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martes, 17 de septiembre de 2019

Ganeta (Barrika)

El tramo de la costa de Bizkaia entre la ría de Bilbao y la de Gernika (o Mundaka) se ha vinculado con las playas y el veraneo con tal fuerza en las últimas décadas que parece haber perdido cualquier otro interés, además de quedar reducido al mínimo su carácter rural tras el empuje de las urbanizaciones y las infraestructuras. Cualquiera que haya conocido esta franja litoral hace veinte o treinta años tendrá dificultades para identificar la mayor parte de estas poblaciones, al margen de sus núcleos urbanos.

Pese a todo, en esta parte de la comarca de Uribe-Kosta todavía se pueden encontrar algunos lugares de cierto interés al menos para un tranquilo paseo. A falta de montañas significativas, hay que rebuscar entre edificios y carreteras para dar con zonas que conserven algo de su vieja personalidad y permitan pequeñas excursiones al margen de vehículos y aglomeraciones. Presentamos a continuación uno de esos lugares, escondido en tierras interiores, por donde podemos pasear sin agobios y disfrutar de magníficas panorámicas.

(Como se ve, señalamos la ubicación de esta cima para distinguirla de otros muchos montes que también se llaman Ganeta, entre ellos el techo municipal de Bilbao).

            DISTANCIA: 5,9 km.
            DESNIVEL: 180 m. (5-187)
DIFICULTAD: Ninguna 2 (1-1-0)  Techo municipal (Barrika)  T
            ITINERARIO (circular)  Inicio y Final: Metro Plentzia
            VIAS: Urbanas, camino asfaltado, senderos de tierra
ACCESOS: Metro Bilbao estación Plentzia.
TRACK: Wikiloc
Más información:
Guía Cartográfica de Bizkaia mapas 3-8
IGN MTN50-037 Algorta



Inicio del camino
Junto a la estación de Metro de Plentzia, cerca de la parada del bus a Gorliz, se encontraba un viejo edificio que albergaba el restaurante Zabala. Situados ahí, vemos la calle que remonta ganando metros por el costado del barrio de Txipio. Será la dirección que tomemos para, tras pasar un hermoso caserón, tomar una rampa peatonal que bordea las casas. Enseguida tenemos una hermosa panorámica de la ría, cruzada por el puente 'nuevo', con el barrio de Gandias y el pequeño alto de Arkotxa detrás. En la parte alta del barrio, justo
Bonita estrada
antes de llegar junto a un colegio, hay que coger el camino de la izquierda (Matrillune bidea), donde abandonamos el asfalto. Un amplio camino de tierra pasa pronto a ser herboso, pasando junto a un moderno bloque de viviendas un tanto aislado, y de inmediato se convierte en un sendero sombreado y muy agradable.

Hacia la antena
Salimos después a un camino asfaltado junto a una fuente (no sé si es la de Gañibi) y los restos de un banco, y lo tomamos a la izquierda en moderada subida. Lo abandonamos por la derecha para tomar otro sendero de tierra. Pasamos junto a una valla metálica y llegamos a una bifurcación a ambos lados de un enorme eucalipto. Continuamos por la derecha, por un nuevo senderito, de aspecto montañero, que sube sin excesiva pendiente para irse haciendo más ancho cuanto más arriba. Por aquí empezamos a encontrarnos zonas
El eucalipto
embarradas, manchas de barro bastante profundo aunque más bien seco, que sin embargo en época de lluvias pueden suponer un problema. En un claro tenemos la primera vista de la antena, y rápidamente llegamos a otra carretera. Venimos recorriendo la ladera de este pequeño monte en dirección norte-sur, más o menos en paralelo a la vía del tren y a la BI-2704 que viene desde Urduliz. Tomamos la carretera a la derecha y enseguida hay una bonita vista sobre Gorliz, Astondo, el faro y un poco de la playa. Hay que aprovechar la panorámica porque será la única, al menos durante la subida.

