martes, 7 de junio de 2011

Marisma de Joyel

Soano es una pequeña localidad situada entre Noja e Isla, en posición estratégica junto a las marismas de Joyel y El Vao. Un puñado de casas, una hermosa iglesia y algún restaurante, arremolinados sobre la carreterilla, que no ha perdido el encanto de lo rural pese a sufrir la proliferación de chalets y casas de veraneo en sus alrededores, como es de rigor en la zona.

Este será nuestro punto de partida para un cómodo y agradable recorrido por la marisma de Joyel, uno de los lugares más fotogénicos de la región, muy frecuentado por paseantes y turistas.

            DISTANCIA: 2,9 kms
            DESNIVEL: 0 m.
            DIFICULTAD: 0
ITINERARIO: circular  Inicio y final: Soano
            VIAS: pista de tierra y bidegorri
ACCESOS: A Soano, por la A8 dirección Santander salida 184 Beranga-Noja-Isla. Se toma la CA-147 en dirección a Noja, y justo a la entrada del pueblo tomar un desvío a la izquierda hacia Soano (CA-450)
            TRACK:   http://es.wikiloc.com/wikiloc/view.do?id=2705088
            Más información: 
            http://www.ecoparquedetrasmiera.com
            http://www.nojaatodacosta.com/naturaleza.asp#joyel 
            http://www.acantabria.com/noja/index.htm  
            www.elcorreodigital.com/vizcaya/ocio/excursiones/200204/25/marismasdejoyel.html
            Guía Cartográfica de Cantabria Mapa 4



Santa María de Soano
Partimos junto a la iglesia de Santa María en Soano, y tenemos que buscar la carreterilla CA-450 por la que hemos llegado, para tomarla en dirección a Isla (oeste). Cuando hemos alcanzado esta vía, hay que caminar por ella apenas una decena de metros, y a la derecha encontraremos, junto al costado de un caserío, un sendero inicialmente pedregoso por el que debemos internarnos. Entramos así en terrenos de la marisma de Joyel.

Dejamos un par de casas y seguimos la pista, ahora ya de tierra y piedrilla, único camino posible de esta primera parte del trazado. A nuestra derecha intuimos entre la enmarañada vegetación las orillas del humedal, que a veces podemos ver directamente; por nuestra izquierda, un talud nos separa de la carretera BI-449 que enlaza Castillo con Isla, y sobre ella el monte Cincho, que después veremos en todo su esplendor.

Camino al molino
Seguimos este camino, completamente llano, hasta una bifurcación, en la que tomamos la pista que por la derecha se interna en la marisma. Es un camino acondicionado hace unos años, delimitado por cuerdas y con algunos tramos entablados y pequeños puentes, bastante entretenido. Transitamos entre la vegetación propia del entorno, con algunos pequeños recovecos en que se puede explorar un poco fuera de la pista. Por nuestra izquierda abundan los cañaverales y vamos teniendo cada vez mejores perspectivas sobre la lámina de agua por la que se desplazan tranquilamente cisnes y patos.

VARIANTE: En un recodo con un panel informativo y un banco sale por la derecha un sendero poco visible. Avanza primero por la hierba hacia un dique, conocido como 'el muro', superando el cual accedemos a un promontorio situado entre la ría de Quejo y las marismas de Joyel y El Vao. Aunque el lugar es curioso y tiene vistas interesantes, la mayor parte del sendero está sumamente cerrada con zarzas, así que, salvo que tengamos un interés especial o nos guste mucho el zarzing, no recomendamos hacer esta incursión.

El Cincho sobre la marisma
Tras el último puentecillo, tenemos ya el paisaje totalmente abierto a nuestro alrededor. De frente sigue un pequeño dique que conduce al molino y a la izquierda vemos ya al completo la oscura silueta del Cincho, que domina sobre toda la vega. Antiguamente la marisma se internaba hasta el pie mismo del monte, pero al construirse el dique, la zona interior pasó a constituir una laguna de agua dulce, que podemos ver parcialmente cubierta de musgos flotantes. La parte derecha recibe las mareas que llegan desde la ría de Quejo. Toda la zona es de gran riqueza ornitológica.

Continuamos por el estrecho empedrado hasta llegar al molino de Santa Olaja, uno de los mejor conservados molinos de mareas, cuya maquinaria ha sido restaurada y que se puede visitar con guía. Estamos en el centro mismo de una de las joyas del ecoparque de Trasmiera, uno de los lugares más fotografiados de la comarca, cuya vista se extiende hasta el repetidor situado encima de las playas de Isla.

Molino de Santa Olaja


Por el costado del molino seguimos hasta volver a tierra firme, en un camino asfaltado rodeado por un grupo de casas. Tenemos que seguir esta vía hasta desembocar en la citada carretera de Castillo a Isla, que tomaremos hacia la izquierda. La reciente construcción de un bidegorri, muy frecuentado por ciclistas y paseantes, hace posible cerrar la ruta por este trazado, antes sumamente peligroso.

Seguimos dando una amplia curva hasta llegar a un aparcamiento, donde normalmente se inician las rutas por la marisma. Hay un punto de información y un gracioso mirador de madera donde es inevitable hacer alguna foto. Cruzamos el parking y entramos en una pista inicialmente de piedras que de nuevo nos conduce al interior del humedal. En apenas 30 metros nos encontramos en el cruce que vimos a la ida, y ahora seguimos de frente.

Mirador junto al parking

No nos queda más que desandar el primer tramo de nuestra ruta para llegar de vuelta a Soano. Podemos también aprovechar para una última visita: si antes de llegar a la iglesia tomamos la carreterilla que sale hacia la izquierda, junto a un restaurante-pizzería, llegaremos en escasos minutos a la Casa de las Mareas, edificio construido en el borde mismo del agua y recientemente restaurado con fines culturales. Desde la carretera por cuyo bidegorri hemos regresado puede apreciarse una bonita silueta de esta edificación.

Casa de las mareas

Y este bonito video que hemos encontrado (el que teníamos antes se escacharró) nos sirve para abrir boca e incitarnos a aprovechar una escapada para conocer la marisma.




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