martes, 27 de septiembre de 2011

Pastorekorta desde Igertu

Pastorekorta (o Pastorenkorta) es la cima más oriental de la cordillera del Pagasarri, de cuyo perfil se distingue con claridad. Es una cumbre poco visitada, al encontrarse fuera de las rutas más habituales, pero desde ella tenemos una perspectiva diferente y muy hermosa de gran parte del macizo. Su denominación –como otras varias de la zona- tiene su origen en los kortak o seles, antiguas demarcaciones ganaderas frecuentes en nuestros montes.

El recorrido que proponemos nos permite además conocer en su integridad la pista de Artabe, el largo camino que recorre la ladera norte del Paga, ascendiendo muy suavemente hacia su cima bajo un profundo arbolado, ideal para quienes gustan de paseos solitarios y sin grandes exigencias.  


DISTANCIA: 7,8 kms
            DESNIVEL: 310 m. (290-595)  CENTENARIO
DIFICULTAD: Baja 6 (3-2-1) Rampas del 20-30%
            ITINERARIO: circular  Inicio y final: Igertu
            VIAS: Pistas de tierra y senderos
ACCESOS: En coche, bien desde San Adrián-Larraskitu, bien desde Rekalde, hay que tomar Larraskitubidea hacia arriba, y después Pagasarribidea pasando por el bar Athletic, hasta llegar al parking de Igertu. (Haciendo a pie este último tramo, se puede llegar a San Adrián o Rekalde en las múltiples líneas de Bilbobus)
            ENLACES CON: Pagasarri por Mandabieta
            Más información:
Mapa Pagasarri del Ayuntamiento
Guía cartográfica de Bizkaia mapas 33-42





Iniciamos la ruta en el habitual punto de partida de Igertu. Tenemos que seguir en ligera subida por la carretera por donde hemos venido, dejando a la izquierda el parking y a la derecha una verde ladera con algunos bancos. Según vamos ascendiendo, empezamos a tener buenas vistas hacia el este, sobre San Roque y el valle de Bolintxu. Pasamos junto a una pequeña cantera abandonada (derecha) e inmediatamente vemos una caseta y un cartel indicando la dirección a la ermita. En este punto (DESVIO-BARRERA) tenemos que dejar el asfalto para tomar una pista que sube por la derecha, cruzando una puerta con paso lateral.

Vista sobre San Roque

Estamos ya en la Cuesta del Silencio, una larga rampa de unos 500 metros con desniveles entre el 20 y el 30% en la que conviene fijar un ritmo adecuado a nuestra capacidad. Esta amplia pista, muy concurrida por ser el acceso más habitual al Pagasarri, nos permite disfrutar de vistas cada vez mejores mientras vamos ganando altura. En una curva cerrada, pasamos junto a la popular fuente de Zapaburu, que recoge las aguas de uno de los muchos arroyos que descienden hacia Bolintxu.

Cruce de Artabe
Aquí finaliza el tramo de mayor pendiente, pasando a otro, casi recto y más suave, que nos conduce a un cruce múltiple (ARTABE), donde encontramos tres caminos. Tenemos que tomar el del centro, al que se accede por una escalerilla. Es el Camino Viejo del Pagasarri, que es el que presenta mayor inclinación, pero también el más agreste, natural y divertido.

Final del Camino Viejo

Continuamos ahora por un sendero de tierra, irregular, a veces pedregoso y embarrado en algunas zonas, cuyo trazado en ocasiones tampoco resulta claro; pero tampoco presenta mayor dificultad, porque se trata simplemente de seguir siempre hacia arriba, por lo que nos podemos permitir atajar entre árboles para, casi sin quererlo, volver a encontrarnos en el camino correcto pocos metros más arriba. Llegamos así a la parte superior del camino, más distinguible, que discurre entre rocas que a veces rezuman agua de las escorrentías. Enseguida veremos en lo alto una alambrada con un paso a donde la ruta nos conduce tras haber ascendido unos 130 metros desde el cruce.