Antena en la cima
En la zona de Pikekarte, con la antena bien visible por la derecha, llegamos junto a otro caserío (izquierda) con una valla cerrada enfrente. Esta valla es la que cierra precisamente el acceso a la antena, por lo que hay que traspasarla: unos pocos metros antes de la puerta encontramos un hueco por el que se puede superar con facilidad la modesta alambrada, y acceder así al camino deseado, tras algunos metros campo a través. En escasos minutos estamos ya arriba (GANETA, 187 m., también Ganburutxu y otras cosas más), con una caseta y la antena rodeadas por un vallado, y todo ello envuelto en un denso arbolado con enormes masas de maleza por todas partes. Parece que hay un mojón, pero ni se ve ni puede seguirse la exploración, aunque apenas hace unos años todo esto estaba completamente despejado y con muy buenas vistas. De otros tiempos quedan un par de postes que parecían marcar algún PR, hoy totalmente inexistente.

De vuelta a la carretera, seguimos adelante, ahora bajando, con otra fugaz vista sobre Sollube y Oiz, hasta llegar a otra carretera. Si continuásemos por la izquierda bajaríamos hacia Urduliz por la zona del polígono Igeltzera, de forma que giraremos a la derecha, y pasamos junto a unos invernaderos. Justo después, junto a un formidable chalet estratégicamente colocado en el alto, tenemos una panorámica excepcional, desde el Ganeko hasta Santoña, nada menos, pasando por Eretza, montes de Triano, Serantes y Punta Lucero, Cerredo y la Candina. Otra espectacular construcción aparece por la derecha, con una especie de muro con una ventana, medio suspendido en el aire. Pronto empieza también a ser visible la zona de Kurtzio por donde discurre la carretera que lleva a Plentzia por Barrika.




VARIANTE (hipotética): Junto al vallado de otra casa, a la derecha del camino, arranca un sendero que ataja hacia la zona de Sandeliz, pero pronto empieza a cerrarse poco a poco hasta resultar intransitable –salvo que muy recientemente se haya vuelto a abrir. Así que parece mucho más recomendable seguir por la carretera, donde además seguiremos disfrutando de buenas vistas.  

Tras una pequeña bajada se ve que la carretera gira a la derecha junto a las casas de Uribarri y Etxebarri, y vuelve a remontar en la dirección correcta NE, así que continuamos por el asfalto, aunque nos han contado que por la izquierda se puede seguir otro sendero que discurre más hacia el norte, junto al arroyo Urgozo. Aquí aprovecho para señalar que esta excursión fue un cúmulo de desgracias tecnológicas, por lo que fueron cascando sucesivamente GPS, cámara de fotos y móvil. Por este motivo las fotos de esta entrada son muy escasas. Afortunadamente, la ruta es sencilla y con mucha carretera, por lo que el track se ha podido reconstruir con facilidad.

Pasamos por sucesivas lomas en la zona de Sandeliz junto a numerosas casas, en una de las cuales hay curiosas ¿esculturas? realizadas con palos y otros elementos naturales, en el jardín y en las paredes de la casa. Descendemos después a Musaurieta, ya una especie urbanización con chalets más modernos, y ya se ve que la carreterilla nos lleva sin más hacia Txipio, nuestro punto de partida.


viernes, 13 de octubre de 2017

Butroi-Plentzia

El castillo de Butrón es una de las edificaciones emblemáticas de Bizkaia, y de las muy escasas fortalezas que tenemos con una morfología semejante. Su impresionante silueta recuerda a construcciones de latitudes bastante lejanas y parece sacada de un cuento de hadas, pero en realidad no es demasiado antiguo, y responde a una importante remodelación realizada en el siglo XIX. El edificio tiene más valor visual que práctico y, dada su escasa habitabilidad y el enorme coste de mantenimiento, ha pasado en los últimos años por diversos usos, hasta encontrarse actualmente cerrado y sin destino.

Aunque hoy en día no es posible visitar su interior, merece la pena admirar desde fuera sus imponentes muros, sus torres y almenas, rodeado de un entorno sumamente atractivo. La visita nos sirve además como punto de partida para una pequeña caminata que, siguiendo aguas abajo del río Butrón, nos lleva hasta Plentzia por parajes poco frecuentados que merece la pena disfrutar.

