lunes, 10 de junio de 2013

Katillotxu

La Reserva de la Biosfera de Urdaibai comprende ambas márgenes de la ría de Gernika, desde más allá de la villa foral hasta la franja litoral entre los cabos de Matxitxako y Ogoño. Dentro de sus más de 200 kms2 podemos encontrar desde la biodiversidad de sus humedales hasta las inigualables imágenes de la isla de Izaro, la belleza de sus diferentes playas, pequeños montes que a veces conservan la foresta autóctona, y poblaciones de marcado carácter, a veces marinero, a veces rural.

Katillotxu es, con sus 337 metros, el promontorio más notable de la margen izquierda, desde el que tendremos excelentes vistas sobre el estuario. Su ubicación permite muy diversos recorridos enlazando las principales localidades ribereñas, siempre disfrutando de este privilegiado entorno en el corazón de Bizkaia.


DISTANCIA: 6,3 kms 
DESNIVEL: 335 m. (0-337)  CENTENARIO
DIFICULTAD: Baja  5 (3-2-0)
ITINERARIO: circular  Inicio y final: Mundaka
VIAS: Urbanas, camino asfaltado y de cemento, senderos de tierra
ACCESOS: Desde Bilbao en coche, autopista dirección Mungia (túnel de Artxanda o Santo Domingo) hasta la rotonda donde se coge la BI-631 dirección Bermeo. Aquí BI-2235 dirección Mundaka, saliendo en esta localidad y pasandola de largo hasta llegar al parking de Erreka, junto a la playa de Laidatxu. Bizkaibus A3515 Bilbao-Bermeo parada Goiko kalea (Mundaka) Eusko-Tren (Atxuri) estación Mundaka.
Más info:
Guía cartográfica de Bizkaia mapa 5





Playa de Laidatxu
         Mundaka es una localidad siempre presenta complicaciones cuando accedemos en coche, motivo por el que hemos elegido como punto de partida el aparcamiento junto a la playa de Laidatxu, bajo el puente de la vía del tren. Pero la ruta se inicia realmente en el mismo centro del pueblo, en la calle que podríamos llamar principal (Goiko kalea).

Más o menos a la mitad de su trazado buscamos la intersección con la calle Goitiz bidea que, en subida hacia el interior, se dirige hacia una pasarela que salva la carretera general, depositandonos directamente en la ladera del monte. Estamos ya  en un camino asfaltado que continúa siempre en ascenso moderado, pasando junto a una especie de caseta  y varios caseríos de la zona de Arketa. Por la derecha tenemos la vaguada que forma el arroyo Arana, ocupada por pastos y huertas.

Llegando a Goitiz
            Finaliza la parte más empinada, con un caserío por la izquierda y perspectivas cada vez mejores sobre el estuario; hemos remontado algo más de 100 metros, de lo que dejan claro testimonio los tejados de Mundaka, que quedan a nuestra espalda hundidos tras el camino, con el mar al fondo. Dejamos otro caserío por la izquierda y ya tenemos la primera panorámica de lo que indudablemente es nuestro objetivo, que se eleva a la izquierda de un largo cordal. Pasamos junto a una especie de refugio con marcas de PR y, siempre en subida, alcanzamos el barrio de Goitiz.

            Unos minutos después llegamos a un cruce (CRUCE-1) junto a un tendido eléctrico con una cruz de señales, que indican 1,6 kms. a nuestra cima. Enlazamos aquí con el camino que por la derecha viene del barrio de Demiku, en Bermeo, y giramos a la izquierda. Por esta zona debe estar el alto de Gaintxu, que el amigo Pedro (Descubriendoalturas) citaba en su blog; pero no sabemos exactamente dónde. Las vistas sobre Urdaibai son cada vez mejores, y tenemos también las primeras imágenes sobre Bermeo, a cuya espalda se eleva el Burgoa.
Camino de subida

            Por aquí ya hemos ganado como dos tercios de la altitud total y nos queda casi la mitad del ascenso, con lo que las pendientes serán bastante más suaves. Tras pasar varios tramos cementados encontramos, junto a una construcción vallada, un nuevo cruce (CRUCE-2) señalizado y una fuente, donde ignoramos un camino que sale por la izquierda. También tenemos al lado un cuartel de caza, con lo que seguramente habremos ido escuchando disparos durante buena parte de la marcha, lo cual no nos resulta muy agradable.  

            Pasamos lo que parecen dos mugarris y el camino pasa a ser de tierra, cosa que se agradece después de tanto asfalto. Dejamos otro desvío por la izquierda y, tras un trecho con algo más de desnivel, empezamos a vislumbrar por la derecha la silueta de Sollube, con su cima sembrada de antenas. Finalmente, otro tramo más pedregoso nos conduce directamente a la cima (KATILLOTXU, 337 m.), que alcanzamos en poco más de una hora de ascensión.


