viernes, 22 de marzo de 2013

Larrabasterra-Barrika


El tramo de costa entre las playas de Larrabasterra y la bahía de Plentzia reúne algunos de los arenales más espectaculares del litoral de Bizkaia. El camino serpentea entre las praderas atlánticas, casi siempre muy cerca de vías de comunicación y núcleos urbanos, pero siempre abierto a los vientos marinos y la inmensidad del Cantábrico.

Y no deja de resultar curioso cómo, al margen de la masificación estival en los alrededores de las calas, el resto de los paisajes costeros son apenas conocidos por la mayoría de la gente. Proponemos aquí un paseo sencillo y de longitud muy moderada para disfrutar de este trozo de nuestra costa, mientras nos llenamos de sol, yodo y aires salinos.


DISTANCIA: 8,3 kms 
DESNIVEL: 100 m. (20-120) 
DIFICULTAD: Muy Baja 4 (1-3-0)
ITINERARIO: lineal  Inicio: Metro Larrabasterra  Final: Barrika
VIAS: Carretera. camino asfaltado, senderos
ACCESOS: Ida: Metro Bilbao estación Larrabasterra
     Vuelta: Bizkaibus A-3451 (Las Arenas-Armintza) en Barrika
Track: http://es.wikiloc.com/wikiloc/view.do?id=4155638 
Más información:
Guía cartográfica de Bizkaia mapas 3 y 8





            Vaya por delante que seguramente no será buena idea hacer esta excursión en verano, a no ser que queramos compartir trayecto ferroviario y primera parte del camino con grandes multitudes de adolescentes, que desde hace mucho han convertido en sus favoritas las playas de Larraba. Un día fresco en cualquier otra época del año será lo ideal, porque tampoco vamos a encontrar sombras que nos cobijen.

Salimos de la estación de metro de Larrabasterra a la carretera BI-637, que seguimos unos metros hacia la derecha, en dirección Plentzia. En el cruce conocido como Hirubide, junto a la iglesia de San Andrés, giramos a la izquierda para tomar el camino que asciende para dirigirse a las playas.

En esta suave subida vamos dejando a los lados diversos caseríos tras los cuales, por el lado derecho, hay una enorme extensión urbanizada y con numerosas viviendas en distintas fases de construcción. Hasta hace poco todo este espacio estaba ocupado por prados, huertas y caseríos, con algunos caminillos escondidos entre zarzales, por donde sólo los buenos conocedores del terreno sabíamos movernos sin cabrear a los aldeanos.

Bajada hacia las playas y desvío
Llegamos al alto, donde poco después nos encontramos el motero bar Indian y, unos metros de bajada después, justo en el desvío hacia la urbanización Arrietara, dejamos la carretera para salirnos por un camino asfaltado por la derecha (DESVIO).

Ahora avanzamos, ascendiendo muy suavemente, flanqueados por hierba alta y matorral, pasando junto a diversos chalets, algunos imponentes. Como vamos bastantes metros por el interior, apenas tenemos algunas vistas sobre la parte final de la playa. Cuando el camino se desvía aún más claramente tierra adentro, giramos a la izquierda para pasar poco después (izquierda) junto a una explanada situada sobre los antiguos baretos de la playa (Surf y compañía). Aquí vemos claramente un par de senderos de frente, que tomaremos para abandonar el asfalto.

La playa, con el submarino y el peñón
En esta parte de la travesía ya tenemos buenas vistas sobre la playa, pasamos un tramo junto a un murete de piedra, y salimos finalmente a la zona de ATXABIRIBIL, con el peñón, los aparcamientos y por supuesto los fantásticos garitos de buena música y mejor ambiente. Pero tranquilos, que aunque lo parezca, esto no es una ronda de bares, y pronto des desplazaremos por la naturaleza y únicamente por ella.

Cruzamos una zona verde con juegos infantiles y nos dirigimos al borde del mar, por el costado de la urbanización Sopelmar. Aunque hay un senderito minúsculo que discurre por el filo del acantilado, es mejor evitarlo, sobre todo en días de viento o suelo mojado, por lo que seguimos por el camino por dentro de la barandilla, pasando unas escaleritas para salvar el repecho. Por la izquierda tenemos una preciosa cala (Arnakatxa, según la cartografía) donde la marea baja deja al descubierto la rasa mareal, característica de toda esta parte del litoral vizcaino.

Seguimos ascendiendo por sendero que surca las típicas landas atlánticas, bordeando el casi imperceptible alto de Kukulumendi, para descubrir a continuación una de las joyas del camino: la cala de Meñakoz. El paso de los años ha dulcificado algo el tamaño y perfil de los pedruscos y guijarros que ocupan la playa, y que constituían la diversión de unos y el fastidio de otros; pero es precisamente la variedad de grises de la piedra y las paredes del acantilado lo que le otorgan una belleza especial, en contraste con el azul de las aguas y el verde de los praderíos próximos.