            DISTANCIA: 9 km.
            DESNIVEL: 60 m. (0-60)
DIFICULTAD: Muy Baja 3 (0-3-0)
            ITINERARIO (lineal)  Inicio: Dobaran (Urduliz) Final: Metro Plentzia
            VIAS: Carretera, pista de tierra, sendero, urbanas
ACCESOS: Desde Bilbao en coche, carretera de Enekuri hasta el cruce de Asua, donde se sigue recto por la BI-2704 (carretera de Unbe). En la rotonda de Urduliz girar a la derecha en dirección Gatika-Butrón y seguir recto hasta tomar desvío señalizado al castillo. Bizkaibus A-3531 se puede coger en Larrabasterra junto a la estación del Metro (calle Gatzarriñe, al otro lado de las vías), y hay que apearse en la parada Dobaran. 
            ENLACES CON BarrikabasoPlentzia-Gorliz
            TRACK: Wikiloc
Más información:
Guía Cartográfica de Bizkaia mapa 8



Como todas las travesías, aunque sean cortas, conviene organizar bien los transportes de ida y vuelta. En este caso, el de vuelta no tiene problema, puesto que terminamos en Plentzia, bien comunicado por distintos medios; pero el de ida, a no ser que alguien nos lleve en coche, presenta cierta dificultad, porque no es fácil llegar en transporte público al castillo de Butrón, y desde Bilbao nos llevará cosa de una hora, Metro y bus mediante (ver Accesos, y cuadrar bien los horarios). En atención a ello hemos fijado el inicio en la parada de Dobaran del bus a Gatika, en vez de en el mismo castillo.

Castillo de Butrón

Bajando hacia el castillo
Desde que llegamos en el Bizkaibus, junto a la cervecera Benta Barri, ya tenemos a la vista el histórico edificio, así que tenemos clara la orientación. Podríamos seguir por la carretera para, en apenas 500 metros girar a la izquierda y llegar sin más, pero vamos a tomar una alternativa. Por la izquierda de la carretera nace un camino asfaltado junto a un caserío, que retrocede unos metros para luego tomar la
dirección correcta. Enseguida giramos hacia digamos el monte y remontamos unos metros hacia el barrio de Dobaran. Aquí cogemos por la derecha otro camino de cemento con la indicación ‘Club Hípico’. Continuamos por camino más solitario hasta dar con un caserío, donde hay que torcer a la izquierda, y en bajada accedemos finalmente al CASTILLO de Butrón, municipio de Gatika


La verdad es que el edificio es francamente bonito, incluso más ahora que está algo abandonado porque tiene más misterio, con las enredaderas trepando por sus muros. También es cierto que en general hay muy pocos visitantes y da un poco de pena verlo así, ignorado. No hace muchos años se organizaban visitas, y en otras épocas fue restaurante, hotel o algo así, pero ha ido cambiando de manos sin que ningún uso resulte al parecer rentable, y por lo visto tampoco las instituciones están interesadas en mantenerlo con vida.

El castillo tiene un aspecto muy infrecuente por nuestras tierras, con un aire medieval como los del Rhin. La fortificación original era una casa-torre del siglo XI, que fue remodelada en varias ocasiones. La reforma más sobresaliente es bastante reciente, del siglo XIX, así que la peculiar personalidad del edificio se debe más a un capricho de diseño que a necesidades defensivas. Aparte de las fotos, tenemos interesante información en esta página y en esta otra, además de un pequeño video que podeis ver aquí.

En marcha

Río Butrón
Y visto el asunto, seguimos (o casi empezamos) nuestra marcha. Hay que cruzar un puentecito sobre el río Butrón (o Butroi) y, girando a la izquierda, pasamos junto a un par de bares, donde ya cogemos una carreterilla por la que seguiremos un buen trecho. El lugar resulta algo desolado, y unas señales indicando ‘Caserío Butrón’ nos acompañarán buena parte del trayecto, lo mismo que las marcas rojiblancas del GR 280.

Presa de Arbina
En algunos momentos vemos cercano el río, y en unos minutos se vislumbra por la izquierda el antiguo molino y central eléctrica de Arbina, con una pequeña cascada. Vamos pasando algún que otro caserío aislado, pudiendo acercarnos al río cuando algún caminillo lo permite. Poco más adelante encontramos algo poco frecuente: una especie de plataforma de madera se acerca al río, y allí aparecen unos postes que marcan la posición de los ANGULEROS autorizados para la captura de tan codiciada especie. Observamos mejor la citada presa desde un pequeño camino que recorre la orilla, con el que no hace mucho se resolvió un añejo conflicto con los propietarios de la finca adyacente (ver artículo de prensa). 

