Por la vertiente norte del Ganekogorta
se extiende un pequeño circo, flanqueado por el cresterío del Pagasarri al
Este, y el Gongeda y Zamaia por el Oeste, formando el agradable valle de
Azordoiaga. Su centro está ocupado por el embalse de Artiba, junto al barrio
del mismo nombre, y a su alrededor se esparcen unas cuantas pequeñas cimas,
ideales para un paseo entretenido y poco exigente.
Partiendo del barrio de Azordoiaga en
Alonsotegi, visitamos en esta excursión la más centrada de estas modestas
cumbres, que por su ubicación nos ofrece buenas perspectivas sobre todos sus
vecinos. El entorno, antiguamente salpicado de explotaciones mineras, es
actualmente tranquilo y solitario, dedicado a pastos y pequeñas explotaciones
ganaderas.
DISTANCIA: 6 km.
DESNIVEL: 400 m. (40-442)
DIFICULTAD: Baja 6 (4-2-0)
ITINERARIO (ida y vuelta) Inicio
y final: Azordoiaga (Alonsotegi)
VIAS: Senderos de tierra, pista
ACCESOS: Desde Bilbao en coche, autopista
dirección Balmaseda salida Alonsotegi. Junto al Ayuntamiento se toma una calle
a la izquierda en dirección a Azordoiaga. El barrio se encuentra a unos 300
metros, después de pasar bajo la autopista. Hasta Alonsotegi (centro) Bizkaibus
A-3341, A-3342 y A-3343 FEVE Bilbao-Santander estación Irauregi. En ambos
casos, seguir a pie hacia Azordoiaga.
ENLACES CON PR BI-100 Azordoiaga
TRACK: Wikiloc
Más información:
Guía Cartográfica de
Bizkaia mapa 33
IGN MTN50-61-Bilbao
Arroyo Azordoiaga |
En el tranquilo y coqueto barrio de Azordoiaga tenemos sitio
para aparcar, bien junto a las escuelas o más próximos al arroyo que acompaña
el muestrario de caseríos que se alinean enfrente. Cerca de la escuela
hay una cruz de señales y junto a ella una rampa de cemento con buena pendiente,
que es justamente la que hay que tomar, siguiendo la dirección a la Fuente del
Oro. Pasamos una puerta con paso lateral y en unos pocos metros en enlosado ya
estamos en la señal del primer DESVÍO, donde dejamos el camino por la
izquierda. Unos metros más adelante hay otro desvío que lleva la misma
dirección, y que utilizaremos para la vuelta.
Primer desvío |
El sendero es amplio, con pendiente moderada, ligeramente
herboso y con algo de piedra. Pero enseguida se convierte en una trocha
estrecha, flanqueada por zarzas y argomas que alcanzan una altura notable y a
veces cierran el paso de forma casi completa. Pero esto no dura mucho:
enseguida el sendero se reúne con otro, que viene por la derecha, amplio y
despejado, con bastante roca, y que sigue la misma dirección (este viene del
segundo desvío que indicaba antes). El camino se acerca a un vallado
(izquierda), con perros que nos saludarán no muy amablemente. Aunque el camino
parece finalizar ahí, continuamos hacia el arbolado para, tras subir unos
metros, ya entre retamas y monte bajo, descubrir de nuevo el camino anterior,
que ahora retomamos por la derecha. (Digámoslo ya: son ganas de meterse en
movidas raras. Si desde el principio tomamos el segundo desvío, sólo tenemos el
camino amplio y fácil que es justo al que vamos a parar. Bueno, pero ¿y la
emoción?)
Puertas y marcas |
Ahora vamos faldeando el Alto del Horno, por terreno abierto
bordeado por grandes extensiones de argomas pobladas por innumerables arañas
cuyas telas, de todas las formas y tamaños, se extienden sobre los pinchos. O
sea, un paisaje no muy lucido. Más adelante, sin dejar esta compañía, nos
adentramos en arbolado (preferentemente, pinos), con lo que el entorno resulta
más fresco y amable. Por ahí encontramos las primeras marcas blanco-amarillas
(o blanco-fosforito) del PR BI-100.1, variante del Circuito de Minas y Seles, con algunos desvíos incorrectos por la derecha en bajada. Hasta ahora, la
subida ha sido no muy pronunciada, pero sí que hemos ganado bastantes metros.
