Armintza es una pequeña y coqueta
localidad pesquera perteneciente al municipio de Lemoiz. Una calle con varios
bares y restaurantes nos conduce directamente al puerto, donde las embarcaciones se resguardan tras el poderoso rompeolas. El atractivo de este
rincón marinero y su estupenda hostelería hacen que se encuentre repleto de
visitantes los fines de semana.
Desde aquí iniciamos la marcha hacia
Urizarmendi, una elevación modesta, aunque por su privilegiada ubicación proporciona
algunas buenas panorámicas. Completamos la ascensión con una ruta circular
por algunos interesantes parajes, escondidos de las carreteras y núcleos urbanos
tan próximos.
DISTANCIA: 8,2 km .
DESNIVEL: 295 m . (0-295)
CENTENARIO
DIFICULTAD: Baja 5
(2-3-0)
ITINERARIO: circular Inicio y final: Puerto de Armintza
VIAS:
Carretera, camino asfaltado, senderos de tierra y gravilla, pista de
cemento
ACCESOS: En coche desde Bilbao, autopista
dirección Mungia. Se toma después la
BI-2120 dirección Plentzia hasta Andraka y aquí BI-2153
dirección Lemoiz/Armintza. También por Getxo y Plentzia, siguiendo después
hacia Gorliz y Andraka. Bizkaibus A-3451 (hay que cogerlo en Las Arenas).
ENLACES CON Ermua
TRACK: Wikiloc
Más info:
Guía cartográfica de
Bizkaia mapa 3
La línea de Bizkaibus nos deja en la BI-3151 , en la misma
entrada a Armintza, junto a la calle que desciende hacia el puerto (Portubidea). Así que, hayamos
venido en transporte público o en coche, tomamos este lugar como punto de
partida.
Cala a la salida de Armintza |
Avanzamos por la propia carretera en dirección a Bakio
(Este), y pasamos enseguida junto a la bonita iglesia de Santo Tomás. Por la
derecha, un poste con señales indica dos caminos hacia Urizarmendi, y tomamos
el más corto de ellos, siguiendo el GR-123, por lo que continuamos en la misma
dirección, hasta salir del casco urbano, muy cerca de la cala. En una pequeña
explanada, abandonamos esta vía para desviarnos por la derecha siguiendo un
cartel que indica hacia el barrio de Gazitua.
Ahora nos alejamos del mar y comenzamos a subir,
todavía por el asfalto, pasando junto a varios caseríos y chalets. Llegamos al alto (GAZITUA) en una plazoleta con una placa muy urbana que
indica ‘plaza Rafael Ciluaga’. Aquí mismo, junto a una casa de curioso diseño
en madera clara, otra señal indica hacia nuestro objetivo por la derecha, lo
que, unido a las continuas y muy claras marcas rojiblancas, no deja lugar a dudas.
En unos metros, termina el asfalto y el sendero pasa a ser de tierra.
Ya nos internamos por el clásico camino terroso rodeados de eucaliptos, con el inconfundible aspecto muy semejante a otras zonas de esta parte de la costa. Hay que apuntar que, según hemos leído (y a veces, comprobado in situ) el crecimiento de los eucaliptos es realmente fulgurante, por lo que en un intervalo de muy pocos años, por estas laderas podemos tener, bien excelentes vistas sobre el tramo litoral más inmediato, bien ninguna en absoluto.
Bajo los cables |
En las dos siguientes bifurcaciones tiramos por la izquierda y, tras un tramo algo más pendiente y con algo de piedra suelta, cruzamos un camino. Finalmente, alcanzamos una pista en un CRUCE, con una especie de barras metálicas con pintura naranja. Ya digo que las indicaciones pueden no ser muy exactas, aunque la zona tampoco presenta mucha dificultad para orientarse, y siempre podemos tirar de nuestro habitual principio de optar siempre por el camino que más sube.
Aquí iniciamos el tramo de ida y vuelta que se ve en
el mapa, por el que alcanzaremos fácilmente la cima. Tomamos por tanto la pista
hacia la izquierda, pasando a terreno abierto, y siempre en ascenso muy
moderado. Dejamos una torreta eléctrica por la izquierda, y vamos describiendo primero
una curva amplia hacia el sur, para seguir después justo por debajo de unos
cables de alta tensión y en línea recta hacia otra torre.