Viviendas en Isuskitza
Pronto aparecen por la izquierda las primeras casas del ‘Abanico de Plencia’ (Isuskitza), con un chalet muy vistoso en lo alto y unos bloques bastante feos más abajo. (Municipio de Lemoiz) Más adelante, el camino parece terminar y tiramos para la derecha, dejando por la izquierda una gran finca con un bonito hórreo. Y así llegamos al ‘caserío Butrón’, donde efectivamente termina la carretera. Aquí arranca un camino de tierra bastante descarnado, que asciende suavemente, con lo que se agradece volver a algo de monte después de tanto asfalto. Enseguida, en un CRUCE una señal indica 4,5 kms. a Plentzia, justo la mitad del recorrido.

Adiós al río

Ría rumbo a Plentzia
El camino asciende a la vez que da un rodeo, apartándose del agua. Por lo visto, existió un sendero que atajaba paralelo al río, pero debe haber quedado dentro de una gran finca, lo que obliga a describir esta curva. De nuevo junto al cauce, éste adquiere el aire inconfundible de las rías, con sus márgenes limosos cubiertos de hierba. El sendero empieza a presentarse con zonas embarradas y se entrevé el comienzo de la curva del río, con otro buen número de viviendas en la margen contraria. Pronto el camino se interna en la espesura y empieza a subir ligeramente, perdiendo de vista el cauce, que ya no volveremos a ver. Dejamos primero una vivienda con un amplio terreno por la derecha, y luego otra medio oculta por la izquierda, y salimos a camino asfaltado.

Llegamos así a un pequeño núcleo de casas (Mandoñu, municipio de Gorliz), que dejamos por la derecha. Ya en carretera, giramos a la izquierda y de inmediato a la derecha, guiados por una cruz de señales y las marcas del GR.

VARIANTE: Junto a estas señales me comentan que puede tomarse por la izquierda un camino alternativo para acceder al barrio de Gandias por una ruta más próxima a la ría, pero no puedo asegurarlo porque no lo he constatado personalmente.

Llegando a Plentzia
Aquí descendemos suavemente, entrando de nuevo en zona urbana (Mandoñubidea). Pasamos junto a un pabellón industrial y, pasando junto a una fuente, estamos ya en zona de chalets. Llegando a la rotonda, giramos hacia el puente nuevo, y podemos tomar un agradable camino de piedrilla que recorre la zona verde hasta al frontón, con algunas balsas de agua y un puentecito, (municipio de Plentzia) hasta llegar al puente junto al bar Gurea y, cruzándolo, a la estación del Metro.

domingo, 22 de diciembre de 2013

Barrikabaso

Incluso la parte más humanizada de la costa de Bizkaia conserva, a duras penas y en pequeñas proporciones, rincones que escapan a la saturación urbanística y playera. Justo encima de la ría de Plentzia y la extraordinaria bahía, Barrikabaso es uno de esos lugares todavía ajenos a la civilización, aunque seriamente amenazado en los últimos años.

Lo conocemos en un corto paseo en el que disfrutaremos de perspectivas muy poco habituales, además de admirar la belleza de la ría y la cercana marisma de Txipio, todo ello inmejorablemente comunicado, y conectado con el casco urbano de la villa marinera. 

DISTANCIA: 3,9 kms 
DESNIVEL: 60 m. (0-60)  
DIFICULTAD: Ninguna
ITINERARIO: ida y vuelta  Inicio y final: Metro Bilbao estación Plentzia
            VIAS: Sendero de tierra 
Más información:
Guía cartográfica de Bizkaia mapa 3




Perfil (ida)

Paseo junto a la ría
            Desde que uno sale de la estación de Metro de Plentzia, se coloca frente al gran espectáculo de la ría: con el airoso puente peatonal de frente, el cauce sigue por la derecha aguas arriba hacia Isuskitza y Butrón, donde ya pierde la salinidad y adopta como río la denominación del conocido castillo; y por la izquierda bordea el núcleo histórico de Plentzia, con decenas de pequeñas embarcaciones, buscando la bahía y el mar.

