El pequeño y algo difuso macizo que se
levanta entre los ríos Arratia y Nervión es una de las zonas montañeras
clásicas de las cercanías de Bilbao. Una variedad de modestas cumbres, muy
próximas entre sí, permiten itinerarios cortos y agradables en distintas
direcciones, recorriendo elevaciones que exigen esfuerzos muy limitados.
En esta ocasión iniciamos la ruta desde
el sur, en Zeberio, siguiendo un trayecto clásico que se ajusta en parte al PR
BI-11, para culminar en la cima del Mandoia, máxima altitud de la comarca.
DISTANCIA: 9,6 km.
DESNIVEL: 410 m. (225-637)
CENTENARIO
DIFICULTAD: Media-Baja 7 (4-3-0)
ITINERARIO (ida
y vuelta) Inicio y final: Barrio Ereñotza (Zeberio)
VIAS:
Pistas de tierra y cemento, senderos, carretera asfaltada
ACCESOS: Desde Bilbao, A-68 dirección
Vitoria-Gasteiz salida Arrigorriaga. Tomar la BI-625 hacia Vitoria-Gasteiz y en Miraballes, BI-3524
hacia Zeberio. Salir por la izquierda siguiendo el cartel hacia Ereñotza. Bizkaibus A-3929 Bilbao-Zeberio (parada Ayuntamiento)
ENLACES CON Mandoia desde Bedia
Más información:
Guía cartográfica de
Bizkaia mapas 43-52
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Perfil (subida) |
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Caseríos en Ereñotza |
Ya hemos llegado a Zeberio por la BI-3524 y, como somos muy educados, aprovechamos para dejar un saludito a
Juancar, que para eso es nativo. Ahora sólo hay que estar atentos a los
carteles verdes de los barrios para tomar el camino correcto hacia Ereñotza.
Según Biendealtura (ver enlace arriba) son exactamente seis casas, y no hay apenas
sitio para aparcar, por lo que, como siempre en estos casos, hay que
tener cuidado para no entorpecer el paso. Si subimos a pata desde el transporte
público tendremos unos 500 metros, quizá algo más.
Nada más abandonar las casas hay una trifurcación con
una señal, que indica recto a Zeberiogana (1.200 metros), que es
la dirección que debemos tomar.
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Camino por el bosque |
VARIANTE: Si queremos explorar un poco la zona,
podemos seguir por el camino de la izquierda. En cuanto se empieza a
bajar, debemos tomar el primer desvío por la derecha para remontar, y
unos 300 metros después, misma operación, para ir ganando altura, con tramos
sin apenas traza de sendero, hasta desembocar en el camino principal.
Sin ninguna desviación, en suave subida ganamos unos
50 metros bajo pinar, con zonas algo embarradas, hasta alcanzar en cosa de 1
km. un collado abierto, camino asfaltado
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Ermita |
y amplios pastos, con panel y señales,
una ermita por la derecha y casas por la izquierda. O sea, que hemos salido del
bosque de golpe y porrazo. Si nos desviamos en unos pocos metros por la derecha
podemos visitar la ERMITA de Andra Mari de Zeberiogana, realmente
hermosa, con un muy bonito pórtico a través del cual se divisa claramente
nuestra cima.
Tomamos la carretera hacia los caseríos, que el Google
Earth indica erróneamente como Ametzola y en realidad son Zeberiogana. Anda por
aquí un paisano que en cierta ocasión se nos engoriló por hacer una foto a su
caserío, ya ves tú. Ganas me dan de publicarla en formato panorámico, pero dejemoslo ahí.
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Ametzola |
Seguimos por el asfalto dejando un desvío por la
izquierda. Como en varios momentos anteriores, tenemos una muy bonita estampa
de Itxina a nuestra espalda. Llegamos así a Ametzola (Ametzolagoiti en la Cartografía), donde
nos recibe un caserío imponente que creo que es una Casa Rural, con un precioso
porche y magnífica galería. Cruzamos un paso canadiense, y junto a otra casa
grande y roja termina la carretera y el camino pasa a ser de grava. Aquí
estamos en una pista amplia que pasa primero una herradura y desde ahí sigue
remontando, ahora con mayor pendiente.
