La comarca de Lea-Artibai es la más
oriental de Bizkaia, y los ríos que le dan nombre descienden desde la gran mole
de Oiz, serpenteando entre numerosas elevaciones que, en general, no superan
los 500 metros. De ellas, Akarregi es la más cercana a la encantadora localidad
de Markina-Xemein.
En las afueras de este pueblo, que reúne
un aire señorial con arquetipos de la arquitectura vasca tradicional,
encontramos la curiosa ermita de San Miguel de Arretxinaga, que conocemos en la
ascensión que comentamos a continuación. En el recorrido, junto a caseríos y
amplias plantaciones de pinos, disfrutaremos de algunas buenas perspectivas
sobre el valle de Artibai y los montes que flanquean su cuenca.
DISTANCIA: 7,1 km.
DESNIVEL: 350 m. (85-433) CENTENARIO
DIFICULTAD: Baja 5 (3-2-0)
ITINERARIO (circular) Inicio
y final: Ermita de San Miguel de Arretxinaga (Markina)
VIAS:
Carretera, senderos de tierra
ACCESOS: En coche desde
Bilbao, autopista A8 dirección Donostia-San Sebastián hasta salida Abadiño/Markina. Tomar BI-633 dirección Markina/Ondarroa, hasta Markina. Bizkaibus A3512, A3915, A3916
ENLACES CON
TRACK: Wikiloc
Más información:
Guía Cartográfica de
Bizkaia mapa 28
IGN MTN-50-63-Eibar
Interior de la ermita |
No me resisto a contar que mi recuerdo más antiguo de
Markina es de un viaje familiar, del que se me quedó la imagen de la agradable zona
peatonal ligeramente inclinada junto al parque, y la Universidad de la Pelota,
que me parecía una cosa extraordinaria. Pero, yendo a lo nuestro, diré que, una
vez llegados a esta localidad y situados en la margen derecha del río Urko,
entre la iglesia de Santa María y la ermita de Arretxinaga podemos encontrar espacio para aparcar sin problemas. La avenida de Xemein nos lleva, siempre cerquita del cauce fluvial, hasta la muy curiosa ermita de San Miguel,
también conocida por mí en aquella lejana ocasión. Con su planta hexagonal, casi
todo su interior lo ocupan tres enormes rocas que se mantienen en un equilibrio
imposible. Como es evidente, todo a su alrededor son mitos y
leyendas de distinto tipo, y es un lugar que no debería dejar de conocerse.
Pero nosotros vamos al monte.
Camino (izquierda) y torre de Barroeta |
Por la trasera de la ermita se inicia el camino junto al río.
Unas balizas señalan una ruta de ‘nordic walking’, pero la ignoramos para
encontrar poco después una señal direccional, que indica 50’ hasta la cima. De
momento, vamos por carretera sin apenas pendiente, bueno para calentar las
piernas. Por la derecha un desvío se dirige a la bonita torre de Barroeta. La
carretera se dirige hacia los caseríos de Oxillain (izquierda), pero por la
derecha encontramos un DESVIO, que debemos tomar.
Pasamos junto a un cobertizo y el camino ya es de cemento,
con algunas vistas sobre los montes del otro lado del valle (Ituiñomendi, Zapola)
El camino empieza a empinarse más, y enfilamos una rampa larga y recta, para
pasar después un paso canadiense. Estamos bordeando el pequeño alto de
Arkiligana, con un barranco por el norte al otro lado del cual se eleva la
colina de Gurbiztigana.
Para arriba |
En una bifurcación (DESVIO-2), tomamos el camino de la derecha (el
que más sube), y pronto encontramos el primer mojón del Camino de Santiago, que
seguiremos un rato en sentido inverso. Ya por camino de tierra junto a una
alambrada, vemos la loma de Egierregana, que se desprende del propio Akarregi
hacia donde nos dirigimos. Pasamos sucesivos cruces tirando siempre por la
derecha y entramos de lleno en zona de pinares en explotación, mientras el
camino se va haciendo más irregular.
VARIANTE: Si tomamos por la izquierda el desvío más
evidente, situado en un pequeño rellano, daríamos un pequeño rodeo por la vertiente norte. Girando luego a la
izquierda (sur), no hay más que ir cumbreando para remontar cómodamente los 60
o 70 metros que nos separan del Akarregi.
Entre pinos |
Salvo la anterior variante, es mejor no tomar ningún desvío
poco claro, porque podemos encontrarnos con caminos muy cerrados que tal vez
nos obliguen a un zarzing poco agradable o (mucho mejor idea) a darnos la vuelta. Es lo que suele ocurrir cuando uno intenta ser creativo.
Tras un tramo tranquilo y prácticamente llano de unos 400
metros, desembocamos en un camino de cemento (CARRETERA), que suele ser la subida más
habitual desde el casco urbano, y que utilizaremos para el regreso. Una señal
marca 6’ a la cumbre, y subimos con buena pendiente y camino poco vistoso,
pasando junto a un mugarri que delimita este pueblo y Etxebarria. Un nuevo
desvío, también señalizado, nos envía hacia la izquierda hasta que, junto a un
tendido de baja tensión, vemos por la izquierda un senderito que arranca junto
a una curiosa cruz de piedra.
Cima y buzón |
Está claro que ya no queda casi nada. Ascendemos por una
trocha cada vez más cerrada y rodeada de vegetación, sin duda la parte más
bonita del camino, y de repente nos encontramos en la cima (AKARREGI, 433 m.): un claro de poco
más de una docena de metros cuadrados con un buzón con la forma de la ermita de
Arretxinaga, todo ello rodeado de árboles y matorral, absolutamente carente de
ninguna vista. A salvo de que, en una de esas matarrasas que acostumbran, nos
despejen de repente la panorámica, no me ahorraré decir que es posiblemente una de las cimas menos vistosas que he pisado. Al lado contrario de nuestra llegada se ve una
sendita bastante cerrada, que es por donde llega la variante antes comentada.
Vista desde el descenso |
Para la bajada, deshacemos el último tramo y continuamos sin
desviarnos por el camino de cemento que, en principio, se dirige hacia el visible
alto de Irazabal. Ahora seguimos parcialmente el PR-22 que une Markina con el
alto de Urkaregi y, ahora sí, disponemos de algunas vistas. En el primer desvío
tiramos para la derecha en bajada, siguiendo el PR, que abandonamos enseguida,
otra vez por la derecha. Tras un tramo que en ocasiones puede dar la impresión
de ser dudoso, terminamos en una pista de cemento que, por la derecha, nos
sitúa junto a la iglesia de la Asunción, desde donde retornamos a nuestro punto
de partida.
Hace tiempo que estuve en Akarregi aunque yo subí por otro sitio y me.encontré una pista llena de pinos talados que me.costó bastante rato superar.
ResponderEliminarSaludos!!!!!!
Hace tiempo que estuve en Akarregi aunque yo subí por otro sitio y me.encontré una pista llena de pinos talados que me.costó bastante rato superar.
ResponderEliminarSaludos!!!!!!
Estas zonas de madereros (que por aquí tenemos bastantes) son así, cambiantes, tan pronto te encuentras sin ninguna perspectiva como en una ladera pelada.
ResponderEliminar¡Encantado de encontrarte después de tanto tiempo!