            Pero de momento, nos abstenemos de cruzar a la orilla opuesta, y nos dirigimos al paseo de madera que, en línea recta y en paralelo a la carretera, avanza hacia nuestro objetivo pegado al curso de la ría. Desde el primer momento es una gozada caminar por esta pasarela contemplando los viejos caserones en la otra margen, y las decenas de txalupas que dan colorido a las aguas. Hace muy poco hemos leído que se pretende ordenar mejor el amarre de embarcaciones; no dudo que tendrá su lógica, pero tampoco se podrá negar que perderemos el encanto de los botes desperdigados por todo el cauce.

Marisma de Txipio
            Por nuestra izquierda quedan primero las casas de Gatzamiñe y Txipio, y a continuación la llanura constituida por la marisma, adentrandonos en el municipio de Barrika, por donde haremos el resto de la ruta. La marisma de Txipio ha sido objeto en los últimos años de una considerable polémica por el proyecto de reconvertirla en un nuevo puerto deportivo (otro más!) rodeado de las consabidas urbanizaciones. En esta página se detallan aspectos técnicos de este humedal, y en esta otra nos cuentan un poco de la historia reciente de estas peleas.

            Siendo sinceros, hay que admitir que para un profano en materias ambientales una marisma no es algo visualmente muy atractivo, pero tampoco negaremos el valor ecológico que destacan los expertos y la necesidad de conservar estas zonas, cada vez más escasas. Ahora mismo parece que se van a iniciar actuaciones para su recuperación. Pero sigamos adelante.

En la curva, a la derecha
En unos 500 metros estamos ya al final de la recta, junto al barrio de San Telmo, donde la BI-2122 empieza a remontar hacia el pueblo de Barrika. Justo donde comienza la primera curva tenemos por la derecha una parada de Bizkaibus, tras la cual se inicia un camino ancho y cubierto de hierba. Hay que traspasar una grosera valla de mallazo oxidado, lo que podemos hacer por la parte izquierda, bordeandola por un senderito medio oculto.

Ahora seguimos por la trasera de dos bloques de viviendas, mientras el camino va perdiendo la hierba, que queda sólo en la mediana, y nos vemos envueltos por la vegetación, donde conviven bastante pino, otras especies de menor porte y algunas extensiones invadidas por el plumero argentino.

Paseo y puerto de Plentzia
Esta parte del trayecto no tiene realmente mayor interés que alguna vista esporádica entre los árboles sobre la ría, que ya queda bastantes metros por debajo, y el pueblo de Plentzia. Dejamos un desvío que por la izquierda se dirige hacia la zona interior de La Tejera, y como en otros 500 metros encontramos otra valla igual a la del inicio, que se traspasa sin dificultad por un lateral. Al otro lado se encuentra el acceso a una finca, completamente aislada en el bosque, que creemos cuenta con un pequeño embarcadero.

Nos adentramos después en un tramo donde domina el eucalipto, omnipresente en grandes extensiones de la costa desde aquí hasta Bakio, y que en esta ocasión sirve para proporcionarnos una buena sombra de la que hemos carecido hasta ahora. Estamos en pleno bosque de Barrikabaso, en esa especie de península elevada llamada Txurrua o Txurruapunta, cuyo perfil dibuja la última curva de la ría. La pendiente es siempre muy suave, casi imperceptible. Cuando el arbolado se abre, ya tenemos de frente una estupenda vista sobre los acantilados de Antekera-Astondo y las estribaciones del Ermua, entre las cuales emerge claramente el blanco faro de Gorliz, quedando claro que estamos llegando al final.

Sobre la bahía
Ya en campo abierto, tenemos una preciosa imagen de la bahía prácticamente completa, y un estrecho senderito entre la hierba y argomas enanas nos conduce hacia la punta. Por la derecha podemos desviarnos unos metros para disfrutar de una infrecuente perspectiva encima mismo de la ría y la playa de Plentzia.