Acceso a la pista de Artabe
Salimos a continuación (DESVIO-PISTA) a la amplia pista de Artabe, que en realidad es la misma que antes dejamos a la izquierda. Si siguiéramos hacia la derecha, en pocos minutos llegaríamos a la cima del Paga, pero ahora nos dirigiremos hacia la izquierda, para continuar por este cómodo camino durante un buen rato. Nos encontramos en la ladera del Pagasarri, con la cima a nuestra derecha que no podemos ver, rodeados de un profundo arbolado. El camino es por tanto sombrío y fresco, así como poco concurrido, lo que nos permitirá un tranquilo paseo llano o en ligero descenso durante unos 20 minutos.

Ganeko desde el collado de Olaluzeta

Se llega así a un nuevo cruce (DESVIO-COLLADO), donde abandonamos la pista para tomar otra que sale por la derecha, con una señal (si es que no la han roto todavía) que indica hacia el Pastorekorta. En pocos metros de suave subida, y tras traspasar otra puerta, llegamos así al collado de OLALUZETA, una encrucijada con una pequeña área con bancos en una ladera bajo arbolado (derecha según llegamos). En este punto se encuentran los límites de los municipios de Bilbao y Arrigorriaga. De aquí parten por la derecha dos caminos, de los que el superior se dirige por el cordal hacia la cima del Pagasarri. Y hacia el sur tenemos una bonita perspectiva del Ganeko en chaflán.

Última pala de subida
Pero como ya habremos observado, nos encontramos en la base misma de nuestro objetivo montañero de hoy: desde aquí, el Pastorekorta luce como un enorme cono, frondoso por su derecha y más pelado por la izquierda. Vemos varios caminos que circulan por su falda, pero nosotros tomaremos el más evidente, la temible rampa que tenemos justo al lado, y que trepa en línea recta hasta la cima.

Vista sobre el collado
               y cordal del Paga
Así que, tras haber tomado un respiro mientras admirábamos las vistas, acometemos ya la pala sin más miramientos. La subida no es muy larga –unos 300 metros- pero sí que tiene un perfil poderoso, rondando el 30% de pendiente continuada (más del 40% en el tramo inicial); además, resulta difícil zigzaguear porque es estrecha, y su firme, bastante pedregoso, supone un obstáculo añadido. Por este pasillo discurre el gaseoducto (marcado con postes amarillos) que encontramos también a lo largo del cresterío de Paga y en otros montes cercanos.

Tras ganar los últimos 100 metros, culminamos la subida, alcanzando el vértice geodésico (PASTOREKORTA, 596 m.) situado en una campita. La cumbre ofrece buenas vistas sobre el Abra, Bilbao  y el cordal de Artxanda. Al fondo vemos con claridad la silueta de los montes de Durango, con el pico de Anboto bien visible, y más hacia el sur, el macizo del Gorbea.

Cima del Pastorekorta

Hacia el Este, con Anboto al fondo
(Haciendo un inciso, diré que no hay que fiarse del todo del perfil que ponemos más arriba. Ya se sabe que las cotas del Google Earth resultan bastante inexactas, pero sobre todo, por algún motivo que desconozco, la cima se dibuja con menor altitud que el punto donde salimos del Camino Viejo, lo que creo que no se corresponde con la realidad, aunque sea por pocos metros. De forma que el perfil puede servir de orientación general, pero con las debidas reservas)

Como era de suponer, el descenso por esta especie de cortafuegos se hace bastante peliagudo, en especial porque hay que andarse con ojo para evitar un resbalón con la piedra suelta, y difícilmente tenemos opción de escapatoria por los márgenes, porque están poblados de zarzas y argomas; de forma que se impone bajar despacito y con tiento.

De nuevo en OLALUZETA, tenemos que desandar el último tramo de ida, para lo que giramos a la derecha y cruzamos la puerta para descender al punto (DESVIO-COLLADO) en que antes abandonamos la pista de Artabe. Ahora tomaremos este camino para recorrer su parte inferior, para lo que en el cruce salimos hacia la derecha.