Eretza y Ganeroitz hacia el norte |
De pronto nos encontramos una puerta metálica, con marcas
que nos indican que debemos traspasarla. El vallado se extiende a ambos lados
del camino, lo que será una constante en toda la zona: vallas y cercados por
todas partes. Pasamos una segunda puerta, con una granja vallada por la
izquierda (Kareatxeta), y de frente lo que parece un depósito de aguas, mientras continuamos hacia arriba. Ahora el camino pasa a la ladera oriental, con lo que
tenemos vistas cada mejores sobre la cordillera del Paga, con Aranzuri y
Erreztaleku en primer plano, y Ganeta algo después. El marcado del PR resulta
impecable y muy útil. Describimos una herradura y seguimos subiendo, una vez
más junto a otro aparatoso vallado, sembrado de señales de tráfico de todo
tipo. Y de nuevo otra puerta. Otra vez siguiendo las marcas, la cruzamos hacia
lo que se supone ya el último repecho hacia la cima –aunque luego faltará más
de lo que parece. Desde este punto tenemos una hermosa panorámica hacia el
norte, desde el Eretza, pasando por los montes de Triano, y Sasiburu.
Vista de Zamaia y Gongeda |
Al otro lado de la cerca, el camino continúa igual. En el
primer lazo, con las preciosas peñas de Zamaia al fondo, hay una cruz de
señales, y giramos a la izquierda junto a una extraña marca que parece
permitirnos seguir por cualquiera de los dos lados. Así accedemos a un pequeño
arbolado junto a otra señal, un lugar perfecto si queremos hacer una paradita antes de acometer la última subida hacia la cima, ya visible. El camino parece
franco hasta la cumbre, pero un senderito estrecho nos conduce por la
Último repecho |
ladera
izquierda (Este), ganando metros por terreno despejado, entre helechos, aunque
la aproximación se hace algo larga. Pero, tras un pequeño zigzag, ya se avista
el mojón (TONTORRA, 442 m.), al que accedemos sin problema.
Artiba, bajo el Ganeko |
Las vistas, dominadas por el Ganeko, incluyen el cordal del Pagasarri-Ganeta-Erreztaleku, con Bilbao asomando tímidamente, y por el norte Sasiburu, Eretza, Argalario y parte de los montes de Triano. Al Oeste las peñas de Zamaia son la imagen más fotogénica.
VARIANTE: Si queremos completar una circular por la zona, el
punto de partida es perfecto. Seguimos desde la cima en la misma dirección,
aunque pronto debemos girar a la derecha rumbo al muy cercano Azpioleta (425
m.), una especie de antecima de nuestro Tontorra. Ya en dirección sur, tras
perder unos metros atravesamos un camino que viene de Artiba y, tras un pequeño
repecho, coronamos Larrazelai (478 m.). Desde aquí sólo hay que seguir recto
(siempre sur), remontar unos 40 metros y ya estamos en Pilipaondo (514 m.), la
más sobresaliente de estas tachuelas. Girando al oeste en fuerte descenso
alcanzamos un camino que seguimos hacia la izquierda y en unos minutos vamos a
dar al trazado principal del PR BI-100, por el que podemos regresar a
Azordoiaga y, si nos ha sabido a poco, incluir el ascenso a los más respetables
Gongeda y Zamaia. que traíamos hasta encontrar un senderito que empieza a descender
hacia un arbolado.
Si optamos por volver por el camino de subida, hay un par de
alternativas que podemos explorar. La primera es un desvío (DESVIO-CUEVA) que
podemos tomar por la izquierda tras pasar el depósito de aguas. Tras pasar una
curva, si prestamos atención encontraremos una cueva, que tiene incluso
estalactitas. Parece que la cavidad puede haber quedado al descubierto al abrir
el sendero, y ahí queda, por si alguien decide explorarla. El problema es que,
aunque desde este punto es teóricamente descender hasta el PR (Ruta de Minas y
Seles), es una opción algo arriesgada porque la pendiente es muy fuerte y la
maleza lo pone francamente difícil, a no ser que uno conozca alguna trocha
practicable –que no es mi caso.
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