El municipio de Zeanuri es un poco el
corazón de Bizkaia, situado en la cabecera del valle de Arratia, a la sombra del Gorbea. Sus barrios se encaraman a las
laderas de ambos lados del río, y su identificación con el medio natural se
explica fácilmente si consideramos la proximidad de los Parques Naturales de
Urkiola y Gorbeia.
En esta ubicación, la vocación montañera
resulta inevitable, en especial si se tiene en cuenta que, hasta que se abrió el
acceso rodado hasta Pagomakurre (Areatza), la vía más habitual hacia el Gorbea
partía precisamente desde Zeanuri. En ese camino tradicional encontramos, como
un escalón en la subida al gigante, la pequeña cima de Zanburu, un monte de
perfil atípico que ofrece excepcionales perspectivas. Hasta allí llegamos
rememorando el inicio de aquellos viejos y largos trayectos que los montañeros
recorrían hace décadas para alcanzar la deseada Cruz.
DISTANCIA: 4,5 km.
DESNIVEL: 415 m. (380-794) CENTENARIO
DIFICULTAD: Baja 6 (4-1-1) Rampas del 30%
ITINERARIO (ida
y vuelta) Inicio: Ermita de San Justo y San Pastor (Zeanuri)
VIAS:
Pista de tierra
ACCESOS: Desde Bilbao en coche, autopista A8
dirección Donostia-San Sebastián salida 105 (Vitoria-Gasteiz) Se toma la N-240
dirección Vitoria-Gasteiz hasta Zeanuri. Nada más llegar al núcleo urbano, hay
que tomar un desvío por la derecha señalizado como Otzerinmendi, y continuar en
subida hasta la ermita de San Justo. Bizkaibus A3917 y A3927 hasta Zeanuri
(parada Olabarri). Desde ahí, unos 2 kms. hasta la ermita.
TRACK:
Más información:
Guía Cartográfica de
Bizkaia Mapas 57-63
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Ermita de San Justo |
Antes de nada, tengo que confesar
que esta excursión desde
Zeanuri tiene algo muy especial, porque allí
se encuentran las raíces de parte de mi familia. Es más, aunque el nombre de Otzerinmendi,
de donde vamos a partir esta vez, tiene para mi un significado muy potente, en
realidad esas raíces tienen su espacio natural casi enfrente, al otro lado del
río, en el barrio de Altzusta. Así que hoy vamos por terreno que pisaron mis
más queridos antepasados.
La ermita de San Justo y San
Pastor, ya en pleno monte e inserta en un bien conservado robledal, entre mesas
y barbacoas, es de proporciones sólidas, escasa altura y planta amplia, con un
bonito enrejado de madera. Junto a ella hay una enorme fuente de piedra
(Otzemendi, o sea, el mismo nombre) que recuerda un poco a la del Soldado en
Arraiz, pero más grande. Un poco más abajo hay, tras un vallado, un calero y
una txabola de carbonero. Parece que el calero se pone en funcionamiento una
vez al año, coincidiendo con la fiesta de San Justo.
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Inicio del camino |
Tras la ermita (o mejor, en el
lado de su fachada principal, porque está de espaldas a la carretera) hay tres
caminos que suben: el de la izquierda, con una valla de madera; el de la
derecha, una pista amplia con un paso canadiense; y el del centro, más bien un sendero,
que cuesta un poco ver, con una especie de escaloncillos y un pequeño vallado.
Los dos últimos tienen flechas que indican al Gorbea (el de la derecha) y
también al Gorbea (por Topeta) el del centro, que es el que hay que coger (aunque
bajaremos por el otro).
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Para arriba |
Nada más empezar tenemos ya una
sendita bajo un frondoso arbolado, estrecha, empinada, y ligeramente embarrada
–bueno, 'ligeramente' siempre que no haya llovido en los últimos días. Pasamos otro vallado
abierto y seguimos, siempre en un entorno muy montañero y con una buena
pendiente, que nunca se aleja mucho del 30%, y lo supera en numerosos tramos. Pronto
nos situamos entre cierres de cuarteles de caza (Zanburu a la derecha, San
Juan a la izquierda), mientras el caminillo sube y sube sin pausa. A la espalda
tenemos la primera vista de las cumbres más al sur de la sierra de Legarmendi.