Segunda parte de la pista
                (en sentido contrario)
Nos espera otro recorrido, de características parecidas al anterior, de unos 2 kms. de llaneo, en que iremos pasando numerosos virajes y dejaremos por la derecha varios caminos, que se dirigen hacia Arrigorriaga, Buia y Uzkorta, sucesivamente. Encontramos también varias fuentes que recogen el caudal de regatos que descienden por la ladera, el más importante de los cuales es el de Urgoiti, que procede de las proximidades del collado del Paga, desaguando, como todos los demás, en Bolintxu. Tras el esfuerzo de la ascensión, el paseo nos sirve para relajar los músculos mientras transitamos por un camino agradable y silencioso, aunque también es verdad que puede llegar a hacerse algo monótono.

Fuente
Llegamos así otra vez al cruce de ARTABE, tras haber recorrido casi en su totalidad la pista del mismo nombre, en total unos 4 kms. Desde aquí no nos queda más que continuar recto, siempre en bajada cada vez más pronunciada, pasando por Zapaburu, para cruzar la barrera, salir a la carretera y seguir hacia la izquierda para regresar a nuestro punto de partida en Igertu.






jueves, 22 de septiembre de 2011

Otoño...

Ya veo en mi calendario la hojita seca que señala el comienzo del otoño, concretamente para mañana viernes 23. Qué horror, uno es radicalmente pro-verano y, en su defecto, pro-primavera (aun con las alergias), y odia con saña las estaciones frías y oscuras. Ahora entiendo a la perfección por qué ya el hombre prehistórico celebraba por todo lo alto el solsticio de invierno. Yo me apunto.

Qué cosas, el blog se nos empieza a hacer mayor. Empezamos casi por casualidad, como un juego, y ya llevamos cuarenta y tantas entradas y casi mil visitas, y todavía tenemos correa para rato. Habrá a quien le parezca poquita cosa, pero para mi es una barbaridad. Es curioso y da un poco de vértigo, parece que hubiese cobrado vida propia y necesitase seguir engordando y perfeccionandose; pero en principio la idea no era esa, de hecho no había ninguna idea inicial, más allá de colgar algunas notas y fotos que había por ahí. En fin, que no sé muy bien a dónde irá a parar todo esto.

En una entrada anterior hablaba de mejorar los mapas. Le ha dedicado algo de tiempo al asunto (tampoco mucho, la verdad) y de momento no he sacado nada en claro. Tenemos los Sigpac, que tienen buena resolución pero me parecen algo complicados de gestionar; y está la opción, que muchos utilizais, de colgar los tracks en Wikiloc, que también podría ser. No sé, me veo un poco pez en este tema, igual alguien podría dar alguna opinión que ayude.

Hablando de tracks, aunque no venga a cuento dejo aquí el de la Travesía de Artxanda: http://www.megaupload.com/?d=JKOMHXPK Por algún extraño motivo, el simpático Blogger no me deja incluirlo en la entrada correspondiente y tampoco puedo colarlo en un comentario como se suele hacer. No sé si alguno ha intentado insertar algún comentario, estaría bien que nos contase si ha habido problemas técnicos.

Hay quien se sorprende (o se queja) de que no incluya referencia de tiempos de recorrido, como se hace en casi todas las descripciones de rutas que se ven por ahí. El motivo es muy simple: no tengo ese dato. Salvo que casualmente alguna vez haya comprobado el tiempo en que hemos hecho un trayecto, nunca me he preocupado por controlarlo. Sé que puede ser útil, pero dudo mucho que lo vaya a hacer en el futuro. Así que no hay horarios, lo siento. Si a alguien le sirve, se puede calcular que una persona a paso normal puede andar 4 ó 5 kms. en una hora (lógicamente, menos cuanta más pendiente), y a partir de ahí, echad cuentas.

Sí quisiera agradecer enormemente su apoyo a los seguidores del blog. Hace mucha ilusión y, aunque siga pareciendo mentira que alguien se pueda interesar por lo que escribimos, alguna gracia le habrán visto. Gracias por lo tanto a ellos, así como a los que se han puesto en contacto por mail (ya sabeis, ibilkat@gmail.com ), en especial a Arruabarrena, de cuya web Pagasarri.com disfrutamos y aprendemos tanto, y a Romarate, por su generosidad y buen rollo. Vale, esto ya parece la entrega de los Oscar.