Playa de Plentzia
En el último tramo vamos perdiendo algo de altitud, y llegamos al final, terminando el caminillo en una especie de promontorio con un tocho de hormigón que nos puede servir de asiento. Estamos justo encima del muelle de San Valentín, el viejo rompeolas que protege la desembocadura de la ría y recibe de cuando en cuando el embate de los temporales. Está muchos metros más abajo, en una caída muy vertical, y hay que irse unos pasos a la izquierda para verlo entre los árboles.

El paisaje es espectacular: a nuestros pies la ría desagua en el mar junto a la playa de Plentzia, de la que tenemos una panorámica bastante insólita; y aunque el arbolado obliga a que asomarse un poco a los lados, vemos parcialmente la bahía, y de frente la punta de Astondo.

Punta de Gaztelu y playa de la Cantera
Por la izquierda sale otro caminito que se dirige hacia la playa de la Cantera-Muriola y la punta de Gaztelu, situada sobre un espectacular desplome, aunque no está muy claro si el sendero es practicable en toda su extensión –y tampoco hemos podido explorarlo como es debido.

Así que, si alguien no nos propone algo más interesante, nos volvemos por donde hemos venido. Y como en menos de una hora hemos tenido tiempo de sobra para ir, volver y admirar con detenimiento todo tipo de paisajes, no sería mala cosa aprovechar el viaje para hacer una visita al poco conocido casco histórico de Plentzia, justo al otro lado del puente. Subiendo entre las callejuelas ajenas al mogollón veraniego (nos puede ayudar este mapita) encontraremos el corazón del pueblo, tan diferente de la imagen habitual. La tranquila plaza de la iglesia nos espera con un par de agradables terrazas y, bien en ellas o en alguna de las calles cercanas, podemos cumplir con la tradición y disfrutar de un grato aperitivo. Aunque con lo que hemos sudado hoy, no lo merezcamos mucho.

lunes, 7 de noviembre de 2011

Plentzia-Gorliz

Nuestras rutas por la costa de Bizkaia nos llevan en esta ocasión a una de las zonas más turísticas y playeras del litoral. Las localidades de Plentzia y Gorliz son núcleos abarrotados por veraneantes en cuanto asoma el buen tiempo, por lo que en nuestro caso convendrá buscar una época más propicia para disfrutar de un cómodo y agradable paseo, conocer el entorno sin agobios y contemplar sus fantásticos paisajes. Queda a nuestra elección completar la jornada con alguna actividad en sus amplios arenales o hacer uso de los múltiples servicios que podemos encontrar en ambos núcleos urbanos.


DISTANCIA: 3,3 kms
            DESNIVEL: 0 m.
DIFICULTAD: Ninguna 0
            ITINERARIO: lineal  Inicio: Metro Plentzia  Final: Astondo (Gorliz)
            VIAS: Urbanas, paseo marítimo
ACCESOS: Ida: Metro Bilbao estación Plentzia
                 Vuelta: Bizkaibus A3499 desde Astondo hasta punto de inicio
TRACK: http://es.wikiloc.com/wikiloc/view.do?id=2191103 
            ENLACES CON Gorliz-Cabo BillanoBarrikabasoErmua            
            Más información:
            Sobre Plentzia: http://www.plentzia.org/
            Sobre Gorliz: http://turismo.gorliz.net/ca_Ficha.asp?Id=3&plegado=1
Guía cartográfica de Bizkaia mapas 3 y 8




           En la estación de Metro de Plentzia iniciamos nuestro paseo dejando a la izquierda la marisma de Txipio, rumbo al ya visible puente. Hasta hace bien poco, los bajos de un caserón cercano albergaban el entrañable restaurante Zabala, ahora reducido a escombros.

Enfilamos hacia la espectacular pasarela, al parecer denominada Zugaitz, que une esta orilla con el casco urbano; una vistosa infraestructura, obra del conocido ingeniero Manterola, que sustituyó al viejo puente que se llevó la riada del 83. El primer contacto con la lámina de agua, que ya no abandonaremos en toda la ruta, nos ofrece ya magníficas vistas sobre la bellísima ría de Plentzia (o de Butrón), tanto aguas arriba, internandose en los bosques, como en el curso bajo que vamos a recorrer.

