Cuando un monte se sitúa a poca
distancia del litoral, aunque sus dimensiones sean escasas se convierte en un
colosal mirador. Si además cuenta con una prominencia importante, y a sus pies
se localiza una ciudad de cierto tamaño y una hermosa bahía, el espectáculo
visual está garantizado. Todas estas circunstancias concurren en el macizo de
Peña Cabarga, una mole caliza visible desde gran distancia y emplazada al sur
de la bahía de Santander.
Por los mismos motivos, se trata de una
cima muy popular en la zona, casi completamente humanizada y famosa además por
las pruebas ciclistas que ascienden las duras pendientes de la carretera que
alcanza su cumbre. No queda mucho por tanto para el paseo montañero, pero
todavía podemos realizar ascensiones de cierto interés, como la que proponemos
a continuación.
DISTANCIA: 6,6 km.
DESNIVEL: 440 m. (125-568) CENTENARIO
DIFICULTAD: Baja 6 (4-2-1) Rampas del 30%
ITINERARIO: ida y vuelta Inicio
y final: Barrio Tarriba (Pámanes)
VIAS:
Senderos de tierra
ACCESOS: Desde Bilbao, en
coche, autovía del Cantábrico dirección Santander, salida 199 (Solares). En
Solares se toma la N-634
en dirección Sarón, y en Pámanes, S-560 hacia Elsedo y Cabárceno. Casi al salir
del pueblo, se gira a la derecha para subir hasta Tarriba. Aparcar junto a los
columpios.
http://www.elcorreo.com/vizcaya/ocio/rutas/200305/16/cabarga.html
http://www.cantabriajoven.com/rutas/senderismo/penacabarga.html
(no funciona bien)
Perfil (subida) |
Inicio del camino |
Según venimos desde Bilbao,
ya desde Anero se distingue la resplandeciente peña que, la verdad, impresiona
más de lejos que de cerca. Por el camino descrito en ‘Accesos’ llegamos al
municipio de Pámanes, y en él, tomando el camino a Elsedo y girando a la
derecha, al barrio de Tarriba. Recorremos una calleja longitudinal y fácilmente
encontramos unos columpios junto a un camino, donde creo que una señal indica
hacia Mina Colorá, o algo así.
El arranque es cómodo, por
sendero de tierra, con la vista puesta en la zona kárstica de la parte más
alta, y una antena que despunta a lo lejos. En una especie de bifurcación
giramos a la izquierda y por firme algo pedregoso ganamos unos metros. De
inmediato llegamos a una puerta metálica que cruzamos, y seguimos adelante. Por
la derecha queda una granja cerrada con un vallado. Antes de pasarla de largo,
tenemos que estar atentos para descubrir por la izquierda (W207) un senderillo
que asciende. Abandonamos el camino principal y seguimos esta trocha durante un
buen rato, sin interrupción.
Vamos para arriba |
La senda es estrecha pero
muy marcada, de tierra algo rojiza y con piedras más o menos abundantes, según
los trechos. Las calizas afloran cada vez de forma más patente, lo que hace al trayecto
más divertido. Por la izquierda quedan las balsas de Valcaba, que no veremos
hasta subir bastante más, y a la espalda empezamos a tener buenas vistas sobre
el valle y las cordilleras que lo cierran por el sur. Poco después pasamos por
un pequeño encinar, con el suelo ya muy rocoso, y de nuevo salimos a campo
abierto, mientras la pendiente se suaviza. Estamos dando un cierto rodeo por la izquierda
de la cumbre, con varias elevaciones menores hacia el oeste, y cada vez más
numerosas y notables crestas calizas, abruptas y por supuesto solitarias.
Llegamos por fin a otra
puerta metálica, con una profunda sima por la izquierda, que veremos mejor desde
más adelante. Justo después encuentramos una bifurcación, con sendero más
marcado y menos pendiente por la izquierda, y otro algo más confuso, pedregoso
y abrupto por la derecha, que es el que tomamos. Unos metros más arriba
confluimos con otro camino que cruza de izquierda a derecha, donde debemos
girar a la
izquierda (W205), y así seguimos, describiendo una amplia curva
hacia el oeste. Por la izquierda la pequeña sierra enlaza con la zona de
Cabárceno donde se sitúa el popular parque,más allá de Castilnegro.
La antena, todavía lejos |
Ya vemos por la derecha una
antena, aunque todavía lejana. Esta curva, en zona despejada y pendiente
moderada, va rodeando un par de promontorios rocosos. Llegamos así a una
especie de collado más o menos plano, desde donde se divisa un hipotético
acceso en línea directa atravesando el karst, pero es ésta una opción sumamente
complicada que debemos desechar.
Pinar y pala de subida |
El pino, a mitad de la rampa |
Cima y mamotreto |
Santander a vista de pájaro |
La ruta marcada prevé el
descenso por el mismo camino de subida, aunque en lugar tan próximo a entornos
urbanos, las alternativas son numerosas dependiendo de los transportes de que
dispongamos.
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