esta serie. En cualquier caso, sugerimos al Ayuntamiento de Bilbao que se decida a promover un Museo del Mobiliario de Picnic. Ya que no se molestan en hacer las cosas con algo de lógica, podría ser un interesante reclamo turístico.

Buen verano!