Las verdes del Paga |
Puede que el aspecto plástico de
los carteles y su muy dudosa estética hayan influido en la furia destructora de
los cafres, pero deberíamos considerar también la fobia que un cierto sector de
montañeros parece tener a todo lo que signifique facilidades de orientación a
lo senderistas.
Esta no les molesta |
Hay cierta gente que muestra
siempre gran desprecio por todo aquello que no han hecho ellos mismos.
Especialmente, si se trata de cosas que provienen del ámbito público (Ayuntamientos,
Federación de Montaña), porque hay otro tipo de cartelería, manufacturada y más
o menos tosca, que a nadie se le ocurre tocar. Curioso.
Y ésta tampoco |
Admitamos que hay lugares en que
las indicaciones no parecen muy necesarias, pero tampoco me parece que hagan
daño a nadie. Y, como hemos dicho aquí en varias ocasiones, el monte es de
todos y todos tenemos derecho a disfrutarlo. Destruir una señal perjudica a
quien la necesita y beneficia ¿a quién? Pues solamente al orgullo estúpido de
quienes se consideran, por algún motivo desconocido, poseedores legítimos de lo
que es un bien común.
El obispo ubicuo
En Alonsotegi |
Pero el caso es que su
ilustrísima parece que era un tipo bastante famoso.
Dicen los que saben –o sea,
Wikipedia- que Martín nació nada menos que en Hungría allá por el siglo IV,
formó parte de la guardia imperial romana y se convirtió a partir de un episodio
en que socorrió a un mendigo. Por lo visto, es patrono de Francia y de Hungría,
y de nada menos que 23 ciudades (las hemos contado), desde Orense hasta Poznan (Polonia), y desde Tixtlancingo
(México) hasta Utrecht (Holanda).
Tampoco queda muy claro qué cosas
extraordinarias hizo este señor; pero bueno, al menos cuando nos encontremos
con una de estas ermitas, que siempre transmiten paz y descanso ahí metidas
entre montañas, al menos podemos recordar que se construyó en honor a alguien
que fue célebre diecisiete siglos atrás.
El Santo, en persona |
O podemos traer a la memoria
aquello de ‘a cada cerdo le llega su San Martín’, que decía mi aita.
Incultura a saco: el de hierro y
otros cinturones
En este caso, el palo nos los
damos a nosotros mismos. Cuando en los alrededores de Bilbao hemos encontrado
bunkers, trincheras o fortificaciones, de inmediato hemos supuesto que estábamos
en el famoso Cinturón de Hierro, que se construyó, deprisa y corriendo, para
evitar que el botxo cayese en manos de los sublevados franquistas, allá por
1.936 o 37. No sólo lo hemos pensado, sino que temerariamente lo hemos puesto
por escrito en el blog.
Para disculparnos, diremos que el
error no sólo es morrocotudo, sino sumamente extendido: casi todo el mundo
llama Cinturón de Hierro a todo lo que parezcan construcciones de tipo militar
más o menos en el entorno de Bilbao.
En realidad, el trazado del
Cinturón es el que se refleja en el mapa de aquí al lado, aunque no se ve muy
bien: se inicia por la zona de Urduliz, y sigue en dirección SE por el cordal
de Munarrikolanda hasta Gaztelumendi y Larrabetzu (el Bizkargi, muy cercano,
fue escenario de batallas encarnizadas); gira a SW bordeando Galdakano y
después Miravalles, para cambiar de dirección cerca de Llodio y enfilar de
nuevo hacia el mar. Ése es el Cinturón de Hierro y ningún otro.
Trinchera en Goikogane |
Batería de Punta Lucero: Línea P |
Pero, a lo que íbamos: esta
última línea defensiva sí que la habíamos identificado más o menos, y
afortunadamente hemos dejado claro que era posterior a la guerra civil y no
tenía nada que ver con el Cinturón de hierro. En otros casos, sin embargo, nos
hemos columpiado a base de bien. Así que vaya por delante la rectificación y
disculpas por la metedura de pata.
ISB, KO
No sé si alguien se ha fijado,
pero nos hemos cargado un enlace de esa lista que ponemos aquí a la derecha,
que estaba bajo el rótulo ‘Senderos de Bizkaia’
La página pertenecía a un
organismo primero llamado Instituto de Estudios Territoriales de Bizkaia (IETB)
que, supongo que para evitar la confusión de siglas, pasó a ser Instituto para la Sostenibilidad de
Bizkaia (ISB). Incluía 44 rutas por toda la geografía vizcaina bajo el rompedor
rótulo de ‘Caminos de ayer y de hoy en Bizkaia’.
Hemos hecho unas cuantos de esos
recorridos, y varios están colgados en ibilkat. Son rutas generalmente muy
asequibles, de interés más cultural que montañero, y de atractivo variable:
algunas realmente bonitas, otras perfectamente prescindibles. Se acompañaba a
la descripción algunas fotos, un track muy fiable y un mapa que desentonaba por
ser cutre y no servir para nada. Como los nuestros, pero peor.
El caso es que finalmente, la
página ha desaparecido (a lo mejor también el propio Instituto), quizá por los
recortes, y nos hemos quedado sin una buena fuente de información, que sobre
todo aportaba ideas sobre lugares un poco al margen de los más trillados y
conocidos.
Tras una ardua búsqueda hemos encontrado alguna de las fichas del ISB
esparcidas por ahí, y creo que parte de la información se incluye en el
apartado bizkaia21 de la página de la Diputación bizkaia.net. Pero la cosa, tal como
estaba, ya no existe –a no ser que alguien con más habilidades interneteras nos
corrija. Una pena
Si señor que gran verdad con el tema de las señales.
ResponderEliminarMás claro …. A ver si algunos se enteran a pesar de tener cera en los oídos, mucha ceguera para ver y tacto para calcular.
Pues así va la cosa. Y hasta se pueden ver lugares en que las señales son arrancadas y recolocadas en un sitio diferente, para confundir del todo al paseante, que ya hay que tener mala leche.
ResponderEliminarSaludos, Gelomendi.