Si alguien echó un ojo al blog hace ya algún tiempo, habrá visto que hemos quitado lo de ‘Entradas más populares’. Entendía que sólo servía de reclamo para que el usuario mirase ‘de plus en plus’ las mismas rutas (generalmente, las más antiguas) sin explorar otras. Además, qué quereis que os diga, la gente hace cosas muy raras: las estadísticas dicen reiteradamente que la peña entra a las rutas más sosas, más archiconocidas, más urbanas y menos interesantes, y lo que me gustaría es justo lo contrario. De forma que no volveremos a poner el gadget.

Y bueno, para que se vea que, a pesar de todo, apreciamos también algunas cosas bonitas de la estación a estrenar (las únicas que tiene), dejo una foto de los colores del otoño en el Paga. No es muy lograda, pero al menos es de elaboración propia.

martes, 20 de septiembre de 2011

Algorta-Larrabasterra

El recorrido litoral entre Getxo y Sopelana nos permite alejarnos, siquiera en parte, de las aglomeraciones urbanas al sur del Abra, y de la masificación playera de sus arenales más conocidos. Transitamos por un entorno casi enteramente natural, en el que la fuerza del mar rompe contra enormes acantilados, y el viento azota las landas atlánticas; todo ello en un paseo de longitud media, donde podemos elegir entre un cómodo camino acondicionado y numerosos senderos que bordean los precipicios, siempre con excepcionales panorámicas.

DISTANCIA: 7,8 kms
            DESNIVEL: 40 m. (30-70)
DIFICULTAD: Ninguna 2 (0-2-0)
            ITINERARIO: lineal  Inicio: Metro Bidezabal  Final: Metro Larrabasterra
            VIAS: Urbanas y pista asfaltada
ACCESOS: Ida: Metro Bidezabal. En coche desde Bilbao por la autovía dirección Getxo, saliendo en Algorta (avda. de los Chopos) por la BI-3722. En Sarrikobaso se toma la desviación por la avenida Bidezabal. Bizkaibus A3451 y A3471
                 Vuelta: Metro Larrabasterra. En coche, por la BI-637. Bizkaibus A3451
            Más información:            
            http://www.mamur.com/modules.php?name=Content&pa=showpage&pid=13 



            Guía cartográfica de Bizkaia mapas 7 y 8







Hemos fijado el punto de inicio de la excursión en la estación de Metro de Bidezabal, aunque llegando en coche podríamos aproximarnos más al litoral y evitar la mayor parte del trayecto urbano. Al salir del apeadero, tomamos la amplia avenida hacia la izquierda y en subida. Al llegar a una rotonda, giramos a la derecha por la siempre agradable avenida del Ángel, hasta encontrar un cartel que señala la dirección hacia Punta Galea. Tomando esta desviación por una pequeña calle, nos encontramos ya en el inicio del paseo que vamos a recorrer.

Playa de Arrigunaga
Estamos encima de la renovada playa de Arrigunaga, con vistas sobre todo el Abra que nos acompañarán buena parte del trayecto: en primer término, Punta San Ignacio y al fondo Portugalete, Santurtzi con el Serantes a su espalda, el puerto, Punta Lucero y los aerogeneradores sobre el espigón exterior, y más allá Castro y Santoña. Perspectivas que se irán ampliando y modificando durante este primer tramo.

Aixerrota y paseo peatonal
Entre numerosas edificaciones, encontramos el molino de AIXERROTA -al parecer coetáneo del de Artxanda-, al que está adosado un conocido restaurante. Hasta hace unos cuantos años, su perfil se recortaba sobre el horizonte, sólo acompañado en la gran llanura por algún caserío disperso. Ahora, la vieja construcción de piedra se ve engullida por el empuje urbanístico, que en esta zona ha sido brutal.