Puente y paseo junto a la ría

 Nada más cruzar el puente, tomamos unas escalerillas hacia la izquierda para descender hacia el paseo que discurre al borde de la ría. A nuestra derecha se van sucediendo espléndidos caserones, muchos de ellos más o menos desvencijados, que nos hablan del antiguo carácter balneario de la villa, por cierto fundada por D. Diego López de Haro, que también nos sonará. El propio paseo, algo descuidado, nos produce una sensación de tiempo detenido, mientras admiramos la placidez de las txalupas y pequeñas embarcaciones ancladas. Creo que se puede asegurar –de no ser que alguien del Ayuntamiento me desmienta- que este paseo fluvial se mantiene inalterable desde hace décadas; pero ése es también parte de su encanto, que no todo va a ser diseño y modernidad.

Plaza del Ayuntamiento
            Dejamos a la derecha una recoleta placita con fuente, y enseguida un par de terrazas nos sitúan en la acogedora plaza del Ayuntamiento, donde admiramos los venerables edificios del Casino y, al otro lado de la carretera, el Palas (así, con ‘s’), con su peculiar escalinata, hoy lamentablemente cerrado. Seguimos siempre pegados al curso de la ría para continuar el paseo, que a partir de aquí ofrecerá un aspecto diferente.

             Hemos superado la zona más antigua, con el toque decadente que la hace más interesante, para adentrarnos en terreno de edificaciones más recientes, una especie de ensanche en el que se irán sucediendo magníficos chalets de distintas épocas a partir de mediados del siglo XX, con lo que nuestro recorrido va adquiriendo algo de cronología del esplendor económico. En la orilla opuesta, después de una urbanización, encontramos el espléndido bosque de Barrikabaso, cuya imagen nos acompañará hasta que nos encontremos con el mar.

Puerto
     Salimos finalmente al puerto con sus modernos pantalanes, que bordearemos completamente, contemplando de paso el que seguramente es el único edificio que evoca el aire marinero de la villa, una sobria casona de piedra junto a la que suele haber barquitos en reparación. Tras pasar por la terraza de una cafetería, salimos a una pequeña plazoleta con un ancla y par de bares (uno de ellos, el mítico Txurrua), siempre con buen ambiente. En esta parte de la ría suelen verse en marea baja chavales jugando en los pedregales de la orilla y algunos pescadores. Este punto nos ofrece en mi opinión una de las más bellas estampas del curso fluvial, una elegante curva, con el contraste del agua contra la roca y el arbolado de la orilla opuesta, ya muy cerca de su desembocadura.

La ría junto al Txurrua

Continuamos junto al lateral del club Kai Eder (vale, un pelín pijo, pero agradable) para salir de inmediato a las arenas de la playa de Plentzia.

VARIANTE: Podemos darnos un garbeo por el espigón, donde los paseantes se mezclan con los pescadores, hasta encontrarnos de frente con el rompeolas de San Valentín, en Barrika, que tantas veces ha sufrido el duro azote del mar para proteger la entrada de la ría, debiendo ser reconstruido.

            En esta esquina de la playa, sobre el propio arenal, se mantuvo durante mucho tiempo el curioso bar Kakarraldo, ahora sustituido por un parque de juegos infantiles. A su lado, la nueva infraestructura de parking con su (fea) plaza superior alberga en sus bajos varios bares y locales de servicio para diversas actividades acuáticas. Seguimos bordeando la playa para llegar al antiguo sanatorio (que siempre llamamos ‘sanatorio pequeño’), un interesante edificio que se adentra en la arena hasta la misma orilla. Tras muchos años en desuso y un largo proceso de restauración, parece que finalmente se dedicará a centro de estudios marinos dependiente de la UPV. Aunque, como en este blog estamos muy al día de la información, resulta que deberemos esperar todavía para que este proyecto se ponga en marcha, según dicen en la prensa.
Sanatorio y playa de Plentzia

El pequeño arroyo que desagua en la misma playa, junto al citado edificio, marca la divisoria entre municipios y a partir de aquí entramos en Gorliz, donde las cosas han cambiado considerablemente en los últimos años.

