La cresta caliza de Urrekoatxa, o
Urragiko Atxa, se levanta airosa entre los valles de Dima y Arratia,
constituyendo la cima más visible de la sierra de Ugatxa, que corre hacia el
sur para encontrarse con el macizo del Gorbea. Pese a su modesta cota, ofrece
un peculiar punto de vista, con magníficas perspectivas hacia numerosas cumbres
de los alrededores, muchas de ellas de mayor envergadura. Su acceso, sumamente sencillo,
permite improvisar algunas variantes y atajos, y visitar la cercana cima de
Illumbe, otro pequeño pero vistoso mirador orientado al norte.
DISTANCIA: 4,2 km.
DESNIVEL: 225 m. (361-588) CENTENARIO
DIFICULTAD: Muy Baja 4 (2-1-1) Rampas del 40%
(en atajo de subida)
ITINERARIO (circular) Inicio
y final: Lamindao (Dima)
VIAS: Senderos de tierra, campo a través, pista
ACCESOS: Desde Bilbao en coche, autopista A8
dirección Donostia-San Sebastián hasta salida Vitoria-Gasteiz. Se toma la
N-240, pasando Bedia, Lemoa y Artea. Aproximadamente 1 km. antes de llegar a
Areatza se toma por la izquierda un desvío señalizado hacia Lamindao. Subir
hasta encontrar la iglesia, dejando por la derecha el desvío hacia el
restaurante Axpe.
TRACK:
Más información:
Guía Cartográfica de
Bizkaia mapa 58
IGN MTN50-87-Elorrio
Lamindao |
Al
barrio de Lamindao se puede llegar tanto desde la N-240 (Areatza) como desde
Dima, aunque el primero de los accesos es algo más sencillo. Sólo venir hasta
aquí ya merece la pena por la apacible belleza del lugar. Rodeados de
fantásticas vistas se levantan soberbios caseríos entre prados donde pasta el
ganado, imágenes bucólicas de esas que nos hacen quedarnos unos minutos
disfrutando de la paz. Hay que seguir la carretera siempre en subida hasta
encontrar la iglesia de Santa María Magdalena, a la que se encuentra adosado
un fantástico caserío, con el que comparte dos pórticos a modo de túneles.
Detrás hay una placita con un pequeño aparcamiento, junto al
cementerio.
Hacia la peña |
Por la
izquierda del camposanto sale un camino, que es el que debemos seguir, hacia la
derecha en bajada. Ya tenemos vistas hacia Leungane y la sierra de Aramotz, y
de inmediato nos encontramos de frente con la masa rocosa que constituye
nuestro objetivo, a muy corta distancia. En el collado Petralanda pasamos junto
a los dos últimos caseríos. Cambiamos a un sendero, claro y cómodo bajo arbolado
con abundantes castaños, y pronto tenemos ya una hermosa vista hacia el sur, con
el esplendoroso Lekanda e Itxina.
Gorbea y Lekanda |
Por la
izquierda ya empiezan a verse las primeras calizas, y en unos minutos ya
tenemos a la vista la antena que corona Urrekoatxa. Con el panorama más
abierto, dominamos el valle de Arratia y tenemos al fondo el inconfundible
perfil del Gorbea, mientras vamos faldeando bajo la cresta rocosa en dirección
sur. Lo más normal sería continuar el sendero hasta encontrar la carretera;
pero, oiga, teniendo a la vista la antena por nuestra izquierda, es difícil
sustraerse a la tentación de tirar para arriba campo a través. Así que, sin
dejarnos seducir por lo que es más juicioso, abandonamos el sendero y buscamos una trocha por donde empezar a remontar la muy
inclinada ladera. Lo llamaremos ATAJO DE SUBIDA.
