Un pequeño cordal cierra por el Este el
valle de Atxondo, separándolo del cercano municipio de Elorrio. Sus
proporciones palidecen frente al imponente cresterío que se levanta enfrente,
culminando en el soberbio pico de Anboto. Se trata de una modesta sierra, de
perfiles redondeados y cubierta de arbolado, que se diluye por el sur en las
montañas de reúnen los tres territorios de la Comunidad autónoma vasca.
Memaia constituye el punto culminante, y
a él nos acercamos en esta excursión que iniciamos en Elorrio, en un recorrido
que nos permite disfrutar de algunas buenas panorámicas sobre sus más
sobresalientes vecinos.
DISTANCIA: 10,3 km.
DESNIVEL: 460 m. (215-675) CENTENARIO
DIFICULTAD: Media-Baja 8 (4-4-0)
ITINERARIO: circular Inicio
y final: Polígono Betsaide (Elorrio)
VIAS:
Pista de cemento y grava, senderos de tierra
ACCESOS: De Bilbao a Elorrio,
autopista A-68 dirección Donostia salida 88 Iurreta-Durango. Se toma la N-634 en la misma dirección,
hasta desvío a la derecha por la
BI-636 en dirección Elorrio. Se toma la BI-2632 y en el casco
urbano, girar a la derecha hacia el Pol. Ind. Betsaide, donde se puede aparcar.
Bizkaibus A-3923 Bilbao-Durango-Elorrio (Gurutziaga, fin de trayecto)
TRACK: Wikiloc
Más información:
http://osakimendi2008.blogspot.com.es/2008/08/memaia-679-m-besaide-555-m-circular.html (incluye Betsaide)
http://bicipoli.blogspot.com.es/2012/07/memaia-desde-elorrio.html
(algo diferente)
Guía cartográfica de
Bizkaia mapa 59
Ermita de San José |
Desde la ermita, bordeamos un frontón junto a un caserío
y volvemos a la carretera que enfila hacia un túnel. Lo cruzamos y vemos por la
izquierda una pequeña placa que indica hacia el Betsaide, que es la que tenemos
que seguir, girando a la izquierda y tomando un camino de cemento que sube con
decisión.
Se cruza un paso canadiense y, paralelos a la
carretera (N-636, que va hacia el puerto de Kanpazar), tenemos una bonita
perspectiva sobre el casco urbano, protegido por la pequeña sierra que forman
Erdella y
Satamariñazar. La pista es árida y aburrida, pero pronto pasa a ser
de gravilla, y por la izquierda empezamos a ver el poderoso perfil de Udalaitz,
que nos acompañará durante buena parte de la subida.
Udalaitz |
Vamos ignorando cualquier desviación y ganando metros,
siempre de forma moderada. Pasamos un tramo de pinar que enseguida termina, y
seguimos a campo abierto, con helechos y monte bajo por la izquierda, y
el omnipresente Udalaitz, que nos ofrece sucesivas perspectivas, incluida lo
que parece el minúsculo orificio del túnel del TAV.
Fuente |
Continuamos subiendo hasta que, de repente, nos
encontramos en el punto más espectacular del día, una especie de mirador donde
se reúnen las estribaciones de Memaia, Udalaitz y Betsaide. Aquí nos asomamos
al valle justo enfrente del Anboto, cuya gigantesca mole blanca se presenta escoltada
por el Andasto, y con los escarpes de Iruatxeta emergiendo por detrás.
Una
imagen soberbia que se prolonga por el cordal calcáreo, siguiendo por Elgoin y
Kurutzeta hasta Larrano, para levantarse de nuevo hacia Alluitz. Pero no sólo
Anboto: desde aquí mismo tenemos otra imagen aplastante de Udalaitz, ya muy
próximo y, asomandonos un poco al valle, por la izquierda se distinguen con
nitidez las cimas de Betsaide y Tellamendi, que nos separan del territorio
alavés. Para qué más.
Anboto y su cordal desde el mirador |
Desvío hacia la cima |
Tras un tramo como de 1 km . que, pese a todo, se
hace un poco largo, y donde perdemos unos 60 u 80 metros , cruzamos un
paso canadiense y encontramos el punto donde hay que abandonar la pista (DESVIO) y
empezar a subir de verdad. Por la derecha sale un camino ancho junto a un
redil, y por allí subimos.
Camino por el pinar |
VARIANTE: En la bifurcación más visible (DESVIO-2) podemos
tomar el sendero que sale por la izquierda con mayor pendiente que el
principal. Al de unos pocos metros la trocha se empieza a ver bastante cerrada,
continúa un pequeño tramo en que hay que avanzar por la brava (zarzing notable)
y finalmente distinguimos una sendita que penetra en la espesura, para
reaparecer de nuevo en la pista anterior. La verdad es que atajamos un pelín,
pero seguramente no merece la pena.
Último desvío |
Cuando ya está claro que falta poco, descubrimos por
la izquierda algo que puede ser al mismo tiempo un improvisado banquito de
piedra y un pequeño dolmen, aunque ninguna de las dos funciones parece tener
mucho sentido y sólo sea un hito 'de diseño'. Tiramos por tanto hacia la izquierda, y el camino prácticamente
desaparece, sumergido entre helechos y zarzas, aunque sin la contumacia vegetal de la
variante anterior. Vamos subiendo un poco penosamente, y Anboto reaparece.
Cima |
Para bajar, como no nos suele gustar volver por el
mismo camino y además se hace un poco largo, vamos a atajar un poco. La idea es
regresar por el camino más recto hacia nuestro punto de partida, o sea, en
dirección norte. Empezamos a bajar por el pinar sin camino, en la misma
dirección de llegada, y enseguida encontramos un sendero por el que seguiremos
descendiendo. Pasamos un pequeño pero muy bonito cipresal y empezamos a
encontrar sucesivas bifurcaciones, porque todo es una maraña de caminos
forestales. Tomaremos casi siempre el camino que más claramente baja, con
alguna excepción que indicaremos.
Entre cipreses |
Elorrio a la vista |
La villa de Elorrio merece de verdad una visita pausada, que bien podemos realizar después de nuestra tranquila mañanera: palacios y edificios señoriales, casas blasonadas, iglesias y cruceros, nos hablan de la intensa historia de esta población, y la famosa Necrópolis de Argiñeta muestra gran cantidad de elementos funerarios de la Edad Media, si nos interesa el asunto. Para elegir.
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