La antigua y solitaria carretera que se dirigía a Punta Galea ha sido sustituida por un agradable paseo peatonal prácticamente recto, jalonado de arbolitos y bancos, con columpios y aparatos de gimnasia. A poco buen tiempo que haga, este tramo suele encontrarse petado, por lo que podemos seguir una vía alternativa: los clásicos senderitos que discurren por las campas de la izquierda, entre argomas y matorral, menos cómodo pero también más natural y tranquilo. Eso sí, hay que andarse con ojo y no arrimarse mucho al borde, porque tenemos unos 40 o 50 metros de caída libre hasta el mar.

Por cierto, que la propiedad de toda esta amplia franja ha sido objeto de litigio entre el Ayuntamiento de Getxo y varios particulares, cuya resolución esperemos no desemboque en algún nuevo disparate urbanístico, o termine arrebatando a los paseantes (y de paso, a los del famoso concurso de paellas que se desarrolla justo aquí) los caminos que han sido públicos desde tiempo inmemorial.

Fuerte del Príncipe
Vamos dejando a la derecha, primero el cementerio y después un pequeño pinar, y llegamos enseguida a las ruinas del fuerte, también llamado Castillo del Príncipe, que data del siglo XVIII, con una característica torreta. Esta construcción (que sí parece que pertenece al Ayuntamiento) se encuentra en estado bastante deplorable, invadida por las zarzas y la maleza. A buen seguro, en vez de dedicar el esfuerzo a su limpieza y conservación, no tardaremos en ver algún proyecto faraónico para remodelar este lugar, como ocurre en tantos otros parajes de nuestra geografía.

De nuevo tenemos a nuestra derecha otra urbanización de chalets, y poco más adelante, una estación de radar, último vestigio de las varias instalaciones militares que estuvieron en uso hasta los 80. Vemos por la izquierda una pista que desciende por el acantilado, seguramente utilizada en su día para la construcción del dique que tenemos también a la vista. Con él se pretendió, a finales de los 70, desarrollar un megaproyecto de cierre del Abra, quizá para habilitar nuevos muelles y zonas logísticas en esta parte de la costa de Getxo. La cosa quedó en el olvido con la crisis industrial de la época (a veces las crisis traen alguna cosa buena), si bien hemos leído que la mayor parte de la base del espigón se encuentra construida bajo las aguas. La parte visible, de apenas unas decenas de metros, sólo la utilizan algunos pescadores.

Espigón frente a Punta Lucero
Enseguida encontramos a nuestra derecha el más bien discreto faro y, unos metros más adelante, un aparcamiento y un emisor de señales acústicas para guía de las naves en días de niebla. Estamos ya en el extremo de PUNTA GALEA, al borde mismo de impresionantes precipicios que a uno le traen recuerdos infantiles, y quién sabe si explican algunas fobias. Un pequeño parque-mirador nos permite mirar de frente el espigón de Punta Lucero, y las excepcionales vistas se van extendiendo sobre el oeste hacia Cantabria, casi sin fin.

El camino gira hacia el noreste, y se aleja un poco del mar, bordeando la valla del vecino campo de golf. Podemos sin embargo abandonarlo en cualquier momento para acercarnos a los senderillos que transitan al borde mismo de los acantilados, con las lógicas precauciones. Disfrutaremos así del fantástico repertorio de enormes peñascos que desafían las olas, con tres pequeñas calas, la más importante de las cuales es la de Tunelboka, que cuenta con acceso por unas escalerillas, no apto para quien padezca de vértigo. En ella podemos observar las grandes placas formadas como consecuencia de la cementación de las escorias que regularmente se arrojaban en el mar, fenómeno que veremos también en Aizkorri, y que alcanzaba a la playa de Arrigunaga hasta que se acometió su rehabilitación.