Pasamos un tramo de cipresal y salimos a un pinar. Un cairn y unas marcas
rojiblancas nos indican que, llegados a una pista, hay que cruzarla y seguir
sendero por el otro lado. Seguimos la ascensión y giramos ligeramente a la
derecha para acometer un pequeño llaneo, que nos coloca frente a otra pista (CRUCE). Otra
señal y otro hito indican que también hay que cruzarla, y seguir de frente
(bajando un par de metros) para continuar sendero.
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Paso de Atxebagi |
Pasamos un tramo de terreno más
abierto y ya vemos que nos dirigimos a una especie de muro de roca, que son los
escarpes de Zanburu, que desde aquí parecen inexpugnables. Otro trozo de
apacible pinar y de nuevo marcas y cairns nos dirigen hacia el paso de ATXEBAGI,
otro de los puntos míticos del montañismo de Bizkaia. Lo que haremos en
realidad es encaramarnos en lo alto de uno de los resaltes que forman esta
pared, y avanzaremos sobre él para acceder a la meseta superior.
El lugar no representa ningún
peligro en absoluto, porque es amplio (cerca de dos metros) y tampoco tiene
prácticamente patio. Un cortafuegos nos permite una primera vista sobre Zeanuri
y los montes hacia el NE, pero no es nada comparado con lo que veremos.
Efectivamente, ganamos unos metros hacia un vallado con paso lateral, y ahí
tenemos ya un panorama espléndido: todo el valle de Arratia a nuestros pies,
con Legarmendi-Aramotz casi al completo, Urrekoataxa, Errialtabaso y Saibi, y
Anboto más hacia el SE.
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Aldamin y Gorbea |
De Atxebagi (Atxebarri en el mapa
del Gorbea) salimos a la meseta que decía antes, porque este Zanburu es un
monte chato, con una especie de planicie kárstica en su parte superior. La cosa
es así: con la poderosa imagen de Lekanda hacia el sur, estamos en una zona llana
de carácter mixto, con calizas salpicadas sobre el verde. Aquí y allá crecen
algunos árboles, predominantemente espinos. En las zonas más rocosas hay que
tener cuidado con las grietas, que pueden quedar semiocultas. La orientación general es que hay que seguir rumbo SSE, intentando no
perder el sentido del cortado, bordeándolo siempre. Y la otra norma sería
procurar ir siempre por el terreno más fácil, limpio y sólido, que normalmente
nos llevará en la buena dirección (ojo a las cacas de animales, que también
marcan terreno estable, evitando hendiduras que pueden quedar cubiertas por la
hojarasca).
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Parte final del karst |
Vamos viendo algunos cairns, pero
no es fácil seguir un trazado concreto, aunque la cosa tampoco tiene complicación si no nos metemos en sitios
raros. Algo más incómodo es a partir de una solitaria haya, al hacerse
más abundantes las rocas, algunas de las cuales se diría que son artificiales.
El terreno es aquí más intrincado, pero enseguida alcanzamos la cota más
elevada. El acceso a la cima (ZANBURU, 794 m.) es donde tenemos que tener más
cuidado, porque está llena de grietas profundas. Hay un buzón y una cruz con una especie de
escudo metálico, y las vistas son fantásticas. Tenemos a los pies el valle de
Arratia entero y Zeanuri con sus barrios, las vistas anteriores hacia el Este,
y Gorbea y Lekanda hacia el sur, con una vista en chaflán sobre los cantiles que cierran el barranco de Lanbreabe.
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Cima sobre el valle de Arratia |
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Lekanda |
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Vista sobre el barranco |
Para la vuelta, misma operación, siempre
bordeando el cantil, y prestando atención para no saltarnos el paso. Por
cierto, que siguiendo esta orientación siempre hacia el Oeste llegaríamos a
Pagomakurre, para tomar la normal hacia Arraba y Gorbea. Una vez descendidos de
la meseta, deshacemos el camino hasta el CRUCE anterior. Aquí podemos simplemente
deshacer el camino de subida, o podemos variar, tomando la pista principal
hacia la izquierda. Así, la bajada es mucho más suave –y larga-, discurriendo
por una especie de pista forestal en la que vamos dejando sucesivos desvíos.
Después de un par de amplias curvas, pasamos junto a una caseta y accedemos
finalmente a San Justo.
Es una cima extraña este Zanburu,
poco visible o hasta insignificante por sí misma, pero con unas panorámicas
excepcionales, y el sabor montañero de las viejas rutas, ahora casi
abandonadas, y que desde luego merecen conocerse.
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