sábado, 29 de marzo de 2014

Lapurzulogana

La popular cordillera del Pagasarri parece mirar siempre al botxo, desde donde se le acercan miles de visitantes cada fin de semana. Pero el macizo del Ganeko del que forma parte es mucho más que su fachada bilbaína, y se extiende hacia el sur, hasta el Kadagua por un lado y hasta el Nervión por otro, adentrandose en territorio alavés.

Entre sus numerosas cimas, pequeños valles y sierras secundarias podemos ir descubriendo nuevos paisajes, caminos ajenos a los grandes flujos de senderistas, perspectivas diferentes de las conocidas por todos.

Lapurzulogana es una de esas cimas anónimas: casi pegada a la del propio Pagasarri y una pizca más alta, parece guardarle la espalda. Y además nos sirve de excusa para conocer algunos caminos por esa otra vertiente ignorada de nuestro monte más emblemático.

               DISTANCIA: 8,4 km.
            DESNIVEL: 365 m. (310-677) 
DIFICULTAD: Baja 6 (3-3-0) 
ITINERARIO: circular  Inicio y final: Igertu
ACCESOS: En coche, bien desde San Adrián-Larraskitu, bien desde Rekalde, hay que tomar Larraskitubidea hacia arriba, y después Pagasarribidea pasando por el bar Athletic, hasta llegar al parking de Igertu. (Haciendo a pie este último tramo, se puede llegar a San Adrián o Rekalde en las múltiples líneas de Bilbobus)
VIAS: Pista de piedrilla, senderos de tierra, campo a través
TRACK: http://es.wikiloc.com/wikiloc/view.do?id=6452454 
Más información:
Guía cartográfica de Bizkaia mapa 33




            Como hacemos habitualmente, para nuestras rutas hacia el Paga tomamos como punto de partida el simpático collado de Igertu, estratégicamente situado entre las laderas de Arnotegi y Gangoiti, y donde arrancan las primeras rampas que remontan camino de nuestra cima más popular, con vistas a la ermita de San Roque. Aunque ya privados del viejo txakolí, disponemos aquí de un pequeño parking (casi imposible los festivos) y unos bancos donde descansar –a la vuelta, claro. Si todavía alguien no lo tiene claro, el acceso hasta aquí lo describimos por ejemplo en la entrada Arnotegi por Igertu.

La barrera, desierta
Por la carreterilla por donde hemos llegado continuamos en la misma dirección, y empezamos a ganar algunos metros muy suavemente. Alcanzamos una pequeña cantera y justo después abandonamos el asfalto (que continúa hacia San Roque) para tomar por la derecha una amplia pista y cruzar la barrera.

Nos esperan las rampas de la llamada Cuesta del Silencio, un tramo de unos 400 metros cuyo desnivel supera el 20% de forma permanente, con lo que, haciendo honor a su nombre, nos obligará a ajustar el ritmo a nuestras posibilidades. Pasada una curva donde se ubica la fuente de Zapaburu, un trecho casi recto y algo más suave nos sitúa en el cruce de ARTABE, donde confluyen varios de los caminos hacia el Pagasarri.

Pista de Artabe, también vacía
Tomaremos en esta ocasión la pista de la izquierda. Durante un par de kilómetros (unos 20-25 minutos) seguiremos por camino completamente llano, pasando una tras otra numerosas curvas y unas cuantas fuentes, siempre bajo arbolado y por entorno tranquilo y poco frecuentado. Este tramo es agradable y servirá para reponer fuerzas, aunque tampoco negaremos que se hace un poco largo y monótono.

El último tramo de la pista de Artabe es una ligera cuesta recta, y es curioso cómo la sabiduría popular-montañera ha terminado por trazar una sendita a la izquierda, porque apetece el contacto con la hierba tras tantos minutos de gravilla. Cuando el camino describe una curva, lo abandonamos por la izquierda siguiendo la señal que indica hacia Pastorekorta. Enseguida tenemos por la derecha una laderita con bancos y cruzamos una puerta para salir al collado de OLALUZETA.

Olaluzeta, al pie del Pastorekorta

Estamos ya en el patio trasero del Paga. El collado tiene un aire ligeramente desangelado, pero desde aquí vemos cosas interesantes: por la izquierda, el último tontor del Pastorekorta, con la temible pala que trepa hacia su cima; de frente, el cordal de Kamaraka se desprende de las escarpaduras del Ganeko aunque, siendo estrictos, es el Biderdi lo que vemos todavía y las lomas cimeras del bocinero nos quedan ocultas de momento.

