martes, 23 de septiembre de 2014

Camino '87 20ª Jornada: Portomarín - Palas de Rei (23,5 kms.)




Salimos de Portomarín y enseguida hay que meterse un arreón para superar unos 100 metros de desnivel y alcanzar el llano. Circulamos por entorno en general despejado, contemplando salpicados en el verde granjas, pequeñas aldeas y preciosos hórreos.

Gonzar
El camino se va entrecruzando con la carretera, y en unos 8 kms. pasamos primero GONZAR y después CASTROMAIOR, con un castro prerromano que queda a la izquierda en un alto. Los lugares por los que pasamos, minúsculas aldeas, viejos cobertizos, silenciosas ermitas, tienen el aura inconfundible y mágica de la Galicia interior.

Castromaior





Otra subida moderada nos lleva en unos 2 o 3 kms. hasta HOSPITAL DA CRUZ y VENTAS DE NARÓN. La verdad es que el relator parece haberse cansado de detallar hitos y nombres, o quizá es que le interesan menos que en las etapas castellanas, el caso es que tenemos que tirar de mapa y algunos recuerdos para sacarle jugo a la jornada.

Cruceiro de Lameiros
Estamos ya próximos a la sierra de Ligonde, donde recuperamos la cota de los 700 metros. Aquí encontraremos el cruceiro de LAMEIROS (km. 523), del siglo XVII y uno de los más destacados de los muchos que vamos viendo. Pero no necesariamente son los de mayor valor artístico los que más le impactan a uno: los hay humildes y desvencijados, otros con relieves de calaveras y cosas así, se encuentran a veces cosas realmente sorprendentes y evocadoras, a poco que uno se fije. Los cruceiros son otro elemento del paisaje jacobeo que, de cualquier forma, nos hace sentir integrados en ese extraño y atrayente flujo de gentes hacia un lugar que ya empieza a parecer menos remoto.

Casi de inmediato entramos en LIGONDE, donde parece que existió un cementerio de peregrinos, lo que, dado el grado de agotamiento, produce un cierto mal rollo.

Continuamos con perfil irregular con pequeñas subidas y bajadas, o sea un tanto rompepiernas, dejando a los lados diversos núcleos minúsculos, hasta encontrar un desvío por la derecha a VILAR DE DONAS (km. 526). Me jugaría algo a que más de uno y más de tres de los peregrinos santurtziarras se dieron de baja de la excursión extra de 4 o 5 kms. extra (ida y vuelta) para llegar a este lugar.










Se supone que sí lo hizo el cronista, fiel a sus obligaciones culturales, porque lo destaca como ‘monumento nacional y sede en la antigüedad de la Orden de Santiago. En la iglesia del Salvador se encuentran unas extraordinarias pinturas murales del XIV’. Como quien esto escribe tampoco se personó en lugar citado, echamos mano de esta interesante página (aunque está en galego, se entiende bastante), y ustedes me dirán si los personajes de las pinturas no dan un cierto yuyu.

Monumento al peregrino
Unos 6 kms. más, ya próximos a la N-547 que va hacia Lugo, nos llevan a PALAS DE REI  (km. 532), patria chica de Pepiño Blanco. Pero no, la localidad tiene más interés que ese. A diferencia de la mayoría de localidades pequeñas o medianas del Camino, los edificios religiosos quedan un poco en segundo plano
Casa-torre de Penas
frente a muestras notables de arquitectura civil, pazos, casas-torre y cosas así; aunque el ejemplo más significativo lo veremos el próximo día, al salir del pueblo. Por su parte, el centro de la localidad es acogedor, con algún restaurante muy recomendado entre los peregrinos, cuyo nombre lamento no recordar.

Y tiene aún otro aliciente: en cuanto abandonemos el próximo día el término municipal, estaremos en A Coruña. La última provincia que nos queda.  

lunes, 8 de septiembre de 2014

Arburu

El pequeño macizo de Bizkargi asoma por el extremo suroccidental de Urdaibai, enlazando por poniente con el modesto cordal que se interna entre los valles de Mungia y el Txorierri. Aunque la cima de Bizkargi es la más significativa por altitud y valor histórico, Arburu es la primera que técnicamente se ubica dentro de la Reserva de la Biosfera, y dispone además de mejores perspectivas, tanto hacia el Norte como hacia el Sur.

Una fácil y entretenida marcha, siempre por monte, nos permite recorrer la mayor parte de esta sierra y alcanzar la cumbre, excelente mirador sobre el corazón del territorio.


            DISTANCIA: 8 km.
            DESNIVEL: 225 m.  (325-552)
DIFICULTAD: Muy Baja 4 (2-2-0)
ITINERARIO: ida y vuelta  Inicio y final: Alto de Aretxabalagana (Morga)
            VIAS: Pista de tierra y sendero
ACCESOS: En coche, desde Bilbao, autovía del Txorierri salida Larrabetzu. Se toma la BI-3713, y en Larrabetzu la BI-2713 dirección Morga, hasta el alto de Aretxabalagana. Bizkaibus A-3631 (Bailén) parada Aretxabalagana
TRACK:
Más información:
Guía cartográfica de Bizkaia mapa 26





Señales en Aretxabalagana
Justo en el límite entre Larrabetzu y Morga, el alto de Aretxabalagana se sitúa en una curva, donde fijamos el punto de partida. El lugar no ofrece dudas: junto a la placa que identifica el límite del municipio de Morga hay una parada de Bizkaibus y otra señal que indica ‘Igertu’, como en el Pagasarri. Por si fuera poco, una placa más muestra la dirección correcta hacia el Bizkargi, que será el camino de tierra por el que iniciamos la caminata.