Las formas de los farallones rocosos, que recuerdan a las costas de Bretaña o Dover, son infinitas y a cuál más espectacular, para delicia de los entendidos en geología. Por no aburrir a base de reiteración, dejamos aquí esta fantástica foto, cortesía de Charly:

Acantilado con barquito

Playa de Aizkorri o Gorrondatxe
Tras un par de curvas, dejamos por la derecha un desvío con un parking y tenemos ya a la vista la playa de AIZKORRI, rebautizada como Gorrondatxe. Este amplio arenal también ha sufrido el efecto citado de la solidificación de escorias, presentando además una amplia zona interior poblada de vegetación enana, lo que le confiere un aspecto peculiar. Junto al acceso a la playa tenemos una desviación por la derecha hacia otro aparcamiento, con un chiringuito donde podemos hacer un descanso. Si el paseo se nos está haciendo largo, también podemos darlo por concluido aquí, donde es posible tomar el Bizkaibus A-3413 de vuelta a Bilbao.

Continuamos nuestro camino por el litoral, afrontando ahora su único desnivel, que incluye un tramo de escaleras mientras nos alejamos de Aizkorri, rumbo a la siguiente playa. Es frecuente ver por aquí practicantes de parapente y cosas similares, que sacan partido del viento y los espacios abiertos. Desde esta zona tenemos además una hermosa perspectiva hacia la costa oriental, sobre Sopelana, Barrika, Gorliz y Cabo Billano, bajo el Ermua, que seguiremos viendo durante un buen rato.

Sopelana, Barrika y Gorliz

Dejamos a la izquierda un bunker, similar a los existentes en otros muchos puntos de nuestra costa, y de inmediato nos encontramos junto a la playa SALVAJE (Barinatxe), conocida por sus aguas siempre bravas, así como por la práctica del nudismo en la parte que pertenece a Getxo –la primera según llegamos.

Playa Salvaje o Barinatxe
Vamos ahora descendiendo suavemente y pasando otros dos o tres tramos de escaleras para aproximarnos al parking que da servicio a la citada playa y a la de Larrabasterra (Arrietara), donde finaliza la parte costera de la ruta.

A partir de aquí lo que resta es camino de vuelta sin excesivo interés. Giramos a la derecha para atravesar la urbanización Arrietara y salir a la CARRETERA BI-4126. Por ella ascendemos al alto, con el bar Indian a la izquierda y descendemos después, pasando una rotonda en la que seguimos recto, hasta llegar a la BI-637 (carretera a Plentzia). A nuestra izquierda según bajamos tenemos una enorme extensión todavía medio urbanizada, que no hace mucho era una zona puramente rural, con prados y algunos caseríos.

En el cruce conocido como Hirubide giramos a la derecha y, tras dejar a la izquierda una horrenda escultura metálica, llegamos pocos metros después a la estación de Metro de Larrabasterra, final de nuestra excursión.

Una perspectiva del camino

                                                                                                 

jueves, 15 de septiembre de 2011

Arroletza

Situada entre el valle del Kadagua y la pequeña depresión de El Regato, la sierra de Sasiburu marca la divisoria entre los municipios de Barakaldo y Alonsotegi. Se trata de una cordillera muy asequible que, además de contar con excelentes vistas, permite recorridos de mayor o menor extensión sin abandonar un entorno montañero cercano, y al mismo tiempo ajeno a la presión de las poblaciones próximas.

En la siguiente excursión exponemos la ascensión a su cima más oriental, el Arroletza, continuando un trecho de cordal hasta el cercano Sasiburu. Seguimos en su mayor parte el trazado de la ascensión nº 9 del libro ‘Montes de Bilbao’, citado en otras ocasiones.

DISTANCIA: 8,8 kms
            DESNIVEL: 410 m. (50-460) CENTENARIO
DIFICULTAD: Media-Baja 8 (4-3-1) Rampas del 30%
            ITINERARIO: ida y vuelta  Inicio y final: Barrio de Urgozo-Las Delicias (Barakaldo)
            VIAS: Carretera, pistas de cemento y tierra, senderos
ACCESOS: En coche, tomamos la autopista Bilbao-Balmaseda y tras subir y bajar el alto de Kastrejana, tomamos la primera salida, dirigiendonos hacia Urgozo. Atravesamos el Puente del Diablo y cruzamos las vías de FEVE para seguir (izquierda) en dirección Sana Águeda. Se puede aparcar junto a un grupo de casas a la izquierda.
                 FEVE Bilbao-Santander Estación Urgozo (ojo a los horarios)
                 Bizkaibus Línea A-3341 A-3342 y A-3343 parada Las Delicias
Más info:                                                                                                      
Guía Cartográfica de Bizkaia mapa 33