Para arriba |
La
sendita que encontramos es realmente un camino de cabras y, claro, las cabras no siempre ascienden a las
cimas, con lo que sólo nos sirve de indicio para empezar a subir. Cuando vemos
que ya no ganamos altura, no queda otra que tirar campo a través picando para
arriba. La pendiente está alrededor del 40%, en algunos momentos más, y hay que seguir con mucho tiento,
entre hierba alta, algunas zarzas, matojos y rocas, con lo que hay que reconocer que
el atajo resulta un poquillo complicado. Podemos tomar como referencia unos postes
eléctricos, siguiendo en dirección Este pero sobre todo, como siempre en estos
casos, no hay que dejarse llevar por la comodidad y no hay que olvidar que
debemos subir siempre.
Poco
después del tendido eléctrico hay que atravesar una pequeña pedrera donde hay
que extremar la precaución y, alcanzada una zona algo más verde, podemos girar
hacia la izquierda en dirección a la antena, alcanzando terreno algo menos
abrupto. Tras pasar una zona con más arbolado (espinos) y un bonito recodo bajo
un árbol, estamos ya cerca del alto. Poco después de un gran bloque de roca,
encontramos ya la carretera, por la que habremos subido tranquilamente de no
haber optado por este atajo.
Ganeko, Mandoia y peña Illumbe junto a Lamindao |
Areatza, con Untzueta al fondo |
Nos
dirigimos ya a la antena, aunque por la derecha queda la auténtica cima, que
visitaremos enseguida. La panorámica es excepcional: el omnipresente Gorbea e
Itxina, a los pies el valle de Arratia (Areatza y Artea) y, hacia el norte se
distingue Untzueta, el Ganeko con Mandoia por delante, el peñón de Illunbe
justo debajo (Lamindao bien visible), Dima por la derecha y Bedia casi recto. Por
el Este la sierra de Aramotz/Legarmendi, y muy cerquita Bargondia, Garaio,
Kobagane y Balzolamendi, a
Bargondia, Garaio, Eskuagatx... |
De
vuelta a la carretera, cuando comenzamos a bajar vemos un senderito que trepa
por la izquierda, señalado por un cairn. Seguimos por él, y tras una pequeña
trepada, llegamos a la auténtica cumbre de URREKOATXA (o Urragikoatxa, 588 m.),
con mojón y buzón. Las vistas son más o menos las mismas aunque lógicamente
mejores hacia el sur que hacia el norte.
Ahora
la idea era simplemente bajar por la carretera hasta conectar con el camino, en
un giro a la derecha que encontraremos mucho más adelante. El descenso es
moderado, y moderadamente aburrido, pero cómodo –incluidos millones de bolitas
de caca de cabra. Pero como esto ya se nos hace largo, tomaremos lo que
llamamos ATAJO DE BAJADA. No es fácil identificar el punto exacto, pero cuando
la carretera inicia un amplio giro a la izquierda, la abandonamos por la
derecha, sin sendero ni traza que se le parezca.
Aterriza como puedas |
Lo que
haremos es recortar por el interior el amplísimo zigzag que dibuja el
itinerario carretera-sendero, para acceder al camino inicial, que está
bastantes metros más abajo. O también podemos decir que nos metemos en un nuevo
lío. Otra vez tenemos que salvar una pendiente muy potente, entre hierba alta,
zarzas, rocas y algún espino, con el único consuelo de ver en todo momento el
camino que deberemos alcanzar. Pero no hay más referencia que andarse con
cuidado y buscar los puntos más practicables. El track puede ser útil pero es
tan solo el camino que yo seguí en su momento, que tampoco tiene por qué ser el
único, ni siquiera el mejor (y casi seguro que no lo es).
Tras
esta tortuosa travesía, recuperamos el agradable sendero inicial, que ahora
tomamos hacia la derecha, y en unos minutos nos devuelve a la carretera y al
delicioso barrio de Lamindao del que hemos partido. Desde allí, justo en dirección contraria a la cima que acabamos de visitar, se encuentra la peña de Illumbe. Se alcanza en poco más de 25 minutos, tras descender bastantes metros hacia el norte de Lamindao, y atravesar el encinar que rodea la cima.
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