La enorme muralla calcárea que cuelga de
Anboto constituye una de las imágenes más recurrentes del paisaje montañero de
Bizkaia, y tal vez de todo Euskadi. Hablamos de soberbias paredes de roca
desnuda, de nombres antiguos de la mitología vasca, y de crestas, pasos y
cumbres que han dejado su huella, a veces trágica, en la historia del
montañismo local.
Justo a los pies de esta mole discurre
el profundo desfiladero de Atxarte, que recorremos en esta ruta. Arrancamos
junto a las conocidas vías de escalada de Untzillatx, y transitamos después por
ambas márgenes de la quebrada, primero junto a las redondeadas laderas de
Urkiolagirre y después en la falda misma de los gigantes calizos, de cuya
espectacularidad disfrutamos en primerísimo plano.
DISTANCIA: 8,5 km .
DESNIVEL: 310 m . (310-630)
DIFICULTAD: Baja 6
(3-3-0)
ITINERARIO: circular Inicio y final: Cantera de Atxarte (Abadiño)
VIAS:
Senderos y pista de gravilla
ACCESOS: En coche, desde
Bilbao, autopista dirección Donostia salida Durango. Se sigue la N-634 dirección Donostia y
se toma el desvío hacia Abadiño-Elorrio-Arrasate (BI-632) Pasado el centro de
Abadiño se toma el desvío por la derecha hacia Mendiola y Sagasta. Se sigue sin
ninguna desviación hasta la cantera.
TRACK: http://es.wikiloc.com/wikiloc/view.do?id=7930673 (ojo, con error en
la cabecera del barranco)
Más información:
Guía cartográfica de
Bizkaia mapas 58-59
Las últimas décadas de historia de la cantera de Atxarte, enclavada en el corazón del Parque Natural de Urkiola, han sido un rosario de incidencias de todo tipo: económicas, políticas, medioambientales… Este escueto blog lo ilustra con fotos y nos reenvía a algunas noticias sobre las distintas vicisitudes del asunto. La penúltima de ellas se recoge aquí y pone de manifiesto que tampoco hay acuerdo sobre cómo recuperar ese espacio singular. En fin, más o menos lo de siempre.
Ermita del Santo Cristo de Atxarte |
Sin mucho problema encontraremos sitio para aparcar
junto a la misma cantera, y en unos pasos tenemos por la derecha la pequeña
ermita del Santo Cristo (Atxarteko), edificio minúsculo, aunque severo y con
carácter. Al lado se encuentran los restos de un viejo molino, y podemos
también ver una placa conmemorativa dedicada a los investigadores Barandiaran y
Aranzadi. También vemos y escuchamos el discurrir de las aguas del arroyo
Mendiola (también denominado Atxarte), que es el que orada todo el barranco.
Estamos en lo más profundo de la garganta, por lo que casi siempre domina la
sombra y la humedad.
Camino de subida |
Astxiki y Alluitz |
Poco a poco, vamos variando el rumbo, girando lentamente hacia el oeste, y por tanto, alejandonos cada vez más del río, mientras vislumbramos por la izquierda la verde y redondeada cima de Urkiolamendi (Urkiolagirre). Estamos ahora bordeando el pequeño Elosumendi (derecha), y nos dirigimos hacia la carretera que sube hacia el alto de Urkiola, como indica un cartelito. Por la izquierda tenemos ya algunas excepcionales perspectivas del Alluitz, con sus dos horcadas bien visibles en la silueta del cresterío.
Caserío Santigaztelu junto a la carretera |
Unos escaloncillos y otra barrera de madera nos dejan
en un nuevo cruce señalizado. Aquí giramos a la izquierda, dejando por la
derecha la carretera y el refugio de Txakurzulo, cuya indicación teníamos desde
un principio. Tras un paso canadiense, continuamos por una amplia pista de
piedrilla, prácticamente llana o en ligero descenso, y sin apenas vistas por el
arbolado. O sea, un poco aburrida, aunque cómoda y relajante.
Estalactitas vegetales |
Arroyo Mendiola |
Desvío hacia Genzelai |
Junto al sendero se ven por la izquierda algunas
bonitas hayas y, de repente, nos encontramos al pie mismo del Alluitz. Tenemos
delante los inmensos paredones calizos que parecen escurrirse en grandes pedrizas que se desparraman sólo unos metros más arriba del camino, la soberbia
Cóncava, el célebre y terrible Infernuko Zubia (Paso del Diablo)… En unos minutos llegamos efectivamente a Genzelai,
una campita con un vallado, a escasa distancia del ya visible collado de
Artola, zona verde entre las dos espléndidas crestas de Astxiki (izquierda) y
Alluitz (derecha).
Alluitz, aparentemente a tiro de piedra |
Atravesamos una valla con marcas blanco-amarillas de un PR (es seguramente el PR BI 86, cuyo trazado no tengo muy claro, pero puede coincidir en parte con el
Sendero de bajada |
Ya no queda más que descender los últimos metros, y
nos encontramos de nuevo en nuestro punto de inicio, junto a la ermita y la
cantera.
Seguro que el paseo nos ha gustado. Pero por pequeño que sea el virus montañero que llevemos dentro, fijo que nos ha picado la tentación de adentrarnos en esos colosales parajes que acabamos de divisar tan cerca. Quizá en otra ocasión.
Seguro que el paseo nos ha gustado. Pero por pequeño que sea el virus montañero que llevemos dentro, fijo que nos ha picado la tentación de adentrarnos en esos colosales parajes que acabamos de divisar tan cerca. Quizá en otra ocasión.
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