Perfil (ida)

Calzada
            Iniciamos la marcha en el pequeño e industrial barrio de Urgozo junto al río Kadagua, tomando la carreterilla que asciende en dirección a Santa Águeda. En principio, no es necesario abandonar el asfalto en ningún momento, transitando por varias curvas entre algunos caseríos; pero, dado que esta parte de la subida no tiene más interés que el de un corto recorrido por la Euskadi rural, podemos atajar un poco para conocer algo más interesante. Tras pasar la primera curva, en un tramo más o menos recto encontramos una alambrada por la derecha y un camino que sale por la izquierda, con un panel informativo. Tomamos esta desviación siguiendo por el empedrado de una calzada medieval bien conservada, por donde discurre el Camino de Santiago. Por ella ascendemos para salir, tras un par de curvas (más bien, giros de 90º), a una pequeña área con bancos, donde tomamos de nuevo la carretera, hacia la izquierda en subida.

            A partir de aquí nos queda el último repecho, pasando entre varios caseríos más con algunas rampas durillas. Llegamos así a la hermosa ermita de SANTA ÁGUEDA, en cuyos alrededores se celebra la popular romería que trae hasta aquí a cientos de personas cada año.

                VARIANTE: Por aproximarnos lo más posible a lugares con acceso desde el transporte público, hemos fijado el punto de partida en el barrio de Urgozo (que el Word se empeña en transformar en Rugoso) pero, en caso de disponer de coche, tampoco perderíamos mucho iniciando la excursión directamente en Santa Águeda. Salvo la curiosidad de la calzada, la ascensión hasta aquí no tiene mayor aliciente, y acortaríamos la ruta en más o menos 1 km. (más otro de vuelta). 

Ermita de Santa Águeda

Estamos ya en la falda del Arroletza, y antes de continuar exponemos una variante-atajo:

VARIANTE: Siguiendo por el lateral de la ermita vemos un abrevadero. Junto a él arranca un camino, primero de cemento y enseguida de tierra. Tras unos 50 metros, tomamos un sendero por la izquierda, estrecho y escarpado que, siguiendo el trazado del PR BI-101, nos sitúa en el collado de La Llana, al que luego nos referiremos. La marcha se acorta en aproximadamente 2 kms, aunque lógicamente requiere un mayor esfuerzo por la pendiente y lo intrincado del terreno. Pero el recorrido, aunque en ocasiones algo obstaculizado por las zarzas, es perfectamente practicable, a diferencia de lo que ocurría no hace muchos años. 

Barakaldo y el Abra
Así que vamos a continuar en dirección norte (a la derecha, según hemos llegado), por otro camino asfaltado que es el que utilizan los romeros que vienen desde Barakaldo. Podemos ver alguna de las clásicas flechas amarillas del Camino de Santiago, y en una curva encontramos una pista de cemento que sale por la izquierda ascendiendo suavemente, y que debemos seguir (DESVIO-1). Tenemos buenas vistas, primero hacia Kobetas y Arraiz, y luego girando hacia Barakaldo y El Abra. Dado que estamos acercandonos a zona de explotaciones ganaderas, no debe sorprendernos la creciente y no muy grata presencia de insectos voladores, que nos acompañarán durante buena parte del trayecto.

Argalario
Dejamos a la izquierda una caseta y continuamos casi llaneando, mientras la pista va describiendo una amplia curva, con lo que tenemos ya a nuestra derecha el Argalario y bajo su sombra, el embalse de Gorostiza y El Regato. Tras dejar a la derecha otro caserío y cruzar un paso canadiense bastante deteriorado, la pista pasa a ser de tierra. Vemos por la derecha un pequeño recodo junto al arbolado y de inmediato a la izquierda, un sendero que debemos tomar (DESVIO-2) para abandonar la ruta principal –más adelante la volveremos a ver, porque recorre la cordillera por su ladera norte.