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Irumugarrieta |
Tras un par de curvas llegamos al collado de
IRUMUGARRIETA -creo que en Mendikat lo llaman Lekubaso-, donde se
reúnen los límites de Zeberio, Galdakano y Bedia. Una pista cruza de izquierda
a derecha, otra sigue de frente y hacia la izquierda un enorme cartel indica hacia
Tontorrandi, una cima secundaria muy próxima que también podríamos visitar
(unos 10’). Aunque el camino normal sería el de la derecha, lo reservaremos
para la vuelta y tiramos recto.
Lo que estamos haciendo es bordear por el oeste una
antecima llamada Belatza, asomándonos al barranco de Lekubaso, que se incrusta
en el macizo de forma que sus cumbres dibujan a su alrededor una especie de
arco. Lo vemos ahora, cuando salimos a terreno despejado, con las magníficas
vistas sobre la vertiente contraria de la quebrada: enfrente tenemos la línea
de pequeñas lomas alrededor de Uduri que enlazan hacia el norte con la zona de
Axola y Upo, y a cuya espalda se levantan las siluetas de Untzueta y Ganeko. En
unos minutos llegamos a una especie de mirador con un monolito a un montañero,
un lugar bien bonito desde donde se disfruta la panorámica que acabamos de
relatar mientras sopla con fuerza el viento, una sensación muy potente.
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Barranco de Lekubaso |
Ahora hay que estar un poco atentos. Continuamos unos
pasos en la dirección que traíamos y enseguida (DESVIO-1) nos tenemos que
desviar por la derecha para tomar un camino prácticamente llano, que avanza en
línea recta bajo los pinos. Nos vamos aproximando a la cima del Mandoia, pero
todavía por cota demasiado baja, así que hay que abandonar la comodidad y
volver a ganar metros. En un punto no muy visible (DESVIO-2) salimos por la
derecha en subida por una sendita, hasta divisar un vallado por la izquierda.
Lo atravesamos para salir a un camino pedregoso que, hacia la izquierda, asciende
hacia la cumbre.
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Últimas rampas |
Como prácticamente toda la extensión de este monte
está cubierta por explotaciones madereras, nos podemos encontrar el entorno
sombrío y fresco del pinar, o bien un descampado brutal producto de una
matarrasa, como es el caso de la foto. Aunque estéticamente la sensación es
bastante triste, tiene la ventaja de que todos los caminos quedan a la vista,
lo que nos facilita el trabajo. Así que, una vez ganado este camino, ya tenemos
claro que sólo hay que seguirlo para ir remontando la ladera hacia la cúspide.
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Mojón, con Legarmendi y Anboto al fondo |
Accedemos de esta forma a la cima (MANDOIA, 637 m.), donde ni siquiera han
dejado un par de árboles que hacían compañía al mojón. Las vistas se extienden
hasta el Gran Bilbao y el mar, e incluyen al Este y Sur Legarmendi, Anboto y
Gorbea, con el valle de Arratia por delante. Unos metros más hacia el Norte se
encuentra una atalaya rocosa a la que también podemos acceder. No mejora gran
cosa las perspectivas pero tiene su puntito, aunque también hay que tener
muchísimo cuidado, y abstenerse en absoluto quienes tengan vértigo, porque los
desplomes no son para bromear.
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El Gran Bilbao y el Abra |
VARIANTE: Antes de hablar del camino de vuelta, dejar
indicado que esta excursión ofrece una alternativa clásica y muy recomendable:
hacerla como travesía para terminar en Bedia. Para ello, en vez de volver atrás
por el camino de subida, continuamos por la arista en dirección N-NE y seguimos
el trazado descrito en la entrada Mandoia desde Bedia. Como siempre, habrá que
pensarlo desde el principio, por la cosa de los transportes, pero el plan es
chulo y también facilito.
Si no hacemos caso de la variante, desde la cima
tomamos primero el camino por el que hemos subido y lo seguimos sin ningún desvío,
siempre con buenas vistas hacia el Este, hasta IRUMUGARRIETA, donde tiramos a
la izquierda para retomar el camino de subida y volver a Ereñotza.
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