Es posible que en esta segunda torre se encuentre la
máxima elevación, pero para llegar al mojón hay que seguir por la izquierda,
siempre por la pista. Perdemos algunos metros con algunas vistas sobre Jata, y poco más adelante descubrimos por la derecha el vértice geodésico y el buzón
(URIZARMENDI, 295 m .)
Como se puede observar, cuando hicimos la foto la cima
estaba rodeada por arbolado de envergadura, y con una buena pared de helechos
por el lado contrario (NE), con lo que apenas tenía vistas. No obstante, vease
lo que antes hemos comentado sobre los eucaliptos y las explotaciones
forestales, de forma que sería perfectamente posible encontrarnos el paisaje
completamente abierto.
De todas formas, si continuamos bajando un poco por el
mismo camino accedemos a un punto donde las perspectivas son bastante mejores.
Aunque Jata y sus estribaciones nos tapan la vista hacia el Este, por el sur,
en la lejanía, se ven con claridad los montes de Durango, Gorbea, el Ganeko,
Eretza y los montes de Triano, una panorámica que sorprende en lugar tan
alejado y, sobre todo, con tal escasa elevación.
Emprendemos ahora el camino de vuelta, deshaciendo la última parte de la ruta. Esto nos permite descubrir algunas panorámicas que antes tuvimos a la espalda, primero Ermua por la derecha, luego por la izquierda hacia el oeste, Serantes, Castro, Cerredo y Candina y, en días claros, incluso podemos distinguir Santoña y Cabo de Ajo. Regresamos así al CRUCE de las marcas naranjas, y continuamos ahora por la izquierda para completar la ruta circular.
Antena en Ugartemendi |
Seguimos la pista en descenso cada vez más
pronunciado, primero de gravilla y más abajo de cemento, describiendo un amplio
zigzag, hasta llegar a un par de caseríos (Ugartegoikoa y Ugartebekoa, en la
original nomenclatura que es habitual) y un cruce múltiple, todo ello muy cerca
de la carretera. Justo entre los dos hermosos edificios encontramos un
senderito y de inmediato nuevas marcas del GR, que nos van a guiar en adelante.
Nos internamos por una preciosa senda bajo arbolado,
pegados al arroyo Amorraga (o Andraka), bajo la sombra fresca de especies de
ribera, es decir, una cosa totalmente diferente de lo visto en la parte alta
del monte, como si fuera un lugar muy lejano. El paseíto es una gozada, a veces
muy cerca del lecho del río, otras aproximandonos a caseríos o invernaderos, o
pegados a algunos vallados, pero siempre por entorno
tranquilo y sumamente
agradable. En la zona parece que existían un par de molinos, y dice Iturriza, en su célebre 'Historia general de Vizcaya', que todas estas tierras pertenecían al marqués de la Torrecilla. Pues qué suerte, el marqués.
Junto al arroyo |
Las marcas rojiblancas son en esta zona muchas, claras
e impecables, con lo que no hay pérdida posible. Dejamos por la derecha un par de desvíos que se dirigen a los altos, y nos vamos acercando a la
carretera, ya en los aledaños de Armintza. Cruzamos primero un puentecillo de
madera y después otro más largo, y seguimos pegados ya al asfalto, con el río
ahora por la derecha. El senderito desemboca en la misma carretera, junto a una
parada de Bizkaibus; pero, en vez de continuar por el asfalto, aquí mismo
giramos a la derecha, en dirección a los caseríos de GOIKOLEA.
Otra vez cruzamos el río, transitando entre huertas y
frutales y, junto a una langa, en vez de salir a la carretera, tomamos otro
senderito por la derecha que va siguiendo entre huertas y frutales. En
definitiva, un camino bien bonito como alternativa a la carretera, por donde
salimos finalmente al casco urbano junto a unos bloques de viviendas, dando por
finalizado el paseo.
Ahora sí es el momento de dedicarle un ratillo a
visitar Armintza. Aparte del inevitable paseo por el puerto y el rompeolas, los
bares de la calle indicada al principio nos reciben con buen ambiente e
inigualable aperitivo y, si se tercia, hasta una buena jamada.
Y, si acaso nos hemos quedado con ganas de pateo y
paisajes, nada mejor que subirnos a la Atalaya , con el pueblo, el puertecito y la
inmensa mar océana a nuestros pies. Fantástico.
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