Desvío hacia La Llana
El camino, pedregoso y con ligera pendiente, va ascendiendo hasta el collado de La Llana, un amplio prado rodeado de árboles, donde desemboca el atajo que hemos indicado antes. Estamos ya al pie mismo de la cumbre, teniendo de frente la espectacular rampa que asciende casi en línea recta hacia su cima.

 
Collado y pala desde arriba

La pala es potente, aunque su desnivel no sea exagerado (sobre un 30%), pero la ascensión se hace dura, porque son como 400 metros de subida ininterrumpida. La monotonía de este ancho pasillo –que sigue el trazado del gaseoducto que podemos encontrar también en el Pagasarri- puede suponer una carga adicional, y más si hace sol, porque no encontraremos ni una sombra. Así que no hay otra que tomarselo con calma y procurar distraerse con los paisajes que tenemos a nuestra izquierda.

La primera mitad del repecho es la más fuerte y, justo cuando vamos a iniciar la segunda parte de la rampa, tenemos a la izquierda un paso en el vallado, que es donde desemboca el sendero de subida directa desde Santa Águeda que hemos comentado antes. Dejamos después a la izquierda un camino de tierra y, superado el último tramo, encontramos una zona arbolada cerrada también con una valla; parece ser que aquí llegaba otro camino que ascendía desde el sur, ahora desaparecido por desuso.

Cima del Arroletza
Ya no tenemos más que seguir unos pocos metros hacia la derecha para distinguir en seguida el pequeño promontorio rocoso donde se asienta la cima de ARROLETZA (459 m.), con excelentes vistas.


Aunque podríamos concluir aquí la excursión, merece la pena continuar un poco más para conocer parte del cordal de Sasiburu. Continuamos por tanto en la misma dirección que traíamos (oeste) y encontramos rápidamente un pequeño pero bien marcado sendero que faldea por una verde ladera. Ahora vamos teniendo buenas perspectivas sobre los montes de Triano, el embalse de Oiola y más adelante, el Eretza.

 Seguimos el camino por el que recorreremos aproximadamente 1 km. con varias subidas y bajadas siguiendo el perfil del cresterío. Pasamos primero junto a la cima (sin señalizar) de Tellitu (456 m.) y tras bajar y volver a subir, nos encontramos con la última parte de este tobogán. A nuestra derecha tenemos un bosquecillo donde suele haber ganado suelto, y el descenso es algo más pronunciado que los anteriores. Se ven en el suelo numerosas ramas secas colocadas a modo de vallado natural, que habrá que ir sorteando.

Repecho hacia Sasiburu
El último repecho es un pelín más abrupto, aunque es corto, y tenemos ya a la vista la cumbre. Llegamos así a SASIBURU (459 m.), cuyo mojón es un cono truncado de piedra, junto a un gracioso buzón con cara y txapela. Las vistas son aún mejores que en el Arroletza. Un poco más abajo, en una especie de privilegiado balcón, hay una mesa de orientación, desde la que observamos justo de frente el Ganeko, con los dos pequeños valles que se adentran hacia sus faldas, Erreztaleku y el cordal del Paga; a nuestra derecha el Eretza y al fondo el perfil de Sierra Salbada; por la izquierda Jata, Oiz, Mugarra… Vistas que merecen un rato de disfrute mientras tomamos un descanso.

Cima de Sasiburu

VARIANTE: Podemos prolongar la ruta por el cordal continuando siempre hacia el oeste, bien por senderos o siguiendo la pista que abandonamos poco antes de La Llana, y que ahora reaparece a nuestra derecha (norte). En adelante, nos iremos encontrando con las cimas, más o menos sobresalientes, de Ezpelarri, Peñas Blancas y Ganeroitz. Para el regreso, además de deshacer el camino de ida, hay posibilidad de trayectos alternativos por la ladera sur, o se puede tomar directamente la citada pista sin volver a pasar por el Arroletza.

El descenso lo hacemos por el mismo camino por donde hemos venido, sin poder evitar pensar lo apetecible que sería la famosa pala del Arroletza como pista para esquiar.