Con la enorme obra ejecutada por el Ministerio de Medio Ambiente, ha desaparecido la carretera que recorría toda la longitud de la playa, con el característico muro inclinado por el que tantas veces hemos visto el poderoso espectáculo de las olas estirandose hasta el asfalto. El arenal ha ganado una gran superficie a costa de viales y aparcamientos. Interesantes
datos respecto a estas obras los podemos encontrar en esta página.

Entablado hacia el pinar
De forma que, alejados del tráfico, comenzamos a recorrer el nuevo paseo marítimo. Dejamos primero a la derecha un albergue de la Diputación y en pocos minutos la ruta empieza a alejarse de la línea del mar, describiendo una amplia curva, dentro de la cual se sitúa una considerable extensión ganada al asfalto, donde se ha intentado recuperar dunas con la plantación de la vegetación adecuada. Nos adentramos así en un amplio pinar, tradicionalmente utilizado como zona de picnic, y durante un tramo el firme pasa a ser de madera. Atravesamos un puentecillo sobre el arroyo Gazatza y salimos de nuevo hacia la playa, con el edificio del antiguo sanatorio infantil (Hospital de Gorliz) a nuestra derecha.

Transitamos junto a la fachada del centro sanitario de la que ha desaparecido el enorme monumento al famoso Dr. Areilza, que veremos después. Han sido demolidas varias de las edificaciones antes asentadas sobre la playa. Pasado el Hospital, volvemos a encontrarnos con la carretera, que finaliza aquí mismo en una rotonda con parada del Bizkaibus.


Playa de Gorliz y Hospital
(foto de antes de las obras, con el muro rompeolas)


Nos acercamos ya al recodo de Astondo, cerca de una interesante zona de dunas fósiles actualmente protegidas por una valla. Aún permanecen dos de los más clásicos establecimientos hosteleros de la zona, el Hondartzape (con su legendario color azulón) y el Marítimo, con sus estupendas terrazas y la gracia de su aire vetusto y descuajeringado, producto de tantos años de vientos y salitre. Bordeando el último tramo de playa, dejamos por la derecha un sendero con escaleritas que ascienden hacia el alto de Antekera, pasamos junto a la rampa para embarcaciones (donde servidor hizo algunos de sus primeros pinitos en natación) y llegamos a la amplia plazoleta donde antes se ubicaba otro parking.

VARIANTE: Por el sendero citado podemos ascender en pocos minutos (aunque la subida presenta una buena pendiente) al promontorio, desde el cual tenemos una espectacular panorámica de toda la bahía. Si queremos prolongar más aún la excursión, podemos enlazar fácilmente con el acceso al faro, descrito en la entrada Gorliz-Cabo Billano. También se puede alcanzar esta otra ruta desde las proximidades de la rotonda junto al Hospital.

En este espacio, un tanto inhóspito y que pide a gritos algo de verde, se ubica ahora el antes citado monumento al insigne doctor. Y de aquí pasamos al pequeño espigón que cierra la bahía por el este. Avanzamos hacia la punta contemplando la orilla rocosa donde mueren los acantilados, compartiendo el entorno con pescadores y turistas, mientras admiramos la hermosísima bahía en todo su esplendor, a mi juicio uno de los más bonitos paisajes de la costa de Bizkaia, que merece una contemplación tranquila, a poder ser a una hora poco frecuentada. El aire salino del Cantábrico y la imagen redonda de la espléndida ensenada seguro que nos proporcionan paz y oxígeno para al menos unos cuantos días.

Muelle de Astondo
Aquí damos por finalizado el paseo, fotogénico de principio a fin, y las alternativas que se nos ofrecen son múltiples. Podemos volver a Astondo para tomar el bus de vuelta a nuestro punto de inicio; o podemos desandar el camino para conocer el pueblo de Gorliz, mucho más apetecible que lo que se espera de una localidad de veraneo; o regresar a Plentzia para disfrutar de sus zonas de poteo, comer en alguno de sus restaurantes o en plan informal (no olvidar el imprescindible Bibi), o conocer los muchos rincones interesantes de su casco antiguo, ajenos al turismo playero.


Panorámica de toda la ruta

... y en cuanto sea posible, aportaremos más fotos propias, que no siempre las cámaras están donde deben y funcionan como se espera.