Meñakoz

Vista atrás: playas y Punta Galea
Rodeamos la playa atravesando un reducido tramo de matorral y monte bajo muy frondoso, para salir a un pequeño aparcamiento, por donde entramos en el municipio de Barrika. Aquí tomamos de nuevo los senderos, que se bifurcan y entrecruzan, pero siempre nos permiten seguir muy de cerca la línea de costa. Desde el lado contrario de Meñakoz tenemos también una bonita vista de los montes más significativos hacia el oeste, desde Lucero y Serantes hasta el Ganeko.

Playa de Barrika
El trayecto es una especie de tobogán, un sube-baja continuo aunque sin desniveles importantes, siempre con el océano a la vista y rodeados de amplias extensiones de verde, argomas, maleza y zarzas, algo de hierba y algunos arbustos pequeños, vegetación recia que puede resistir el embate de los vientos. En algunos puntos, los caminos se aproximan a los precipicios de vertiginosas paredes verticales, aunque siempre tenemos la opción de tomar algún trazado más interior.

Ya en la zona de Kurtzio, con la carretera bastante próxima, alcanzamos un nuevo arenal: la larga y poco frecuentada playa de Barrika, de carácter salvaje y completamente desabrigada al oleaje. Bordeando la playa, el camino discurre algo más hacia el interior, y ya tenemos varias cosas interesantes a la vista: las casas del núcleo urbano, Jata y Sollube al fondo y, bajo su silueta, Plentzia, desde donde asoma el arco de su puente.

El camino discurre junto a un vallado y alguna vivienda unifamiliar, para desembocar en la muy urbanizada zona donde se asienta el famoso Golfo Norte, ocasión que aprovechamos para dejar un saludito a Karlos, un figura como pocos. Continuamos la marcha bajando por el parking de nuevo en dirección al mar, y aquí encontramos sin dificultad la continuación del sendero.

Siguiendo siempre hacia el norte, y con cada vez mejores vistas sobre Astondo y la bahía de Plentzia, vamos pasando distintas calas y sucesivos promontorios marcados por  mojones cuya finalidad desconocemos. Nos dirigimos ahora a lo que constituye la punta más significativa del recorrido, que el mapa denomina GAZTELU.

Mojón de Gaztelu, Astondo y bahía de Plentzia

Sorprendentemente, encontramos aquí hay un vértice geodésico, que tampoco sabemos qué marca exactamente. Merece la pena continuar bajando un poco más, arrimandonos al acantilado, para admirar la fantástica perspectiva. Tenemos de frente la punta de Astondo, con la preciosa cala de Askibilla detrás y la bahía de Plentzia-Gorliz al completo. Nos rodean gigantescos cortados que acentúan la sensación de vértigo y, aunque no podemos verlo, nos encontramos encima de una inmensa caverna que se adentra bajo la punta, con lo que estamos virtualmente en el aire.

Playa de la Cantera o Muriola
Bordeando el cabo por el lado contrario al de llegada (Este) recobramos el sendero para ir descendiendo hacia la última playa del día, llamada La Cantera o Muriola, a donde podemos acceder por un camino de piedrilla que baja directamente al arenal.

VARIANTE: Nos cuentan que al lado de la escalera de acceso a esta playa surge por la derecha un sendero que, remontando por los prados nos conduce al cercano bosquete de Barrikabaso, situado en una pequeña elevación junto a la desembocadura de la ría de Plentzia. Atravesando el tupido arbolado de norte a sur, volvemos a bajar para salir al barrio de San Telmo, ya a tiro de piedra de Plentzia. Pero como no conocemos en persona este itinerario, nos limitamos a apuntarlo como posibilidad, sin hacernos responsables de nada.

Vamos finalizando el recorrido subiendo por el camino citado (derecha) hasta llegar al asfalto en un cruce. Giramos a la izquierda, siguiendo en subida ya por zona totalmente urbanizada, y con la iglesia visible. Dejamos a la izquierda una urbanización y algo más arriba pasamos junto a varios impresionantes chalets, algunos muy modernos y realmente llamativos.

Residencia Elorduy
Salimos así junto a un gran edificio con cúpula que todos los foráneos pensamos que es el Ayuntamiento, y que es en realidad la residencia Elorduy, y de ahí a la carretera que desciende hacia Plentzia, donde encontramos sin dificultad la parada del Bizkaibus, dando por finalizada nuestra ruta costera.



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