Seguimos por la derecha
Por la derecha, junto al área recreativa, remonta un sendero que sigue toda la arista hasta la cumbre del Pagasarri, pero una caseta o refugio nos marca el trayecto a seguir. Por su izquierda parten dos caminos, de los que tomamos el de la derecha. Por él vamos faldeando y ganando metros, al principio muy suavemente, después con algo más de pendiente. Estamos en zona de explotaciones forestales, con dominio del pino, y el arbolado apenas nos deja apreciar algunas vistas al Sur y al Oeste. Tengase también en cuenta que circulamos por zona recogida y orientación sur, con lo que en verano el sol pega con ganas y escasea el aire. 

Sendero desde Erdikolanda
Tenemos que dejar un par de caminos que salen por la izquierda y, tras pasar un tramo más abierto, ya tenemos a la vista el Ganeko (ahora sí), y hacia el sur distinguimos Untzueta, Lekanda, Gorbea, Oderiaga... Vamos llegando a la confluencia con el camino hacia el gigante, y desembocamos en la pequeña campita de ERDIKOLANDA (Campa de Enmedio, para los clásicos). De inmediato vemos un sendero que trepa por la derecha, y hacia allí tenemos que tirar.  

La pala es dura, con un desnivel fuerte (30%, en algún punto más), aunque es cortita y entretenida. Finalmente, una valla por la izquierda anuncia que llegamos arriba. Enseguida vemos tras ella las antenas del Ganeta, y el camino, difuso y ya en llano, va girando a la derecha. En realidad, estamos ya en la cima (LAPURZULOGANA, 677 m.), y debemos estar muy atentos para descubrir por la derecha un minúsculo buzón, que es lo único que nos da a conocer que hemos llegado.

Vista sobre el Ganeta











Buzón



Y ahora toca bajar. Seguimos, prácticamente sin camino, entre pequeños árboles, algo de matorral y las inconfundibles calizas blancas, más o menos en dirección norte, para buscar las zonas más conocidas de la cumbre del Paga. Hay un gran mugarri de piedra (se diría que señala la confluencia de Arrigorriaga, Alonsotegi y Bilbao), tras el cual se entreven las paredes verticales de la cara sur. Enseguida salimos a las verdes campas de nuestro popular vecino, donde empieza la subida final a la cumbre (COLLADO)

Bien, aquí ya hay poquito que contar. Desde este punto se puede hacer casi de todo: liquidar el trecho que nos queda a la cima del Pagasarri, hacer lo propio con el vistoso Ganeta, visitar las neveras y la fuente de Tarín, o demostrar nuestro arrojo y emprender camino al Ganeko… o, claro está, dirigirnos al refugio de la Paca a tomar un trago, que no todo va a ser andar.

Habrá también quien diga que para subir a nuestro desconocido monte de hoy bastaba con subir al Paga por la normal y poco más. Pero hombre, la cosa es también buscar caminos menos trillados. ¿O no?

Desvío hacia el Camino Viejo
Para el regreso, por la cosa de variar, tomamos el Camino Viejo, con la advertencia de que en época de lluvias el descenso por este precioso sendero puede ofrecernos alguna complicación, porque el barro se acumula, y cuesta abajo, ya se sabe… Así que, con el refugio a la derecha y la antena de Ganeta por la izquierda, nos encontramos ante una bifurcación. Aunque también podríamos bajar por el otro lado, optamos por el camino de la derecha.

Tras un tramo recto y una pronunciada curva, enseguida descubrimos por la izquierda un paso en el vallado, que cruzamos, para tomar el sendero que baja. Primero por zona rocosa y después por caminos de tierra más o menos desdibujados, o simplemente bosque a través, no tendremos ningún problema en ir perdiendo metros, y terminaremos en el cruce de Artabe por donde hemos subido.

De ahí para abajo (sin hacer mucho caso del track, que por aquí se nos ha vuelto un poco majara), cogemos la única pista que desciende, cruzamos la barrera y, tirando por la izquierda ya sobre asfalto, volvemos a nuestro punto de partida. 

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