Sollube es el más pequeño de los montes
bocineros de Bizkaia, desde donde se llamaba a las Juntas Generales del
Señorío, y es también conocido por la cantidad de enormes antenas que lo
coronan y afean su cumbre. Estos dos datos dejan claro que, no obstante su
escasa envergadura, la privilegiada situación al oeste de la ría de Gernika y la
ausencia de cimas más relevantes en los alrededores hacen de este monte el
centinela perfecto, visible desde grandes distancias.
Desde el punto de vista montañero no es
sin embargo una cima especialmente apetecible, sin perfiles demasiado
espectaculares, sembrada de carreteras y explotaciones ganaderas y forestales.
A pesar de todo, permite múltiples accesos de dificultad variable y, como el
lector puede ya suponerse, recompensa al excursionista con unas impresionantes
vistas sobre esta parte central de Bizkaia.
DISTANCIA: 7,8 km.
DESNIVEL: 335 m. (350-684) CENTENARIO Techo municipal (Arrieta)
DIFICULTAD: Baja 6 (3-2-1) Rampas del 40%
ITINERARIO (ida y vuelta) Inicio
y final: Mañuko Benta (BI-631)
VIAS: Carretera, senderos de tierra,
campo a través
ACCESOS: En coche desde
Bilbao, BI-631 en dirección Mungia-Bermeo. Pasado Larrauri, en el cruce de
Irubide seguimos recto para comenzar la ascensión a Sollube. En unos 6 kms. de
subida encontramos por la derecha la casa rural Mañuko Benta, con un pequeño
aparcamiento. Bizkaibus A3527 Bilbao-Mungia-Bermeo (Moyua) parada Mañu.
TRACK:
Más información:
Guía Cartográfica de
Bizkaia mapas 4-9
IGN MTN50-038 Bermeo
Punto de inicio |
Justo después tomamos por la derecha una carreterilla con
varios carteles indicadores, y empezamos a ascender por ella. Así bordeamos el
pequeño núcleo de casas (que no estoy seguro si es Arronategi) y vemos la parte
trasera, donde se asientan dos cementerios junto a la iglesia: en el nuevo,
sobre una campa inclinada, las tumbas están sobre unas pequeñas terrazas, como
si tomasen el sol, y coronadas por estelas vascas, algo realmente bonito.
Detrás está el antiguo, más pequeño y rodeado por un muro, más apretujado pero
también con encanto.
Desvío (dcha.) junto al cruce |
Entre pinos |
Tras un trecho que se hace bastante largo y aburrido, ya
tenemos
de frente uno de esos cortafuegos que a veces se encuentran en nuestros
montes, y que son así, tan rectos, tan largos y pendientes que son una especie
de desafío (por cierto, justo antes debe haber un dolmen, pero sinceramente ni
lo he visto ni sé exactamente dónde está). Cruzamos la carretera de acceso a
las antenas, y la pala queda de frente. La primer parte parece suave, pero
hacia la mitad se empina de verdad, rondando el 35% cuando llegamos junto a un
vallado. La ventaja de ir prevenido es que te lo tomas con calma y todo va
mejor, y además el repecho, aunque duro, es bastante más corto de lo que parece
y pronto se suaviza y desaparece la inclinación, dando paso a un camino más o
menos verde y llano.
La rampa, desde arriba |
Última valla |
En cosa de una hora estamos arriba, bajo la sombra de una
antena descomunal entre la amplia colección que cubre por completo la cumbre
(SOLLUBE, 684 m.). Por tan poco apetecible entorno damos una vuelta alrededor
de las instalaciones, encontrando la carretera de acceso, donde hay un panel
que ilustra sobre las vistas. Urdaibai solo se atisba parcialmente porque nos
tapan las propias estribaciones, aunque distinguimos la isla de Izaro y la mole
rocosa de Ogoño. Más al Este identificamos Bustarrigan, Iluntzar y Oiz, entre
otros muchos, y girando al sur, Anboto y Gorbea, con el valle de Mungia a
nuestros pies. Por el Oeste despuntan Ganeko, Eretza y los Montes de Triano,
entre un sinfín de elevaciones que podemos entretenernos en ir descubriendo. Ahí quedan unas pocas fotos, con bastante zoom (el mismo para todas):
Para el regreso hemos optado por la comodidad de la
carretera que, en un trayecto largo y muy lineal, pasando por el hotel Atxurra
(también con excelentes vistas) nos llevará al cruce inicial, poco más arriba
del barrio de donde hemos partido, y de ahí a nuestro punto de partida.
No hay comentarios:
Publicar un comentario