            Aunque la panorámica se ve entorpecida en parte por el arbolado, vemos la mayor parte de la desembocadura de la ría, con la playa de Laida de frente, por delante de la cordillerita que se alarga por la margen derecha, y los impresionantes acantilados de Ogoño al fondo. Distinguimos también Bermeo hacia el norte, la isla de Izaro, así como buena parte del macizo de Sollube hacia SW, tras amplias y verdes praderas.
Desembocadura e isla de Izaro





Túmulo con Sollube al fondo
Junto al mojón hay un lustroso buzón, y un vallado que encierra un monumento megalítico, con varios paneles informativos sobre los enterramientos. Al parecer, a lo largo de la sierra se encuentran varios elementos prehistóricos más, sobre los cuales nos ilustran esta página. Para los profanos como nosotros el aspecto del recinto es similar al de otros varios que vamos encontrando por nuestros montes (vease aquí al lado la etiqueta ‘Monumentos prehistóricos', que para eso la ponemos)

            VARIANTE: Si queremos explorar un poco más la cordillera, siguiendo en la misma dirección en que llegamos a la cima, y pasando junto al recinto vallado, descendemos unos metros a un collado para remontar de nuevo hasta la cumbre de Arribieta, situada a unos 500 metros de distancia.

            Para el regreso tenemos diversas posibilidades, además de deshacer el camino de subida. En esta ocasión optamos por una ruta muy directa que nos lleva a descender por la vertiente oriental, en dirección a la ría.

Rampa de bajada
Justo al lado del vértice geodésico tomamos un camino que desciende, prácticamente en línea recta y con fuerte pendiente. Hay que advertir que este tramo presenta un denivel que supera el 30% y  un firme con abundantes afloraciones rocosas, con lo que hay que bajar con cuidado para que no nos hagan recordar aquel viejo sendero del Pagasarri al que llamaban ‘Rompeculos’. En concreto, si el suelo está húmedo (algo nada difícil, porque la zona es más bien sombría) el riesgo de un porrazo es considerable, por lo que habría que valorar volver por donde hemos venido. También hay que decir que la foto no le hace justicia a la rampa.

Como decimos, la pala es bastante exigente aunque no excesivamente larga y su desnivel se dulcifica poco después. Continuamos siempre en la misma dirección, desechando varios desvíos por la izquierda que parecen dirigirse a zonas de explotación maderera, y el camino, ya mucho más amable, se va viendo alfombrado de verde. Atravesamos un bonito pinar y salimos de nuevo al asfalto.

Hacia Suspitxu
Aquí giramos a la izquierda en dirección a una casa solitaria en un pequeño alto. Por la izquierda de la entrada del imponente caserío surge otro camino de tierra por el que seguimos, junto a la estructura de un invernadero. Estamos en la zona de Suspitxu, con el Katillotxu ya a nuestra espalda, y vistas al mar y a Izaro.

Continuamos siempre en descenso, dejando por la izquierda el acceso a unas viviendas, y llegamos a un vallado. Aquí giramos a la derecha y nos dirigimos al pequeño barrio de Agirre, por cuyo centro cruzamos, teniendo ya a la vista Mundaka y el cercano cementerio que, al igual que el de Bilbao (Derio), también se llama Vista Alegre –otro tema que quizá habría que analizar con calma.

Rodeamos el camposanto y seguimos carretera abajo para en un par de curvas, volver a la carretera general en la zona de Portuondo, salpicada de chalets con vistas al estuario. Ya sólo hay que seguir hacia la izquierda rumbo a Mundaka, para alcanzar en pocos minutos el parking donde hemos empezado la marcha.

Como muchas veces ocurre, no nos podemos volver para casa sin dedicar un rato a visitar el pueblo donde hemos iniciado la excursión. Y en esta ocasión sería imperdonable por completo, porque Mundaka, aparte de un núcleo urbano acogedor y apetecible, goza de algunos de los paisajes más espectaculares de la geografía vasca. Así que es imprescindible darse una vuelta por la fachada litoral, donde seguramente veremos surfers mostrando su destreza en la famosa ola izquierda, admirar la belleza de la ría, el parque junto al puerto o la hermosa iglesia de Santa María (o La Asunción).

             Y aunque el pueblo da para escudriñar innumerables rincones en que disfrutar de este increíble lugar, nuestro blog no sería el de siempre si no terminamos echando un traguillo y algún pintxo en la terraza de Los Txopos, que eso sí que es una sensación única. Y si es a la caída de la tarde, pues qué más vamos a contar.


2 comentarios:

  1. Hola:

    Justo en el cruce donde te juntas con la subida de Demiku tienes el Gaintxu. Según llegas al cruce por donde subiste de frente, remontando la hierba hacia arriba. Creo eh, no estoy seguro, jeje.

    Esa bajada del 30% es por donde yo subí.......

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  2. Ya me imaginaba que habíamos hecho más o menos la ruta al revés. Pues subir esa pala será durillo, pero bajarla con la roca mojada, es divertido de narices.

    Y gracias por lo del Gaintxu, que no tenía ni idea. Eso ya lleva tu copyright.

    Saludos.

    Ah, y espera un poco, que en la siguiente entrada que ponga también vamos a coincidir, aunque sea un poquito, ya lo verás.

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