Entre los altos de Barazar y Dima,
Altungana es una de las primeras elevaciones que escoltan al Gorbea por el
norte. Su privilegiada ubicación permite espléndidas panorámicas, no sólo hacia
el gigante y sus vecinos, sino hacia el norte, siguiendo el valle de Arratia,
hasta el propio Cantábrico.
La ascensión es un corto paseo, sin
ninguna dificultad, que permite algunas variantes por caminos madereros y excelentes perspectivas de las montañas y valles de la zona central de
Bizkaia.
DISTANCIA: 4,4 km.
DESNIVEL: 165 m. (601-765) CENTENARIO
DIFICULTAD: Ninguna 2 (1-1-0)
ITINERARIO (ida
y vuelta) Inicio y final: Alto de Barazar
VIAS:
Senderos de tierra
ACCESOS: En coche, desde Bilbao, autopista A8
dirección Donostia, hasta salida Vitoria-Gasteiz N-240. Se recorre todo lo
largo el valle de Arratia, siempre en dirección Vitoria-Gasteiz, hasta el alto
de Barazar, donde hay espacio de sobra para aparcar.
Más información:
Cartografía de
Bizkaia Mapa 64
IGN MTN-50-87-Elorrio
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Entre pinares |
Según llegamos desde Bilbao al alto de Barazar, tenemos que
dejar el coche junto al hotel-restaurante que hay a la izquierda. Nos alejamos
de la carretera junto a una extraña y solitaria tapia, y tomamos el de la
izquierda de los dos caminos posibles. Bordeamos un sólido vallado, giramos a
la izquierda y cruzamos un paso canadiense.
De inmediato nos internamos en un cómodo camino de tierra
que primero sigue entre coníferas y luego empieza a subir muy suavemente para
continuar entre pinos. Realmente, haremos casi todo el recorrido por zona de explotaciones
forestales. Vamos subiendo todo el tiempo hasta una bifurcación frente a un
vallado, donde tiramos a la izquierda. Ahora daremos un amplio rodeo a esta
finca a cielo abierto, con las primeras (preciosas) imágenes del Gorbea,
Aldamin y Lekanda.
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Gorbea y Lekanda |
Con un prado por la derecha y helechos pequeños por la
izquierda, tenemos a la vista el embalse de Undurraga cerca del núcleo
principal de Zeanuri, con Untzueta y el Ganeko cerrando un formidable paisaje,
mientras por la derecha (Este) ya asoma la cordillera de Aramotz-Legarmendi. El
camino baja suavemente durante unos minutos y pronto descubrimos el
inconfundible perfil de Anboto. Estamos bordeando el alto de Zubilarra, que forma
una especie de pequeño cordal que une Barazar con nuestra cima. Llegamos así a
un collado con otra bifurcación, donde tomamos el camino de la
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Último tramo |
izquierda (como
casi siempre, el que más sube). Ahora nos hemos internado en un nuevo bosque, y
la cima se presiente muy cercana. Podemos también atajar fuera de camino,
tirando todo tieso para arriba, cruzando una vieja pista colonizada por la
hierba que avanza en un amplio zigzag. Poco antes de dar con un cipresal, encontramos
un sendero que va en la dirección correcta.
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Llegando a la cima |
Así, en unos pocos minutos nos aparece ya a la vista el
mojón cimero. La cumbre (ALTUNGANA, 765 m. aunque el buzón parece que pone 705)
está en una campita, cuya principal virtud son justamente las increíbles
vistas: hacia el norte, los ya citados Untzueta y Ganeko, el valle de Arratia,
Mandoia, el precioso peñasco de Urrekoatxa, y al fondo, el mar, a más de 50
kms. de distancia. Pero eso no es nada: por el Este, Legarmendi, Errialtabaso, y
girando hacia el sur, primero Saibi (el Parque Natural de Urkiola está bastante
cerca) y luego el cresterío de Alluiz y Anboto. Y para finalizar, claro está,
Gorbea y sus vecinos. Una pasada de panorámica que merecería una rosa de los
vientos o un panel. Muy cerca se encuentra una especie de cima gemela que en
algunos mapas aparece como ‘Altun’, con lo que parece sean las zapatas de
alguna torreta ya desaparecida.
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Sierra de Aramotz y Errialtabaso |
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De nuevo el Gorbea |
Tras la breve ascensión, podemos variar el camino de vuelta,
para lo cual debemos tirar hacia la izquierda, por una sendita que desciende y
aparentemente ataja. Dejamos una solitaria casa por la izquierda (también
podríamos seguir junto a ella, dando un rodeo más largo), y podemos atravesar
el bosque para dar con un nuevo camino. Accedemos a él superando un pequeño
talud, y tiramos hacia la
derecha. Unos minutos después continuamos junto a un
pinar donde –a falta de otras emociones, que realmente el camino no las tiene-
tuvimos la oportunidad de contemplar un grupo de buitres papeándose algún
animal que había pasado a mejor vida. La verdad es que para quienes no estamos
acostumbrados a estas cosas, impresiona ver estos bichos enormes, a escasa
distancia, en plena acción de avituallamiento.
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Camino de vuelta |
Enseguida recuperamos el camino de subida, y por él
regresamos sin más a nuestro punto de partida, completando una excursión
cortita y supercómoda, que merece la pena por las excepcionales vistas sobre
buena parte de los montes más sobresalientes de Bizkaia.
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