Seguramente reconfortados por la minietapa anterior y la escala en población tan acogedora como Astorga, la expedición empieza ya a abandonar las oceánicas llanuras castellanas, y empezará a conocer los montes de León, es decir, poco a poco recobraremos la compañía del verde, aunque también empezaremos a encontrar desniveles que creíamos olvidados.
Iglesia en Murias de Rechivaldo |
Continuamos ganando altura muy suavemente atravesando los pequeños
núcleos de SANTA CATALINA DE SOMOZA (km. 365) y EL GANSO (km. 370),
ya por encima de los 1.000
metros . En algunos momentos tenemos a la vista el Teleno, un señor monte que se va más allá de los 2.100, y es la cumbre de todo el macizo leonés. Poco antes de alcanzar la siguiente población se encontraba el Roble del Peregrino. El viejo árbol era uno de
esos hitos clásicos que dotan de simbología al Camino. Lo vieron nuestros amigos en 1.987 y se fotografió junto a él servidor años después; pero hace poco más de un mes lo tronchó un vendaval de viento. Así que dejamos aquí la foto para el recuerdo.
Con perfil similar al que traíamos alcanzamos en unos 7 kms. RABANAL DEL CAMINO (km. 377), a donde se accede por una calle empedrada en ligera subida.
Roble del peregrino |
Con perfil similar al que traíamos alcanzamos en unos 7 kms. RABANAL DEL CAMINO (km. 377), a donde se accede por una calle empedrada en ligera subida.
Rabanal del Camino |
En Rabanal ya estamos a 1.100 metros , y nos vamos adentrando
sin remedio en los montes de León. Así que iremos subiendo cotas, poco a poco
pero sin apenas descanso, bordeando lomas, mientras el paisaje alrededor se va
volviendo más accidentado, y sucesivas curvas nos hacen olvidar los
enloquecedores trazados rectilíneos de jornadas anteriores. Pero tampoco nos engañemos, las tierras de la Maragatería son todavía ásperas y solitarias, y los desniveles contribuirán a minar nuestras fuerzas.
Llegamos así al final de etapa en FONCEBADÓN (km. 382), un lugar
que no deja indiferente a nadie que haya pasado por allí. Mi primera noticia de
este paraje fueron unas impresionantes fotos de un libro que no
recuerdo: un pueblo abandonado, con todas sus casas en ruinas desde hace décadas, la piedra de los muros derrumbada y esparcida bajo el sol, silencio y olvido, un auténtico pueblo fantasma de aspecto un poco sobrecogedor.
recuerdo: un pueblo abandonado, con todas sus casas en ruinas desde hace décadas, la piedra de los muros derrumbada y esparcida bajo el sol, silencio y olvido, un auténtico pueblo fantasma de aspecto un poco sobrecogedor.
La hoja de ruta dice que ‘trae recuerdos a la mente de lo que tuvo que ser en pleno florecimiento del Camino en la Edad Media, núcleo importantísimo en el peregrinaje con hospitales, monasterios, hospederías... hoy abandonado". Así lo encontraron en 1.987, y así seguía cuando lo vimos más de diez años después, aunque ya entonces se veían un par de edificios en proceso de restauración.
Por lo que hemos visto, parece que actualmente el enclave ha recobrado algo de vida, con algún albergue y restaurante, y la rehabilitación de su iglesia. No es extraño este renacer, porque estamos en un punto estratégico de esta parte del Camino, muy cerca de algunos lugares emblemáticos que nos esperan para la próxima jornada.
Lo que no queda claro es dónde pernoctaron los peregrinos de Santurtzi,
si acaso una vez más a la fresca junto a las inestables paredes de algún viejo
edificio, o tal vez algo más adelante. Pero como se señala Foncebadón como
final de etapa, lo dejaremos aquí hasta la próxima ocasión.
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