Camino por el bosque
Avanzamos por una pista forestal casi en línea recta y ascenso moderado, siguiendo, como tantas veces, los postes amarillos de un gaseoducto. Como también suele ser usual, este tipo de caminos resulta algo monótono aunque el entorno es agradable, entre pinos y mucho verde, con algún senderillo que permite escapar de la pista en algunos tramos. Vamos así recorriendo la primera parte del cordal en dirección Este, en la muga entre los dos municipios citados: Morga al norte (izquierda) y Larrabetzu al sur.

Pronto encontramos un cruce señalizado con un camino que viene de Goikolexea (Larrabetzu), y de inmediato otra señal indica un desvío hacia el nacimiento del Butrón (izquierda). No conocemos este lugar, aunque no parece que tenga un gran interés, así que seguimos adelante.

Desvío hacia el nacimiento del Butrón
Por la izquierda nos aparece un sendero más estrecho y de firme rocoso: podemos tomarlo sin problema para aliviar la monotonía de la pista, porque unos metros más arriba vuelve a confluir con nuestro trayecto. Ahora las rampas empiezan a cobrar algo más de pendiente, sucediendose una tras otra. Estamos en zona de intensa explotación forestal, por lo que se nos multiplican los desvíos, pero no hay peligro de perder el rumbo si seguimos el siempre útil principio de tomar el camino que más sube.

Esta es sin duda la parte más dura de la subida. Junto al camino dejamos por la derecha una tumba en un pequeño claro y pasamos después un tramo de sendero más estrecho, para enfilar la última pala, que nos coloca en la primera cima de la jornada (BIZKARGI, 565 m.)

Ermita en la cima de Bizkargi

Es ésta la cumbre más elevada del macizo al que da nombre, y a ella nos referimos hace tiempo en la entrada Bizkargi. Una ermita y un original monumento a los caídos en la guerra ocupan la amplia explanada cimera, y el arbolado nos impide las panorámicas casi por completo. Pero hemos alcanzado el techo de la excursión y es un buen lugar para hacer un pit stop y reponer fuerzas.

Y ahora continuamos. Siguiendo la misma dirección en que llegamos, dejamos por la izquierda el
Camino hacia Arburu
citado monumento y tomamos un sendero en ligero descenso. Es curioso como el entorno y el propio camino cambian claramente: el sendero es más estrecho y menos digamos industrial, y el bosque mucho más frondoso y fresco. Además, vamos llaneando o en muy suave pendiente, lo que hace la travesía agradable y fácil. El antes omnipresente pino deja a ratos hueco a otras especies, y el trayecto describe ligeras curvas aunque siempre manteniendo la misma dirección, hacia el Este. Avanzamos ahora entre las demarcaciones de Muxika (norte) y Amorebieta-Zornotza (sur), como lo atestigua un mugarri.

Mojón de Kurutze Tontorra
Aproximadamente a medio camino entre el ya visitado Bizkargi y nuestro destino final hay una blanca cruz (derecha), que creemos pertenece al club Goikomendi, el mismo que colocó otra cruz en el cordal de Sasiburu. Más o menos por esta zona, medio escondido entre la maleza, hay un vértice geodésico que, según Mendikat, corresponde a KURUTZE TONTORRA, una cima que pasa desapercibida, aunque puede ser incluso algo más elevada que el propio Bizkargi.

Último tramo de subida
Tras una buena bajada, llegamos al collado Arlabane, donde el entorno empieza a ser algo más abierto. Junto a una bifurcación, ya divisamos por primera vez la cima de Arburu, y tomamos el camino de la izquierda (el otro baja), con arbolado de menor porte y algunos helechos. Unos minutos después aparece por la izquierda otro sendero, que también tomamos, para ir cogiendo más altura. En este tramo avanzamos sobre firme de arena gruesa y oscura, lo que indica que estamos en zona de piedras areniscas. Esta última trocha es realmente divertida y reconfortante, serpenteando entre maleza y algunas rocas, con el indudable aspecto de estar aproximándonos a la cima.

Y en efecto, casi sin enterarnos, se nos descubre el mojón y coronamos la nueva cumbre (ARBURU, 552 m.), situada sobre una cresta rocosa que remata el bonito y algo abrupto cordal, que se extiende hacia el este. La perspectiva es bastante amplia, con Autzagane y Amorebieta por el sur, Gernika por el noreste, Oiz, los montes de Durango, Gorbea… 









Como el día era brumoso y el fotógrafo, pues... lo dejamos con un par de foticos de la cima. Pero el paisaje era francamente bonito, lo juro.

Tratandose de una ruta lineal, lo que procede es volverse por donde hemos venido. Pero tenemos también la opción de alargar un poco la marcha, en especial si hemos llegado en transporte público (es lo que tiene, que le da a uno más libertad). Podemos, por ejemplo, tomar el camino del Bizkargi a que nos referimos en el link anterior, para regresar al barrio Goikolexea de Larrabetzu.

O, si no tenemos prisa, tras descender unos metros abajo de la cima, podemos coger alguno de los numerosos caminos que se dirigen –algunos, bastante sinuosos- hacia una amplia zona comprendida entre Zugastieta, Gorozika y Amorebieta, donde podemos pillar el tren de FEVE


Vamos, que hay para todos los gustos.